Muestra un bote con cuatro personas negras. No es la barca de Pedro como símbolo de la Iglesia, sino un bote de traficantes humanos que se vuelven ricos contrabandeando personas a Europa arriesgando sus vidas. El Partido de la inmigración masiva del Vaticano apoya a estos criminales.
El lema episcopal de Czerny es Suscipe (palabra Latina que significa: “recibe”, “toma”). En el contexto del bote de los traficantes humanos, es un llamado a traer a ilegales como consumidores y trabajadores baratos a Europa y privar a sus países natales de su juventud y futuro.
Suscipe resulta ser también la primera palabra de una famosa oración que está en los Ejercicios Espirituales de san Ignacio de Loyola.
En consecuencia, los símbolos y las palabras están allí todavía, pero han sido convertidas en una fachada vacía, para servir a políticas vacías.
En las manos del Partido de Francisco, la Iglesia se convierte en una casa comida por termitas.
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