En el libro “Ciencia y tecnología. Biología” para primer año de secundaria, de Innova Ediciones, se describe la masturbación como “una de las maneras de conocer nuestro cuerpo y percibir sus reacciones”, que “se logra mediante la estimulación para provocar placer”.
De acuerdo al libro educativo del Gobierno mexicano, actualmente la masturbación es reconocida como “parte del desarrollo pleno”.
Por su parte, en “Ciencias y tecnología. Biología a través de la ciencia”, también para primer año de secundaria, de la editorial Fernández Educación, se introduce las nociones de la ideología de género.
“Aunque anatómicamente una persona tenga estructuras sexuales masculinas o femeninas, su desarrollo psicológico y emocional puede llevar a este individuo a sentirse más identificado con comportamientos y formas de vestir y actuar tradicionalmente reservados para el otro género”, afirma el libro.
“Esto no es dañino, pues simplemente es una forma de expresar la individualidad”, asegura el material educativo que será repartido a escuelas de todo México.
El libro celebra además que “afortunadamente, los grupos que aún conservan una postura homofóbica son cada vez más escasos y, cuando sus acciones son discriminadoras, pueden ser sancionados por la ley”.
En declaraciones para ACI Prensa, Marcial Padilla, director de la plataforma mexicana ConParticipación, advirtió que los nuevos libros para estudiantes mexicanos “presentan tres problemas”.
Dijo que el primero es que “el Gobierno está usurpando el papel de los padres de familia de tener el derecho preferente de elegir la educación que desea dar a sus hijos en uno de los temas más sensibles y relevantes, que tiene que ver con la sexualidad”. “Este derecho está consagrado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos”, recordó.
Un segundo problema es que “estos contenidos, no sólo el de la masturbación sino el de la homosexualidad, etc., genera condiciones de hiper-sexualización”.
Este tipo de materiales, advirtió, “convierten al adolescente en un objeto de placer”.
“Y lo que hacen, específicamente al hablarle de la masturbación, es enseñarle qué botones de placer tiene que ir estimulando, no para convertirse en una persona que ama de una forma placentera, sino en un manojo de instintos eróticos que genera sensaciones placenteras en circunstancias diversas con o sin otro ser humano”, criticó.
El tercer gran problema con los nuevos libros de la Secretaría de Educación Pública es que “introducen contenidos de ideología de género”.
Indicó que “la ideología de género es una visión del ser humano que desconecta las tres dimensiones de la sexualidad: la biológica, la psicológica y la social, y además desconecta la sexualidad del conjunto de la integridad del ser humano y de la persona"
Padilla señaló que la ideología de género “fue introducida en el 'nuevo modelo educativo' en los anuncios de mayo de 2016” del Presidente de México, Enrique Peña Nieto.
El 17 de mayo de 2016, Peña Nieto anunció una serie de medidas a favor de la agenda gay, entre ellas incluir el mal llamado “matrimonio” gay en la Constitución y en el Código Civil Federal.
La propuesta del presidente mexicano encontró el mayoritario rechazo de la población, que se manifestó en multitudinarias marchas en diversas partes de México en septiembre de ese año. Ante esto, los parlamentarios mexicanos, incluidos los de su propio grupo político –el Partido Revolucionario Institucional– dieron la espalda a la iniciativa de legalizar en todo el país el matrimonio gay.
Sin embargo, dijo el presidente de ConParticipación, “desde entonces, ya era una instrucción del presidente que en los contenidos del nuevo modelo educativo se introdujera la ideología de género”, bajo la etiqueta de “diversidad sexual”.
Padilla recordó que las marchas por la vida y la familia realizadas en 2016 “lograron detener una de las iniciativas legislativas, pero la sociedad lamentablemente no fue escuchada y esta instrucción del Ejecutivo de introducir la ideología de género en los contenidos se mantuvo”.
Para Padilla, “nos encontramos ante un gravísimo abuso de autoridad, un atropello de la relación familiar entre los padres y sus hijos”.
“No vamos a decir que es sorprendente, porque no es algo que no hayamos visto anteriormente. Pero eso no significa decir que duela menos o que nos detenga de denunciarlo, desconocerlo y tener que asumir nuestro papel como padres de familia de corregirlo”, aseguró.
ACI
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