Por Steve Skojec
EL ECLESIÁSTICO JUAN PERON
"¡Pero él dijo que la resurrección corporal es real!"
"¡Pero él dijo que la misa no es un espectáculo!"
"¡Pero él dijo que no debería haber homosexuales activos en el seminario!"
En estos días, mi respuesta es regresar a la sabiduría del escritor Henry Sire y su libro fundamental, The Dictator Pope:
Se cuenta la historia que Perón, en sus días de gloria, una vez propuso inducir a un sobrino en los misterios de la política. Primero trajo consigo al joven cuando recibió una delegación de comunistas; después de escuchar sus opiniones, les dijo: "Tienes toda la razón". Al día siguiente recibió una delegación de fascistas y respondió nuevamente a sus argumentos: "Tienes toda la razón". Luego le preguntó a su sobrino qué pensaba y el joven dijo: “Hablaste con dos grupos con opiniones diametralmente opuestas y les dijiste a ambos que estabas de acuerdo con ellos. Esto es completamente inaceptable". Perón respondió: "Usted también tiene toda la razón".
Una anécdota como esta es una ilustración de por qué no se puede esperar que nadie evalúe al Papa Francisco a menos que comprenda la tradición de la política argentina, un fenómeno ajeno al resto del mundo. Francisco tomó a la Iglesia por sorpresa. Él es Juan Perón en traducción eclesiástica. Aquellos que buscan interpretarlo de otra manera, faltan el único criterio relevante.
Nunca olvides esto cuando un hombre conocido por contradecirse dos veces al día te dice algo que quieres escuchar.
OnePeterFive
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