Llamá, y ellos ganan...
Escriba al COMFER, hágase cargo, Ud. es ciudadano.
"Llamá y Ganá", es un programa de TV con formato "Call TV", que tienta a los televidentes con estúpidas consignas que el público descifra de inmediato y los induce a llamar por teléfono o mandar mensajes de texto a precios exorbitantes, siendo que la cosa no se agota en el valor del minuto o del mensaje de texto confesados, sino que se deben hacer varios intentos y/o permanecer durante extensos minutos respondiendo otras consignas para poder quedar en la posición de ser "llamado por la empresa", y así salir al aire y poder participar por los premios.Prácticamente, uno puede agotar todo el crédito de un abono o de una tarjeta prepaga promedio de su celular durante un programa, de $ 20 a $ 50 pesos, para poder participar por premios de entre $ 100 y $ 500, en general.
Lo asombroso de esto, sobre lo que el COMFER de Mariotto es absolutamente "funcional", es que sus conductoras o animadoras (ver "trabajo ilegal"), incentivan los llamados no solamente con sus generosas curvas y sonrisas, si no argumentando una falsa ausencia de llamados que induce, ante lo tonto de la consigna, a llamar inmediatamente al poder saber cualquiera la respuesta (pensando que, pobrecita, "nadie esta viendo este programa"), justamente, esa treta (que se prolonga durante hasta 2 horas de "programa?") es la que provoca el mayor pico de llamados. y mientras la gente "califica" para salir al aire, gastando sus abonos y/o tarjetas, casi "nadie" sale al aire a participar.
Solo 2 o 3 personas salen al aire para participar por los premios, los ganen o no, mientras hasta decenas de miles gastan sus abonos y/o tarjetas en el intento!
Si uno observa con detalle, el contenido (sic) artístico de estos programas (que se emiten por el "Canal 26" y "Solo Tango", antes lo hicieron por el "Canal 13"), es paupérrimo.
La conductora/animadora, tiene que hacer de chicle las consignas, estirar y estirar, al borde de la pena o del panic atack del televidente, quien se decide a llamar casi de lástima porque la conductora pasa hasta 20 minutos esperando un llamado.
Mientras tanto, a los sistemas computarizados "sin control" de la empresa productora, ingresan decenas de miles de pesos en llamados que no concursarán jamás por los 100 pesitos de gancho.
Millones de pesos entran mensualmente a esta empresa de parte de las empresas telefónicas por los llamados y mensajes obtenidos, a cambio de una pobrísima canasta de premios que dinerariamente solo representan unos miles mensuales (distribuidos en una veintena de programas diarios).
En Argentina, parece que se pueden ganar millones así, al margen de la ley?
No son solo pesos
La empresa propietaria de este formato, CALL TV, el que se disputa con Endemol (quién lo registrara como marca), no solo emite una o varias señales para la Argentina, si no que desde sus Estudios de Televisión de Buenos Aires, lo hace para casi toda Latinoamérica, incluso para USA. Las conductoras/animadoras/locutoras, deben de aprenderse los yeites idiomáticos de cada país, modismos, castellano neutro, para "simular (engañar)" a sus televidentes, haciéndole creer que están en su mismo país, cosa que es falsa.
Se emiten casi una veintena de programas de TV en vivo diariamente, en distintos horarios, incluso nocturnos, vía satélite a todas partes del mundo.
Trabajo ilegal
Todos los empleados de la planta técnica de la emisora satelital, se encuentran encuadrados bajo el convenio colectivo de trabajo de comercio, y tienen OSECAC, cuando les correspondería aplicar el convenio colectivo de televisión, que tiene otra escala salarial, y otros requisitos para el armado de una empresa de TV, como finalmente es la propietaria y productora de este formato.
El trabajo de locución en cámara, conducción y/o actuación, es pagado con sueldos de cajera de supermercado.
Los técnicos, por ejemplo un cameraman, ganan lo mismo que un vendedor de salón de un comercio, cuando en los canales de verdad, puede casi llegar a orillar los 10.000 mensuales.
Pueden pagar hasta 5 veces menos de lo que corresponde, y sin que ninguna autoridad haga nada?
Los números (a confesión de parte, relevo de prueba)
En una roja cartelera interna, la empresa productora confiesa:
"SOLO POR LAS COMUNICACIONES DE LOS TELEVIDENTES INGRESAN UNOS 2 MILLONES DE PESOS POR MES, POR PROGRAMA. ESO SE REPARTE ENTRE LOS DESARROLLADORAS, LAS TELEFÓNICAS Y LAS PRODUCTORAS Y CANALES, QUIENES SE LLEVAN CERCA DEL 50% Y SE ENCARGAN DE LOS GASTOS DE PRODUCCIÓN Y DE LOS CACHETS DE LOS CONDUCTORES, QUIENES COBRAN ENTRE $ 4.000 Y $ 8.000".
Con 20 programas en el aire, esta productora facturaría unos 40 millones de pesos por mes, según sus propias palabras, esto es, la escalofriante cifra de 13 millones de dólares, y que aunque paguen la mitad de eso a sus partners, se quedan con 20 millones mensuales (casi 7 millones de dólares).
Por supuesto, los conductores/animadores/locutores, no ganan ni remotamente los $ 4.000 a $ 8.000 declamados, si no entre 1.200 y 2.200 según los favores prestados.
Muchos conductores se alejaron por los malos tratos y presiones del director del show, y otros por los desacuerdos salariales, que no corresponden a lo habitual de la TV.
¿Corrupción en los organismos de control?
Ya sabemos el COMFER no resuelve nada de nada, con nada, pero el Sindicato Argentino de Televisión, que hace meses recibe estas denuncias, ha hecho algo, alguna inspección?
¿La Asociación Argentina de Actores, o la de Locutores, han tomado cartas en el asunto?
¿Y el Ministerio de Trabajo?
¿La AFIP, controla estos millonarios movimientos de dinero, provenientes de todas partes del mundo?
Estamos describiendo una nueva estafa en la TV Argentina, otra vez, como la que envolvió a Susana y al Padre Grassi.
El trabajo de investigación recién comienza, vamos a ver en el futuro qué dicen todos los actores intervinientes en esta comedia de enredos.
Ya son varios los ex trabajadores en juicio que se han contactado con Agencia NOVA para denunciar estos hechos aberrantes.
¿Se pueden ganar millones, estafando a la gente, y ni siquiera pagarle lo debido a sus empleados?
Esta es la televisión que el COMFER de Gabriel Mariotto permite que estafe a la gente, y que un pibe de cinco años pueda ver a cualquier hora y en cualquier canal un desfile grotesco culos y tetas, y confesiones sexuales, sin siquiera tomar una mísera medida.
Fuente Agencia NOVA
Un envío de Adolfo L. Zanger
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