A raíz de los ataques a la vida y la familia que se enmarcan en la pandemia y el confinamiento obligatorio, la Red Federal de Familias (RFF) emitió un comunicado en el que reafirmó sus principios y destacó situaciones que, en simultaneidad con cuestiones presentadas como de “urgencia inapelable”, podrían pasar inadvertidas.
Denuncia la entidad que la distribución de anticonceptivos y la realización de abortos han sido declarados “servicios esenciales” de salud y que se han gastado en abortivos “sumas millonarias sustraídas a la atención de la emergencia”. Destacan que estos hechos se contraponen con las declaraciones del presidente de la Nación sobre el valor prioritario de la vida humana.
Señalan que “el derecho y el deber de los padres de educar a sus hijos conforme a sus convicciones morales y religiosas” se ha visto avasallado con la intromisión en los hogares de plataformas educativas cargadas de ideología y contrarias al orden natural.
Mencionan que el Gobierno ha recomendado consumir pornografía y realizar “prácticas aberrantes” para tener “sexo seguro” durante la cuarentena y que hay una relación directa entre esos hábitos y la violencia contra la mujer que las mismas autoridades dicen combatir. “Recomendar el consumo de pornografía y decir que se quiere erradicar la violencia contra la mujer es tan hipócrita como afirmar que la ‘prioridad es la vida’ y que el aborto es un ‘servicio esencial’”.
Advierten que el Estado a la par que emite medidas y consejos destinados, supuestamente, a promover el cuidado de la salud corporal, lanza “ataques directos a la salud moral y espiritual de los individuos y de las familias a los que va destinada la actividad gubernamental”.
Recuerdan que este año se ha vuelto a presentar el proyecto de Protección integral a la embarazada en riesgo y al hijo que desde el año 2010 impulsan en la Cámara de Diputados.
Exhortan finalmente a que “tomemos conciencia de nuestra finitud” y hacen votos para que cuando la muerte nos alcance “nos encuentre firmes en nuestra posición, cumpliendo nuestro deber y con la mirada puesta en las cosas de lo alto y no en las mezquinas y torpes apetencias de los bienes caducos de esta vida mortal”.
A continuación el texto completo del Comunicado:
ESTADO DE SITUACIÓN
Frente a las complejas y confusas circunstancias públicamente conocidas por las que atraviesan nuestro país y el mundo entero, la RED FEDERAL DE FAMILIAS se ve obligada a emitir este comunicado para llamar la atención sobre diversos asuntos que han pasado inadvertidos o que han sido considerados de forma ligera y tangencial, y que, sin embargo, afectan directa o indirectamente, su Ideario.
En el marco de excepcionalidad y emergencia que suponen la cuarentena y el confinamiento decretados por el Gobierno Nacional y la consecuente paralización del país; ante el estado de ánimo en que se encuentra la población, acicateada incesantemente por los diversos medios de comunicación, públicos y privados e intimidada en general por el temor al contagio; y considerando la legítima incertidumbre y angustia respecto de una salida que no se vislumbra y de un futuro que se presenta sombrío, resulta difícil pretender que el hombre común preste atención a otras cuestiones que no sean ésas que se le presentan como de urgencia inapelable, pero que no pueden pasar inadvertidas.
Las difíciles coyunturas que nos aquejan no nos autorizan a aflojar en la lucha en la que estamos implicados y, mucho menos, a abandonar nuestros principios sino que, por el contrario y de cara a ellas, nos obligan a reafirmar una vez más nuestro compromiso de reconocer, difundir y promover la vigencia en el orden social, de los siguientes principios no negociables y constitutivos del Ideario y la finalidad de la Red: a) el respeto y la protección de la vida humana en todas las etapas de su desarrollo, desde la concepción y hasta la muerte natural; b) la estructura natural de la familia fundada en el matrimonio de un varón y una mujer, abierto a la transmisión de la vida; c) el derecho y deber originarios de los padres a educar a sus hijos conforme a sus convicciones morales y religiosas; y d) la procura y promoción del bien común como deber de gobernantes y gobernados.
En esta comunicación, queremos destacar, principalmente:
1) Que ratificamos nuestra defensa irreductible de los derechos del niño por nacer y que, por lo tanto, repudiamos las aclaraciones del Ministerio de Salud de la Nación, emanadas el pasado 13 de abril, declarando que el acceso a la interrupción ilegal del embarazo y a los métodos anticonceptivos quedan fuera de las restricciones impuestas por la cuarentena por cuanto se considera a ambos como “servicios esenciales” de salud. Así también impugnamos las adquisiciones, mediante compras directas y por sumas millonarias sustraídas a la atención de la emergencia declarada, de materiales diversos y de sustancias, como el Misoprostol, destinadas a la atención de aquellas prestaciones. Dicho Ministerio había recomendado suspender los servicios y controles de rutina para no sobrecargar el servicio sanitario.
2) Que la afirmación del presidente Fernández acerca de que la prioridad es la vida se contradice abiertamente con la simultánea declaración precedente, no rectificada, acerca de que la interrupción voluntaria del embarazo (eufemismo por aborto) es una prioridad esencial, lo que demuestra su falsedad e hipocresía. El manifiesto ministerial es, por otra parte, coherente con la promesa hecha por el mismo Presidente ante ambas Cámaras y cuyo cumplimiento ha quedado en suspenso por la restricción de actividades legislativas, de enviar al Congreso de la Nación, desde la misma oficina presidencial, un nuevo proyecto de legalización del aborto.
3) Que la intromisión del Estado en el derecho y el deber de los padres de educar a sus hijos conforme a sus convicciones morales y religiosas se ha puesto de manifiesto en la presentación de plataformas educativas, aprovechando y jugando con la situación actual y con la suspensión de la actividad escolar, con elementos ideológicos, el uso de idioma mal llamado inclusivo y, en las clases de ESI, cargadas de ideología y de propuestas aberrantes. Esa intromisión se produce en los hogares, sujetos al confinamiento, por medio de todos los instrumentos públicos de difusión.
4) Que los ataques a la vida y a la familia se ponen de manifiesto en tales intromisiones y en el plan de corrupción que ellas suponen, así como en las recomendaciones para la cuarentena, también procedentes del gobierno nacional, de recurrir a prácticas sexuales aberrantes en sustitución de las relaciones personales impedidas por causa del encierro forzado.
5) Que, en ese orden, apuntamos que hay una relación directa entre las “prácticas aberrantes” a las que esta declaración alude y la violencia contra la mujer que dicen querer erradicar. La pornografía y los hábitos sexuales que se sugieren desde el Estado inducen a cosificar al otro y verlo como mero objeto de la satisfacción individual. Numerosos estudios muestran la relación entre el consumo de pornografía y la violencia sexual. Recomendar el consumo de pornografía y decir que se quiere reducir la violencia contra la mujer es tan hipócrita como afirmar que la “prioridad es la vida” y que el aborto es un “servicio esencial”.
6) Que advertimos que desde el Estado se emiten diversas medidas y consejos destinados, supuestamente, a promover el cuidado de la salud corporal, a la vez que se lanzan ataques directos a la salud moral y espiritual de los individuos y de las familias a los que va destinada la actividad gubernamental. Mientras tanto, el ejercicio público del culto se ve imposibilitado, bajo el pretexto de impedir la concentración de personas, a la par que se permite la concurrencia pública a supermercados y bancos.
7) Que, en orden al bien común comprometido, queremos destacar los daños, no sólo económicos -que son gravísimos- sino morales, psíquicos y espirituales que se siguen de la prolongación del confinamiento de personas y familias, muchísimas de ellas en condiciones precarias, sin perspectivas más o menos inmediatas de una conclusión. Parece que no hay plan alguno de salida de esta crisis y que el único remedio que se encuentra es el dejar que transcurra el tiempo a la espera de una solución mágica.
El enunciado precedente es sólo eso, un enunciado no exhaustivo hecho con el propósito de poner de relieve algunos de los aspectos que se ocultan detrás de la situación de emergencia en que se ha puesto a la población, y a la Nación entera.
Frente a tales circunstancias, nosotros nos mantenemos alertas y activos, trabajando en nuestros proyectos y observando lo que se hace en el otro campo, para estar en condiciones de dar una condigna respuesta cuando las cosas se modifiquen.
Destacamos que nuevamente y como se viene haciendo desde el año 2010, se ha presentado en el Congreso de la Nación el proyecto de ley de Protección Integral de los Derechos Humanos de la Mujer Embarazada y de los Niños por Nacer, que ha tenido entrada en la Cámara de Diputados el 2 de marzo bajo el n° 33/2020, y que antes del inicio de la cuarentena cosechó la firma de 25 miembros de ese cuerpo.
Tomemos conciencia de nuestra finitud, recobremos la calma si la hemos perdido y no nos dejemos ganar por el pánico, por el temor desmedido a la enfermedad y a la muerte, que indefectiblemente nos afectara a todos y a cada uno de nosotros.
Cuando ella nos alcance, que nos encuentre firmes en nuestra posición, cumpliendo nuestro deber y con la mirada puesta en las cosas de lo alto y no en las mezquinas y torpes apetencias de los bienes caducos de esta vida mortal.
Buenos Aires, 22 de abril de 2020.
NOTIVIDA
Editora: Lic. Mónica del Río
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario