miércoles, 10 de agosto de 2011
MUERTE DIGNA: EL CASO DE LA BEBA REACTIVÓ EL DEBATE POR UNA LEY
Hay más de 12 proyectos en el Congreso Nacional y la Legislatura porteña que podrían tratarse apenas se retome la actividad en los recintos. Selva Herbon pide por su hija de dos años, en estado vegetativo desde su nacimiento.
Por Diego Igal y Yésica De Santo
El clamor de Selva Herbon para que se sancione una ley de muerte digna que permita terminar el calvario de su beba de dos años en estado vegetativo desde que nació reactivó el debate sobre el tema y encontró eco parlamentario en el Congreso Nacional y en la Legislatura porteña, donde hay más de una docena de iniciativas que abordan la problemática, aunque en los recintos no hay actividad por los tiempos electorales que corren.
“Mi objetivo es que se sancione una ley para los pacientes y las familias; no necesito un recurso de amparo para conseguir una ‘muerte digna’ para mi hija. Que se pongan las pilas los que los votamos y se sienten a debatir y a votar un proyecto como hicieron con el matrimonio igualitario”, aclaró ayer Herbon a Tiempo Argentino.
El diputado Miguel Bonasso (Diálogo por Buenos Aires) adelantó ayer que pedirá el tratamiento sobre tablas de un proyecto presentado el mes pasado, aún cuando no tiene despacho de comisión para no demorarlo. “Lo que estoy percibiendo desde que presenté el proyecto es que esta problemática la tiene muchísima gente. Esto es creciente y una necesidad social que hay que resolverla, dándole instrumentos a los médicos y a las familias de las personas”, explicó el legislador en diálogo con ese diario, en el que también se quejó de la inactividad parlamentaria.
La iniciativa del legislador busca “regular la protección de la dignidad de los enfermos en situación terminal o de agonía” y “dotarla de un mecanismo para rechazar la aplicación de procedimientos e intervenciones sanitarias propuestas por los profesionales intervinientes y/o revocar el consentimiento prestado ante un procedimiento o intervención concreta, aún cuando tales decisiones pudieran poner en peligro su vida”.
El proyecto de Bonasso es el único en la Cámara Baja (donde desde 2006 hubo al menos dos iniciativas similares que perdieron estado parlamentario), pero en el Senado hay otros tres: uno de Samuel Cabanchik (Proyecto Buenos Aires Federal), otro de Elena Corregido (Alianza Frente Justicialista) y un tercero de César Gioja (Frente para la Victoria).
En la Legislatura porteña, donde el parate electoral persiste pese a que ya pasaron los comicios, las iniciativas son de los diputados Gabriela Alegre, María José Lubertino, Diana Maffía y Jorge Selser, pero aún no logró un debate en comisión ni sobre tablas, más que discusiones entre asesores por consensuar posiciones. Según comentaban ayer, hay quienes preferirían que fuera el Congreso Nacional el que legisle.
En ambos cuerpos comentaron que “sectores de la Iglesia presionan para que no se debatan estas iniciativas”, según afirmaron Bonasso y Herbon, a quienes tampoco se les escapa que este tema genera inquietud en corporaciones como del sector sanitario en general y el médico en particular.
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