domingo, 19 de diciembre de 2010

MONSEÑOR AGUER Y NUESTRA REALIDAD EDUCATIVA SEGÚN EL INFORME PISA

Mons. Héctor Aguer explicó que “la Argentina, en esta prueba, ha ocupado el puesto Nº 58. Un descenso fenomenal si lo comparamos con épocas en las que no existía este tipo de medición pero que, es sabido, el índice educativo del país era el superior o el más importante de todas las naciones de lengua española”.

Mons. Héctor Aguer, Arzobispo de La Plata y Presidente de la Comisión Episcopal de Educación Católica, comentó los resultados del Informe Pisa 2009 explicado que “la Argentina, en esta prueba, ha ocupado el puesto Nº 58. Un descenso fenomenal si lo comparamos con épocas en las que no existía este tipo de medición pero que, es sabido, el índice educativo del país era el superior o el más importante de todas las naciones de lengua española”.

Señaló que “ha habido un descenso de cinco escalones respecto de la medición anterior que fue en el año 2006” y luego de comentar los aspectos de los países y ciudades con mejor medición pidió pensar en lo que nos sucede en nuestro sistema educativo.“El problema de la Argentina y su descenso en materia de calidad educativa es evidente. No hacía falta el Informe Pisa. Cualquiera lo registra y esto se viene comentando últimamente hasta el cansancio y tenemos que evaluar nuestra propia situación respecto de estos factores culturales y ambientales respecto de aquellos principios que van, de algún modo, estructurando internamente el sistema educativo”, dijo.

Al reflexionar sobre lo ocurrido en la Argentina aseguró que se ha desplazado “a las autoridades educativas” (“los padres, la familia, las de las escuelas, incluso la de los pastores de la Iglesia”) y manifestó que existe “una especie de decadencia cultural generalizada, la “tinellización” de la cultura popular –como se la llama- tiene un efecto importantísimo, luego, en los frutos de la educación general”.Mons. Héctor Aguer mencionó además como causa “el facilismo escolar, que, con la buena intención de incluir a todos los chicos en el sistema, me parece que se ha bajado mucho la exigencia” y consideró que aquí “hay un problema de filosofía de la educación o digamos también de ideología de la educación. ¿Cómo se la entiende? No solamente qué se desea lograr sino cuáles son los principios que se ponen en juego”.

Afirmó que “tenemos que comenzar a salir de esta situación. Si en los últimos tres años, de acuerdo con esta evaluación, hemos descendido hay que hacer algo para salir de esa situación y que nuestro sistema educativo pueda crecer”. Agregó que se podría “aceptar que este tipo de mediciones son siempre imperfectas pero, como decía antes, de alguna manera coincide con la impresión que todos tenemos en el trato cotidiano con los chicos y chicas de nuestro país” y afirmó que “si realmente nos importa la educación, si nos damos cuenta que esto es decisivo para el futuro de la Nación aquí hay que poner las barbas en remojo”.

Al comentar lo que sucede en los países con mayor calidad educativa, según el Informe Pisa, señaló que los mejor ubicados en el ranking han sido ciudades y países orientales y comentó que en China “se subraya, en primer lugar, la existencia de una autoridad educativa, el aprecio de la memoria en el ejercicio del aprendizaje. Una atención especial ponen los chinos a la Matemática porque además de los cursos ordinarios hay cursos facultativos. Hay una lección diaria de Matemática. Todos los días tienen por lo menos una lección de Matemática”.

“Dicen también que los exámenes son el perno de la vida escolar. Se señala un aspecto menos bueno y una diferencia que tienen con otros países porque los alumnos chino parece que a causa de estas características de su sistema educativo, son menos creativos. Pero como no hay mal que por bien no venga quizás también sean menos macaneadores”.



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