SAN GELASIO I, 492-496
DE LA CARTA O DECRETAL A HONORIO, OBISPO DE DALMACIA:
De los apócrifos, que no se aceptan
Estos y otros escritos semejantes que enseñaron y escribieron todos los heresiarcas y sus discípulos o los cismáticos, no sólo confesamos que fueron repudiados por toda la Iglesia Romana Católica y Apostólica, sino también desterrados y juntamente con sus autores y los secuaces de ellos para siempre condenados bajo el vínculo indisoluble del anatema (D.166)
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