“De hecho, la ideología de género es la destrucción de personas, razón por la cual el papa Francisco estaba justificado al llamarla demoníaca”, dijo el obispo auxiliar de Salzburgo, Andreas Laun.
Con ello, el papa sigue los pasos de su predecesor, el papa Benedicto XVI. Casi al final de su pontificado, el papa emérito habló en dos ocasiones de la ideología de género como "una tendencia negativa para la humanidad" y una "profunda falsedad", de la que "es deber de los pastores de la Iglesia" poner a los fieles "en guardia".
Monseñor Laun, obispo auxiliar de Salzburgo, escribió sobre las palabras del papa Francisco en marzo en un ensayo para la publicación de noticias católica alemana Kath.net. El obispo Laun dijo que se reunió brevemente con el papa el 30 de enero como parte de la visita ad limina de los obispos austriacos, una reunión con el papa que los obispos deben hacer cada cinco años. Laun añadió que fue el último de los obispos en hablar con el santo padre.
"En respuesta a mi interrogatorio, el papa Francisco dijo: "¡La ideología de género es demoníaca!", escribió Laun en su ensayo, añadiendo que el papa no exageraba en su comentario. "De hecho, la ideología de género es la destrucción de las personas, por lo que el papa Francisco estaba justificado al llamarla demoníaca", dijo.
Al escribir sobre la ideología de género, Mons. Laun explicó que "la tesis central de este producto enfermo de la razón es el resultado final de un feminismo radical que el lobby homosexual ha hecho suyo."
"Afirma que no sólo hay Hombre y Mujer, sino también otros 'géneros'. Y además, que cada persona puede elegir su género", añadió.
"Hoy -dijo- es promovida por gobiernos y personalidades y se gastan importantes cantidades de dinero en su difusión, incluso en material didáctico para jardines de infancia y escuelas."
Para más información sobre el tema, Mons. Laun animó a leer el último libro de la afamada socióloga católica alemana Gabriele Kuby, Die globale sexuelle Revolution: Zerstörung der Freiheit im Namen der Freiheit (La revolución sexual global: destrucción de la libertad en nombre de la libertad).
Kuby, una vieja conocida del papa Benedicto, entregó formalmente al ahora papa emérito un ejemplar del libro en noviembre de 2012. "Gracias a Dios que escribes y hablas" (de estas cosas), le dijo el papa Benedicto.
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