Durante una misa realizada este jueves en la capilla de la Casa Santa Marta, Jorge Bergoglio censuró a tres tipos de católicos: los que están en la Iglesia por “beneficio personal”, los que buscan la “uniformidad” y los llamados “alternativistas”.
Sobre los primeros, a quienes calificó de “especuladores” y “ventajistas”, dijo: “¡Los conocemos bien! Estaban desde el principio. Estos se aprovechan de la Iglesia para su propio beneficio. Y los hemos visto en las comunidades parroquiales o diocesanas, en las congregaciones religiosas. Algunos son benefactores de la Iglesia. Tanto se pavonean de ser benefactores, pero al final, por debajo de la mesa, hacen sus propios negocios”.
Respecto de los cristianos “uniformistas”, señaló que “les gusta la rigidez, desean que todos sean iguales dentro de la Iglesia y carecen de libertad interior. Crean confusión entre lo que Jesús predicó en el evangelio y la doctrina, la doctrina de igualdad. Jesús nunca quiso que la Iglesia fuese tan rígida. ¡Nunca! Y éstos, por su comportamiento, no entran en la Iglesia”, subrayó.
Por último, Bergoglio se refirió a los “alternativistas”, “quienes intentan imponer sus ideas muy personales al interior de la Iglesia. Ellos, precisó, sólo pertenecen parcialmente a la Iglesia. Para éstos, la Iglesia tampoco es su propia casa. Es como si alquilaran la Iglesia”.
Luego pidió que quien entre a la Iglesia lo haga por amor y para “dar todo el corazón”, pues la Iglesia “no es una casa para alquilar, sino para vivir. Es como una madre”.
Proceso
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