La
ética es el conjunto de principios y reglas morales que regulan las relaciones
humanas.
Por
Francisco Rodríguez Barragán
Desde
la familia a las organizaciones internacionales, pasando por nuestro barrio,
nuestra ciudad, nuestra comunidad autónoma y nuestra nación, vivimos inmersos
en una sociedad compleja, cuyo buen funcionamiento exige que todos y cada uno
de nosotros tengamos un comportamiento ético en nuestro actuar de cada día. La
ética es el conjunto de principios y reglas morales que regulan las relaciones
humanas.
Lo
anterior puede ser compartido por mucha gente, al menos a nivel teórico. Pero
es necesario descender a la práctica de cada día de los españoles y veo que aunque
mucha gente se comporta bien normalmente, no reacciona frente a los que actúan
mal, unas veces por no complicarse la vida y otras por una tolerancia mal
entendida.
A
nivel familiar no hay una exigencia generalizada de que todos los miembros,
incluidos los hijos, colaboren en las cargas y tareas del hogar familiar, por
lo que la educación es deficiente, la conducta de los padres en exceso
permisiva. Hay una creciente inestabilidad de los matrimonios y los cambios de
pareja se están aceptando como normales. Estos comportamientos ¿son éticos?
Podemos
comprobar cada día pintadas en las paredes de nuestras casas y monumentos y
destrozo del mobiliario urbano. No hay un rechazo social suficiente de estos
vándalos y pintamonas, ni de los que ensucian las calles, arrojan basura,
cortan las flores de los jardines. La mayoría de las personas no hacen estas
cosas, pero tampoco hacen nada por erradicar estos desmanes, por educar en el
respeto a las cosas comunes.
Conseguir
una baja laboral o alargarla de forma fraudulenta no es una conducta rara entre
nosotros, aunque nadie se considera un delincuente por hacerlo. Llegar tarde al
trabajo o rendir poco, es bastante habitual en algunos compañeros; el jefe o
patrón puede llamarles la atención, pero los demás callan, aunque los critiquen
por lo bajo.
Copiar
en un examen sería algo muy mal visto en otros países, aquí no es cosa que
extrañe, se acepta como normal y nadie protesta. ¿Es ético conseguir un
aprobado, un título, un puesto de trabajo, sin mérito y capacidad demostrada?
Si
pasamos de todas estas cosas y nos fijamos en los políticos, la falta de ética
de muchos de ellos se está señalando constantemente por los medios de
comunicación, pero sus desmanes y despilfarros, solo producen el rechazo de los
políticamente contrarios. ¿Podemos presumir de ser un estado ético, cumplidor
de sus compromisos?
Los
manifestantes de cada día, se repite constantemente en sus pancartas que están
por la defensa de lo público, pero la cosa pública, la res publica, parece más
una ubre de la que disfrutar sin control que algo que haya que administrar de
forma más escrupulosa que lo propio.
Los
bienes comunes son el resultado de las aportaciones y sacrificios de varias
generaciones de españoles. Su administración eficaz y eficiente exige la ética
de todos y la integridad de los gobernantes. ¿Cuántos españoles estamos de
acuerdo en ello?
Revisemos
cada cual nuestro comportamiento, sin engañarnos a nosotros mismos, quizás
todos tengamos algo que rectificar.
Forum Libertas
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