Combinando las características de un smartphone y
una PC tradicional, distintos fabricantes comienzan a ofrecer equipos que bajo
la forma de un pendrive ocultan muchas sorpresas. Conoce los principales
modelos.
Por Ignacio
Pan
La evolución de la computadora de escritorio trajo
hace décadas las notebooks. En el medio de esa transformación, fabricantes como
Apple pensaron en un equipo como la Mac Mini, capaz de ofrecer lo “justo” a los
usuarios de un hogar moderno. Años más tarde, las portátiles también ajustaron
su tamaño y nacieron las netbooks cuando Nicholas Negroponte tuvo la idea de
crear un equipo económico para estudiantes.
Steve Jobs se preguntó “¿por qué no crear un
teléfono con pantalla 100% táctil?” Y nació el iPhone, que cambió para siempre
el mercado de los smartphones. Unos pocos años después la pregunta fue un poco
más allá: “¿Por qué no aumentar el tamaño de la pantalla del iPhone?” Y
nacieron las tablets, que hoy dominan la escena del mercado tecnológico.
Pero no todos los bolsillos pueden acercarse a una
tablet o un smartphone; lo mismo que a una Mac Mini u otras computadoras en
miniatura. Un grupo de fabricantes pensó en algo distinto: equipos que albergan
el corazón de los smartphones pero que ofrecen las mismas posibilidades de
conectar periféricos que una PC.
Bajo lo que aparenta ser un pendrive se esconden
equipos como el Rikomagic MK802 y Cotton Candy. Y en una pequeña carcasa
encontramos a la ya famosa Raspberry Pi, otra microcomputadora con un asombroso
precio de u$s35.
El común denominador de estos equipos es que
permiten conectar periféricos como mouse, teclado, monitor e incluso una TV
gracias a su salida HDMI. Y también entran en competencia gracias a sus
precios.
¿Sus usos? Los creadores del Cotton Candy muestran
que una aplicación muy común podría ser “hacer más inteligente a la TV”:
conectando el dispositivo a la pantalla, se aprovecha el Wi-Fi para reproducir
contenidos online.
Uno por uno
El Rikomagic MK802 cuesta u$s74 y dentro lleva un
procesador Allwinner A10 ARM Cortex-A8 de 1,5GHz, 512MB de RAM, 4GB de
almacenamiento y corre bajo la última versión de Android, Ice Cream Sandwich.
Pesa apenas 200 gramos, se conecta vía Wi-Fi y
posee un conector HDMI para ser conectado a una pantalla, mediante un cable.
Soporta imágenes en alta definición (1080p) y los principales formatos de audio
y video.
Esas características lo emparejan con un
smartphone, pero su precio lo alejan bastante: el Rikomagic MK802 cuesta u$s74.
Dentro del mismo formato de pendrive encontramos al
Cotton Candy de FXI. Emplea un procesador ARM Cortex A9 Exynos de 1,2GHz
desarrollado por Samsung, es decir, el mismo que da vida al Galaxy SII de la
empresa surcoreana.
Agrega 1GB de RAM, salida HDMI, conectividad Wi-Fi,
Bluetooth, puerto micro USB, soporte para 1080p y los principales formatos de
audio y video.
Emplea Android o Ubuntu, dependiendo del gusto del
usuario.
El precio de este modelo, más poderoso que el
MK802, es de u$s199.
Raspberry Pi llamó la atención desde un inicio por
su procedencia, muy distante a China, el mercado en donde reinan los híbridos.
El equipo proviene de Gran Bretaña.
Se venden dos modelos, uno de u$s25 y otro de
u$s35. Comparten un procesador ARM a 700MHz, 256MB de RAM, puertos USB, salida
HDMI, RCA, audio y almacenamiento en tarjetas de memoria. El modelo más básico
no posee conectividad y el más caro agrega Ethernet. Soporta sólo algunas
distribuciones Linux como sistema operativo.
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