Por Ngala Killian Chimtom
Una reunión “histórica”
Bajo el lema “Caminando juntos en la esperanza como una familia eclesial de Dios en África”, la reunión cuenta con una amplia gama de participantes, incluidos académicos, pastores, laicos y socios ecuménicos.
La “Red Panafricana de Teología y Pastoral Católica” (PACTPAN), que organizó el evento, afirma en su sitio web en inglés aquí) que los participantes comparten una esperanza común para el futuro de la Iglesia y la sociedad en África: “Esta esperanza se basa en la convicción de que los diferentes desafíos y oportunidades en África hoy ofrecen a la Iglesia en África y al pueblo de Dios la oportunidad de actuar de manera diferente y valiente, aprovechando el don de la fe para cambiar permanentemente el rumbo de la historia en África y romper el ciclo de sufrimiento y dependencia a través de la resiliencia institucional, prácticas y ética que promuevan una vida abundante”.
El Congreso llega en un momento particularmente crucial para los católicos africanos, coincidiendo con tres grandes acontecimientos eclesiales: la celebración por parte de la Iglesia Católica del 2025º aniversario del cristianismo, el 1700º aniversario del Concilio de Nicea y la entrada de la Iglesia universal en la tercera fase del “proceso sinodal”.
Según la Hermana Agnes Sory, coorganizadora del Congreso, la reunión ofrece una oportunidad única para que la Iglesia africana aporte su voz distintiva al diálogo global sobre la fe, la esperanza y la reconciliación. Esto ocurre en un momento en que el mundo enfrenta numerosos desafíos, como conflictos internacionales, persecución de cristianos, inteligencia artificial y nuevas formas de comunicación que amenazan con vulnerar la dignidad humana.
Agnes Sory
“Sin duda, la Iglesia africana tiene algo que poner sobre la mesa de reflexión común para la Iglesia mundial”, afirmó.
Palabrería africana
Afirmó que el Congreso destacará el modelo tradicional de diálogo africano, conocido como “African Plaver”, como marco para la toma de decisiones en la Iglesia Africana. Este enfoque integra todas las voces, empezando por las más vulnerables, creando espacios para el diálogo respetuoso y la sabiduría colectiva.
Al igual que las reuniones ancestrales bajo el “árbol de la discusión” donde las comunidades resolvían conflictos y compartían sabiduría, el Congreso, dijo, tiene como objetivo encarnar estos principios de paz, belleza y búsqueda de la verdad.
Sory dijo a CWR que “el árbol de la palabra simboliza la paz y la reconciliación, encarnando la convicción de que el compromiso y el cambio son posibles porque eso es lo que nos hace humanos”, ofreciendo a la Iglesia global un modelo de diálogo que enfatiza la escucha, el respeto y el discernimiento comunitario.
Se oirán todas las voces, excepto la Palabra de Dios
Sory dijo que, en un esfuerzo deliberado por ir más allá de la mera representación, el Congreso Jubilar Católico Panafricano ha estructurado su programa de cinco días para amplificar las voces y contribuciones de los jóvenes, las mujeres y los líderes locales.
La asamblea, dijo, presenta historias y testimonios de proyectos misioneros que han cambiado vidas en toda África, con sesiones dedicadas al intercambio y al debate para garantizar que estas perspectivas influyan directamente en los resultados.
Leonard Josaya
Marthina Mlumun Akighir, de Nigeria, ilustrará cómo los influencers digitales católicos pueden colaborar para construir comunidades de fe; Denis Kioko Wakine, de Kenia, compartirá cómo su fundación Jitegemee está fomentando la autosuficiencia a través de la agricultura, la educación y los talentos naturales, y Samuel Eugene, de Sierra Leona, hablará sobre un enfoque cristiano para el reciclaje de residuos.
Como señala Sory, este enfoque refleja la sabiduría africana de que “una mano no puede lavar la espalda”, enfatizando que la misión de la Iglesia requiere la participación activa de todos sus miembros, particularmente de aquellos que trabajan en las periferias existenciales de la sociedad.
Una “perspectiva distintiva” sobre la “sinodalidad”
Sory dijo que el Congreso presenta a la Iglesia universal una perspectiva africana distintiva sobre la “sinodalidad”, que tiene sus raíces en las enseñanzas del Vaticano II, la eclesiología africana y las tradiciones culturales.
Este enfoque, explicó, enfatiza a la Iglesia como una “Familia de Dios” e incorpora ideas de Ubuntu, una filosofía del sur de África que enfatiza la humanidad compartida, la interconexión y la compasión.
Ella dice que al adoptar el modelo de “diálogo sinodal” y fomentar la comunión en medio de la diversidad cultural y étnica, la Iglesia africana demuestra cómo escuchar todas las voces, especialmente las de los jóvenes, las mujeres y los vulnerables, puede enriquecer la comprensión de toda la Iglesia para abordar los desafíos globales contemporáneos.
Estos desafíos se mencionaron en un mensaje de video enviado ayer por León XIV al Congreso. “Como bien saben -les dijo- África, como cualquier otra parte del mundo, enfrenta sus propias dificultades. Ante estos desafíos y la percepción de que las cosas no cambian, es fácil desanimarse. Sin embargo, es precisamente el papel de la Iglesia ser la luz del mundo y una ciudad asentada sobre una colina, para ser un faro de esperanza para las naciones”.
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