Monseñor Héctor Aguer, Arzobispo Emérito de La Plata, señaló que “es verdad que hay mucha gente que lo está pasando mal, muy mal. Eso nosotros, los sacerdotes, lo sabemos muy bien” y por eso los cristianos “lo que debemos hacer es ejercitarnos seriamente en la caridad, en la solidaridad”. Destacó que “cuando las circunstancias se agravan, se ponen más difíciles, nosotros tenemos que hacer un esfuerzo suplementario y hoy, me parece, que tiene que notarse la caridad de los católicos, tiene que notarse concretamente en el vecino que tenemos al lado. Que el Señor nos ayuda a poder cumplir esto”.
Dijo que es consciente que “estas cosas no se pueden arreglar de la noche a la mañana, en un santiamén, por un pase de magia, etc., pero han venido empeorando considerablemente. No es a nosotros a quienes nos corresponde dar las soluciones pues para eso están los gobernantes, para eso están los políticos que ahora están muy entusiasmados con las campañas… Eso es lo que ocurre. Todos prometen el oro y el moro pero las cosas van mal y mucha gente lo pasa muy mal”.
“Hay muchas instituciones que lo hacen y lo hacen muy bien pero hoy yo creo que cada cristiano, cada católico, en lugar de poner dos moneditas en la colecta de la misa piense cuanto habría que hacer para ayudar a un hermano que sufre, a cuantas familias que viven mal y que no tienen para comer, que tienen su casa hecha una tapera, donde a veces los chicos no van a la escuela… ¡Cuánto se debe hacer en estos momentos!”, indicó el prelado.
Consideró que “más allá de lo que hagan los políticos, de los planes socioeconómicos que se ensayen, nosotros tenemos este deber de ayudar a nuestros hermanos. La caridad allí, la caridad en lo concreto. Ahora se le dice solidaridad como un nombre social, más profano, pero nosotros lo llamamos caridad. Esto es por amor a Dios, por amor a Jesucristo que quiso ser pobre para salvarnos”.
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