Bergoglio celebró en el estadio José María Morelos y Pavón de Morelia, la capital del estado de Michoacán, el tradicional encuentro con los jóvenes que realiza en los países que visita, según informa EFE.
Pero la capital de este estado del oeste de México es, además, escenario de numerosos hechos violentos en los últimos años, sobre todo relacionados con el narcotráfico y la delincuencia común.
Y por ello fue la ciudad elegida por Bergoglio para lanzar un llamamiento a los jóvenes mexicanos a acercarse a Jesús en lugar de buscar el camino fácil del narcotráfico. «Él nunca nos mandaría a la muerte, sino que todo en él es invitación a la vida», les aseguró.
Bergoglio comenzó recordando su primer discurso en México, cuando ante el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, les dijo que eran «la riqueza de este país».
Pero a veces «se vuelve difícil sentir la riqueza cuando nos vemos expuestos continuamente a la pérdida de amigos o de familiares en manos del narcotráfico, de las drogas, de organizaciones criminales que siembran el terror», admitió.
«Es difícil sentir la riqueza de una nación cuando no se tienen oportunidades de trabajo digno, posibilidades de estudio y capacitación, cuando no se sienten reconocidos los derechos que terminan impulsándolos a situaciones límites», les dijo.
A pesar de todo esto, Bergoglio les aseguró que la solución no era caer en el narcotráfico o la criminalidad. «Es mentira que la única forma de vivir, de poder ser joven es dejando la vida en manos del narcotráfico o de todos aquellos que lo único que están haciendo es sembrar destrucción y muerte», afirmó.
«Es mentira que la única forma que tienen de vivir los jóvenes aquí es en la pobreza y en la marginación», agregó.
Y les invitó a seguir a Jesús, porque «es Jesucristo el que desmiente todos los intentos de hacerlos inútiles, o meros mercenarios de ambiciones ajenas».
Fue uno de los más duros sobre las problemáticas a las que se enfrentan los jóvenes en México, y en general toda la sociedad, y el más cercano por el tono coloquial con el que se expresó el papa.
Jorge Mario Bergoglio también les dio varios consejos: «No se puede vivir la esperanza, sentir el mañana, si primero uno no logra valorarse, si no logra sentir que su vida, sus manos, su historia valen la pena».
Y les invitó a valorarse porque lo peor para perder la esperanza «es cuando sentís que no le importas a nadie o que estás dejado de lado» o cuando «sentís que da lo mismo que estés o que no estés. Eso mata, eso nos aniquila y es puerta de ingreso a tanto dolor».
También les citó las amenazas que acechan a los jóvenes como creer «que empiezas a ser valioso cuando te disfrazas de ropas, marcas, del último grito de la moda».
«La principal amenaza es cuando uno siente que tiene que tener plata para comprar todo, incluso el cariño de los demás, así como creer que por tener un gran coche sois feliz», continuó.
Para concluir, el papa les comentó que si siguen sus consejos y se acercan a Jesús, «no tendrán el último coche en la puerta, no tendrán los bolsillos llenos de plata, pero tendrán algo que nadie nunca podrá sacarles, que es la experiencia de sentirse amados, abrazados y acompañados».
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