Por el padre Michael Briese
Recuerda que tienes cosas que hacer hoy. Si por razones personales no puedes salir ni ir lejos, al menos tienes en lo más profundo de tu ser la capacidad de orar. ¡Úsala! ¡Vívela! ¡Y ama con tus oraciones!
Cree en el poder de orar. ¿Por qué? Porque tienes dentro de ti esa capacidad, ese don y ese poder para orar. ¡Así que ora! ¿Por qué? ¡Porque la oración es una fuerza poderosa!
La oración es el lenguaje del corazón humano. Si no oras con frecuencia, busca en tu interior y acude a la oración activando tu botón espiritual inactivo o poco usado. Luego, cierra los ojos y, en silencio, di tus palabras de oración.
La oración es el lenguaje del corazón humano. Si no oras con frecuencia, busca en tu interior y acude a la oración activando tu botón espiritual inactivo o poco usado. Luego, cierra los ojos y, en silencio, di tus palabras de oración.
Así es como se empieza a orar. ¡Anímate! La oración es el lenguaje de tu corazón. Dios te lo da. Ahora, en tus oraciones, retribuye a Dios.
Amén.
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