El ministro del Interior convocó a una marcha con el lema “Primero los italianos”. Y defendió el derecho a tener armas en casa para defenderse de los inmigrantes intrusos.
Matteo Salvini, el hombre fuerte del nuevo gobierno en Italia, reunió a más de 60 mil partidarios venidos en trenes y pullmans especiales desde toda Italia, en el primer gran acto multitudinario de su partido, la Liga, en la capital italiana, para festejar los primeros seis meses del gobierno nacional popular.
Bajo los lemas “italianos primero” e “Italia alza la cabeza”, Salvini llegó al palco de la plaza del Pueblo, en pleno centro de Roma, vistiendo una casaca color bordó de la policía, que lo autoidentifica como máximo defensor del orden público en su condición del ministro del Interior.
El hombre fuerte del gobierno volvió a confirmar las medidas restrictivas contra los inmigrantes llegados por el Mediterráneo y defendió la nueva ley de la legítima defensa que permite que quien sorprenda en su casa a un ladrón, le dispare.
En medio de las versiones sobre las continuas polémicas entre La Liga de Salvini y el otro socio populista, el Movimiento 5 Estrellas, que llevarían a elecciones generales anticipadas el año próximo, el ministro del Interior aseguró que “este gobierno va a gobernar los cinco años de su actual mandato”.
El de Italia es el único gobierno declaradamente populista de la Unión Europea de 28 países, si se cuenta a Gran Bretaña que está en la duda de irse o no irse de la Unión Europea. Salvini cuenta con los sondeos que le asignan más de un 36% de consenso popular, el doble del que conquistó en las elecciones del 4 de marzo. En cambio el Movimiento 5 Estrellas del otro viceprimer ministro, Luigi Di Maio, que logró el 32,5%, perdería en caso de elecciones anticipadas rebajando al 28-29%.
Salvini, considerado por la izquierda retrógrada como "un racista y extremista de derecha", ha aumentado su popularidad por su rechazo a los inmigrantes que tantas violaciones y asesinatos han causado en ese país. Este sábado, entre las ovaciones de la multitud, negó que La Liga sea racista. “Los verdaderos racistas fueron son y serán los que piensan vaciar el continente africano y tratarlo como una reserva”.
El ministro del Interior defendió la nueva ley de seguridad, que él promovió, que establece nuevas restricciones para los inmigrantes que piden asilo, quitando incluso la residencia en Italia "por razones humanitarias".
Aseguró que los que necesitan protección realmente son los 60 millones de italianos. “Más dinero para los alcaldes, cámaras de vigilancia en los jardines de infantes, pistolas eléctricas para ayudar a los policías”, propuso. "Yo apoyo siempre a las fuerzas policiales”, dijo, y agregó que seguirá defendiendo "el derecho de los ciudadanos a tener armas en sus casas para defenderse de los intrusos”.
En medio de las versiones sobre las continuas polémicas entre La Liga de Salvini y el otro socio populista, el Movimiento 5 Estrellas, que llevarían a elecciones generales anticipadas el año próximo, el ministro del Interior aseguró que “este gobierno va a gobernar los cinco años de su actual mandato”.
El de Italia es el único gobierno declaradamente populista de la Unión Europea de 28 países, si se cuenta a Gran Bretaña que está en la duda de irse o no irse de la Unión Europea. Salvini cuenta con los sondeos que le asignan más de un 36% de consenso popular, el doble del que conquistó en las elecciones del 4 de marzo. En cambio el Movimiento 5 Estrellas del otro viceprimer ministro, Luigi Di Maio, que logró el 32,5%, perdería en caso de elecciones anticipadas rebajando al 28-29%.
Salvini, considerado por la izquierda retrógrada como "un racista y extremista de derecha", ha aumentado su popularidad por su rechazo a los inmigrantes que tantas violaciones y asesinatos han causado en ese país. Este sábado, entre las ovaciones de la multitud, negó que La Liga sea racista. “Los verdaderos racistas fueron son y serán los que piensan vaciar el continente africano y tratarlo como una reserva”.
El ministro del Interior defendió la nueva ley de seguridad, que él promovió, que establece nuevas restricciones para los inmigrantes que piden asilo, quitando incluso la residencia en Italia "por razones humanitarias".
Aseguró que los que necesitan protección realmente son los 60 millones de italianos. “Más dinero para los alcaldes, cámaras de vigilancia en los jardines de infantes, pistolas eléctricas para ayudar a los policías”, propuso. "Yo apoyo siempre a las fuerzas policiales”, dijo, y agregó que seguirá defendiendo "el derecho de los ciudadanos a tener armas en sus casas para defenderse de los intrusos”.
Salvini criticó a la Unión Europea, pero ha abandonado anteriores posiciones en favor del retiro de Italia de la UE o al menos de la eurozona de la moneda única, el euro, que usan 19 países miembros.
Atacó a los que “han violado el sueño europeo dejando la política en manos de las finanzas y devolveremos la fuerza a los ciudadanos que quieren una nueva Europa basada en el respeto y la solidaridad”.
Citó los graves enfrentamientos que se viven en Francia, especialmente en la zona de los Campos Elíseos y el Arco de Triunfo en París. “No defiendo la violencia, pero quien siembra pobreza recoge protesta”, afirmó el líder populista, abriendo una nueva polémica con el presidente francés Emmanuel Macron.
Salvini pidió a la multitud reunida en la plaza del Pueblo “el mandato de ir a tratar con la Unión Europea, no como ministro sino en nombre de 60 millones de italianos que quieren dejar a sus hijos y nietos una Italia mejor”. Dijo que Europa “necesita un ánima e identidad que algunos ha perdido en nombre de la globalización”.
El 26 de mayo de 2019 será un día crucial para Europa porque se renovará totalmente el Parlamento europeo de Estrasburgo y Salvini quiere presentarse a la cabeza de una coalición triunfante de los partidos soberanistas antiglobalización, todos anticomunistas. Los analistas creen que si logra sus propósitos se las arreglará después para romper con su socio en el gobierno y mandar a Italia a elecciones anticipadas, que Salvini ganaría netamente para ser consagrado nuevo jefe del gobierno.
Salvini terminó su discurso asegurando que “si los portavoces de los poderes fuertes están contra nosotros significa que estamos haciendo lo correcto. ¡Jamás nos rendiremos!”.
Atacó a los que “han violado el sueño europeo dejando la política en manos de las finanzas y devolveremos la fuerza a los ciudadanos que quieren una nueva Europa basada en el respeto y la solidaridad”.
Citó los graves enfrentamientos que se viven en Francia, especialmente en la zona de los Campos Elíseos y el Arco de Triunfo en París. “No defiendo la violencia, pero quien siembra pobreza recoge protesta”, afirmó el líder populista, abriendo una nueva polémica con el presidente francés Emmanuel Macron.
Salvini pidió a la multitud reunida en la plaza del Pueblo “el mandato de ir a tratar con la Unión Europea, no como ministro sino en nombre de 60 millones de italianos que quieren dejar a sus hijos y nietos una Italia mejor”. Dijo que Europa “necesita un ánima e identidad que algunos ha perdido en nombre de la globalización”.
El 26 de mayo de 2019 será un día crucial para Europa porque se renovará totalmente el Parlamento europeo de Estrasburgo y Salvini quiere presentarse a la cabeza de una coalición triunfante de los partidos soberanistas antiglobalización, todos anticomunistas. Los analistas creen que si logra sus propósitos se las arreglará después para romper con su socio en el gobierno y mandar a Italia a elecciones anticipadas, que Salvini ganaría netamente para ser consagrado nuevo jefe del gobierno.
Salvini terminó su discurso asegurando que “si los portavoces de los poderes fuertes están contra nosotros significa que estamos haciendo lo correcto. ¡Jamás nos rendiremos!”.
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