Líderes católicos han encontrado razones para alabar los primeros 100 días de la presidencia de Donald Trump en Estados Unidos.
«El Presidente Donald Trump y el Vicepresidente Mike Pence han alterado el balance en favor de los movimientos provida», explicó Marjorie Dannenfelser, Presidenta de Susan B- Anthony List. «No solo han habido muchas victorias provida dentro de sus primeros 100 días de su gobierno, sino que confiamos en que el progreso provida continuará. Esta es una nueva etapa».
Apenas una semana después de que Trump asumiera el cargo, Pence dio un discurso en la Marcha por la Vida en Washington D.C. Ha sido la primera vez en la historia que un Vicepresidente en funciones lo ha hecho.
En aquella ocasión, Pence afirmó que «la vida está ganando en Estados Unidos», y alentó al movimiento provida a «ser conocido por el amor, y no por la ira, por la compasión, no por la confrontación».
El 23 de enero, Trump restituyó la Política de Ciudad de México, una normativa que prohíbe que fondos tributarios de Estados Unidos financien a organizaciones no gubernamentales que promuevan o realicen abortos fuera del país.
En abril, el gobierno de Estados Unidos retiró el financiamiento al Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), por sus vínculos con las políticas de control de la natalidad en China, que incluye esterilizaciones y abortos forzosos. El financiamiento fue redirigido a USAID con fines de planificación familiar.
El cardenal Timothy Dolan, presidente del comité pro-vida de los obispos de Estados Unidos, calificó la retirada de fondos como «una victoria para mujeres y niños de todo el mundo».
Poco después, el gobierno firmó una resolución aprobada por el Congreso que anuló una norma de la administración de Obama, que los providas habían calificado un «regalo de despedida para Planned Parenthood». Con la nueva resolución, los estados del país pueden nuevamente impedir el financiamiento a Planned Parenthood y otros grupos abortistas.
Diversos líderes provida han resaltado además los nombramientos provida del gobierno de Trump para distintas áreas, particularmente el del juez Neil Gorsuch para la Corte Suprema de Estados Unidos.
Apenas una semana después de que Trump asumiera el cargo, Pence dio un discurso en la Marcha por la Vida en Washington D.C. Ha sido la primera vez en la historia que un Vicepresidente en funciones lo ha hecho.
En aquella ocasión, Pence afirmó que «la vida está ganando en Estados Unidos», y alentó al movimiento provida a «ser conocido por el amor, y no por la ira, por la compasión, no por la confrontación».
El 23 de enero, Trump restituyó la Política de Ciudad de México, una normativa que prohíbe que fondos tributarios de Estados Unidos financien a organizaciones no gubernamentales que promuevan o realicen abortos fuera del país.
En abril, el gobierno de Estados Unidos retiró el financiamiento al Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), por sus vínculos con las políticas de control de la natalidad en China, que incluye esterilizaciones y abortos forzosos. El financiamiento fue redirigido a USAID con fines de planificación familiar.
El cardenal Timothy Dolan, presidente del comité pro-vida de los obispos de Estados Unidos, calificó la retirada de fondos como «una victoria para mujeres y niños de todo el mundo».
Poco después, el gobierno firmó una resolución aprobada por el Congreso que anuló una norma de la administración de Obama, que los providas habían calificado un «regalo de despedida para Planned Parenthood». Con la nueva resolución, los estados del país pueden nuevamente impedir el financiamiento a Planned Parenthood y otros grupos abortistas.
Diversos líderes provida han resaltado además los nombramientos provida del gobierno de Trump para distintas áreas, particularmente el del juez Neil Gorsuch para la Corte Suprema de Estados Unidos.
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