· El doctor John Bruchalski promovía y proporcionaba métodos anticonceptivos y abortos. También fue uno de los promotores del uso del concepto falso de ‘pre-embrión’. Ahora dirige uno de los centros más respetuosos con la vida de Estados Unidos.
· Dr. Bruchalski: “A los médicos que siguen practicando abortos les preguntaría si creen que poner fin a una vida ayuda a la madre. Es muy duro para una madre no preocuparse por su hijo, y les preguntaría si de verdad piensan que el aborto es la mejor respuesta; si no creen que hay mejores soluciones; y, si les interesa, que se pongan en contacto conmigo”.
Tras la celebración del II Foro Europeo One Of Us, en Budapest este 27 de mayo, tuvo lugar una gala en la que se entregó el II Premio Europeo One of Us ’Un héroe de la vida’, que en esta edición ha recaído sobre el doctor americano John Bruchalski, médico ex abortista, que actualmente dirige una de lo centro médicos defensores de la vida en Estados Unidos, el Tepeyac Family Centre.
Durante el acto, el Dr. Bruchalski señaló que cuando recibió la noticia de que había sido premiado por One Of Us “me quedé impresionado, es “incómodo” recibir un premio que honra el hecho de que no mate a vidas inocentes, que no mate a otros miembros de mi familia de todos los seres humanos, así que me parece curioso que me den este premio. No creo que me lo merezca, pero me siento honrado”.
El Dr. Bruchalski promovía y proporcionaba métodos anticonceptivos y abortos. También fue uno de los promotores del uso del concepto falso de ‘pre-embrión’. Pero tenía un sentimiento profundo de que aquello que hacía no era bueno: "No veía felicidad ni alegría en mi clínica. Cuantos más abortos y más anticonceptivos, más relaciones rotas, más infecciones, más destrucción, más amargura".
Escuchar el testimonio del profesor Jérôme Lejeune en Maryville, Estado Unidos, durante el juicio del caso del matrimonio Davies (1989), que, tras su divorcio, se reclamaban uno a la otra la custodia de unos embriones congelados, y en el que Lejeune desmontó el concepto de ‘pre-embrión’, le llevó a cambiar radicalmente sus planteamientos.
Posteriormente, creó el Centro Familiar Tepeyac, uno de los centros médicos respetuosos con la vida más independientes del país, donde el equipo del Dr. Bruchalski ofrece un refugio seguro para las mujeres ante embarazos con dificultades, difundiendo la esperanza a través de un auténtico cuidado de su salud que respeta los procesos naturales del cuerpo de la mujer y el derecho a la vida del feto.
Ahora, dirigiéndose al personal sanitario de todo el mundo que sigue practicando abortos, Jonh Bruchalski dice: “Les preguntaría si creen que poner fin a una vida ayuda a la madre. Es muy duro para una madre no preocuparse por su hijo, y le preguntaría si de verdad piensa que el aborto es la mejor respuesta, si no cree que hay mejores soluciones, y si les interesa, que se pongan en contacto conmigo”.
Y ante la pregunta de cómo la sociedad puede comprometerse y ayudar a las madres para que puedan tener a sus hijos Bruchalski dice: “Terminar la vida de un niño no nacido puede parecer a primera vista fácil, conveniente y efectivo, pero en relación al daño que se produce, no tenemos que pensar en términos económicos o políticos, sino en términos humanos. Estamos en el mundo para ayudarnos los unos a los otros, para caminar juntos en las dificultades y comprometernos en todos los aspectos, ya sea en proporcionar vivienda, sanidad… En este mundo la única respuesta que verdaderamente marca la diferencia es mostrar compasión. Por ello, estés donde estés, hagas lo que hagas, has de saber que siempre hay alguna forma de ayudar, no sólo matar al niño, porque esa no es la respuesta, la respuesta es mostrar que en las crisis siempre hay un camino donde no tienes que sentirte culpable. Lo sé como alguien que en el pasado práctico abortos, y pacientes que se han sometido a ellos lo que se siente: vergüenza, silencio… No es algo que la gente celebre, porque no se puede celebrar. Por ello, preocúpate de los demás y ayuda de la forma que puedas a las mujeres que veas en dificultades en su embarazo”.
Ahora, dirigiéndose al personal sanitario de todo el mundo que sigue practicando abortos, Jonh Bruchalski dice: “Les preguntaría si creen que poner fin a una vida ayuda a la madre. Es muy duro para una madre no preocuparse por su hijo, y le preguntaría si de verdad piensa que el aborto es la mejor respuesta, si no cree que hay mejores soluciones, y si les interesa, que se pongan en contacto conmigo”.
Y ante la pregunta de cómo la sociedad puede comprometerse y ayudar a las madres para que puedan tener a sus hijos Bruchalski dice: “Terminar la vida de un niño no nacido puede parecer a primera vista fácil, conveniente y efectivo, pero en relación al daño que se produce, no tenemos que pensar en términos económicos o políticos, sino en términos humanos. Estamos en el mundo para ayudarnos los unos a los otros, para caminar juntos en las dificultades y comprometernos en todos los aspectos, ya sea en proporcionar vivienda, sanidad… En este mundo la única respuesta que verdaderamente marca la diferencia es mostrar compasión. Por ello, estés donde estés, hagas lo que hagas, has de saber que siempre hay alguna forma de ayudar, no sólo matar al niño, porque esa no es la respuesta, la respuesta es mostrar que en las crisis siempre hay un camino donde no tienes que sentirte culpable. Lo sé como alguien que en el pasado práctico abortos, y pacientes que se han sometido a ellos lo que se siente: vergüenza, silencio… No es algo que la gente celebre, porque no se puede celebrar. Por ello, preocúpate de los demás y ayuda de la forma que puedas a las mujeres que veas en dificultades en su embarazo”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario