Por Carolina Koruk
La naturaleza guarda secretos en cada rincón. Es así cómo algunos médicos le atribuyen a la levadura de cerveza propiedades que ayudan a mejorar cuestiones vinculadas a la salud.
Para saber cuáles son sus beneficios, consultamos a diferentes especialistas que nos contaron cómo usar este producto y cuáles son las ventajas de incorporarlo a la dieta de todos los días.
La levadura de cerveza es un hongo unicelular que se obtiene de la descomposición del gluten de la malta o de la cebada. Luego se lava y se seca para que sea apto para el consumo. Se utiliza en forma industrial en la fabricación de pan, cerveza y vino.
Es rica en proteínas, en vitaminas –especialmente las del grupo B–, en oligoelementos y en minerales. Es un producto natural que ayuda a superar las anemias y a aliviar los dolores musculares.
Complemento ideal
El doctor Ricardo Ridner, presidente de la Sociedad Argentina de Nutrición, explica que una porción de veinte gramos de levadura es fuente de hierro y zinc, selenio, cromo y molibdeno. Sin embargo, aclara que estos últimos son metales que nuestro cuerpo usa en cantidades ínfimas.
Otro dato que Ridner advierte es que la levadura no figura en ninguna tabla nacional de composición validada científicamente. Por eso, puede ser parte de la alimentación saludable en las cantidades que cada persona desee incluir, pero no hay pruebas sobre sus efectos.
Lo que sí se sabe es que refuerza la dieta en momentos de mayor demanda de vitaminas y minerales, como cuando realizamos actividad física o durante el embarazo. También es un complemento ideal para las dietas hipocalóricas que son deficientes en proteínas, como las vegetarianas.
Al ser rica en proteínas como lisina, isoleucina y triptofano, también es una aliada natural de la belleza: fortalece el pelo, las uñas y acelera la regeneración del tejido cutáneo. Graciela Fernández Blanco, dermatóloga del hospital Enrique Tornú, agrega además que cuenta con propiedades desinfectantes contra gérmenes patógenos y hongos de la piel.
La levadura se puede conseguir en las dietéticas y viene en polvo, cápsulas o granulada. Las formas de consumirla pueden ser variadas: en un vaso de jugo de naranja, sobre sopas y pastas, como si fuera queso rallado, o con yogur.
Aunque se aconseja utilizar levadura para reducir el acné por la gran fuente de biotina y zinc, en ocasiones puede provocar picazón, erupciones cutáneas o urticaria, sobre todo en personas alérgicas a la vitamina B.
De todos modos, los especialistas aconsejan recurrir al médico para que determine cuáles son los suplementos necesarios, teniendo en cuenta las patologías, antecedentes, alergias y hábitos alimentarios de cada persona.
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