Anécdota histórica
En abril de 1843, Ña Maria marchaba hacia Buenos Aires con su carreta por el camino de carretas que unía San Fernando de Buena Vista con Buenos Aires. Lo hacía con dificultades porque el camino estaba muy malo debido a las lluvias de aquel mes. Pasó la Posta de San Isidro, pero al llegar a las cercanías del arroyo Maldonado, la carreta quedó empantanada. Llevaba pesada carga de bultos, correspondencia, y como pasajeros a una señora con varios niños.
Los bueyes extenuados por el esfuerzo no lograban desencajar la carreta, y Ña María comenzó a preocuparse por que los agarrara la noche en esas circunstancias y lugar, donde no faltaban bandidos y merodeadores.
En ese difícil trance, Ña Maria comenzó a despotricar contra las autoridades por el mal estado de los caminos, cayendo en la volteada jueces de Paz y Alcande. En esas circunstancias estaba cuando apareció un paisano bien montado que se arrimó a auxiliarla, y ante el silencio complaciente del paisano Ña María continuó renegando contra todos y hasta contra el propio Gobernador, que era en ese tiempo Don Juan Manuel de Rosas.
El recién llegado, como buen criollo y más sereno, ató el lazo a la carreta y a tiro de caballo logró desencajarla. La carretera se sintió tan agradecida, que hasta ofreció buena propina al paisano, que no aceptó de ninguna manera, y mientras se alejaba al galope tal vez Ña María se haya dicho: “¡Que güen paisano y tan bien montado!”.
La carreta retomó la marcha para llegar al anochecer a la Plaza Nueva de Buenos Aires, donde se concentraban las carretas llegadas del interior.
Al día siguiente temprano, Ña Maria estaba aprestando la carreta para iniciar el viaje de regreso, cuando se presentó un soldado con cinta punzó, con orden de Don Antonino Reyes, edecán del Gobernador, para que la carretera se presentara en Palermo de San Benito. El susto de Ña María no fue menor, sospechando que las autoridades se hayan enterado de los insultos al gobierno a través de infidencias del paisano que la auxiliara el día anterior.
A pesar de la desconfianza y el susto, la carretera se presentó en Palermo, e inmediatamente fue conducida ante Rosas. Grande fue la sorpresa de la carretera cuando vio que tenía enfrente al mismísimo paisano que el día anterior la sacó del pantano a tiro de caballo.
El historiador sanfernandino Héctor Adolfo Cordero relata que la entrevista fue cordial; el Restaurador admitió la razón de la carretera en cuanto al mal estado de los caminos y hasta le dio 200 pesos que en esos tiempos era una pequeña fortuna. La carretera salió encantada con el Restaurador, que hasta le prometió librar a sus hijos del servicio en la milicia, para que la ayudaran en el pesado servicio de carretera.
Reseña biográfica
Ña María había nacido el 18 de febrero de 1792 en el pueblo de Santa María de las Conchas, actualmente Tigre. En la pila bautismal figura como nombre Maria de los Santos, hija de Marcelino Sayas y doña María Zárate, ambos criollos.
Enrique Udaondo refiere que María de los Santos Sayas “era la persona que hacía el correo desde la época en que se estableció por decreto del 6 de diciembre de 1821 (…) ya que había desempeñado el mismo oficio que sus ascendientes desde el año 1747…”
Ña María transportaba el correo, bultos y pasajeros dos veces por semana entre los pueblos de Santa María de las Conchas, San Fernado de Buena Vista, San Isidro y Buenos Aires. Mantuvo siempre el servicio, hasta su muerte el 11 de febrero de 1811, victima del cólera.
Fuentes:
- Obras citadas.
- Periódico El Restaurador N° 21. Dic. 2011
- La Gazeta Federal www.lagazeta.com.ar
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario