Universidades y empresas perfeccionan sistemas de inteligencia artificial y realidad aumentada para descubrir sin errores cuando alguien miente.
Por Josep Lluís Micó
La combinación adecuada de inteligencia artificial y realidad aumentada puede acabar con la mentira. Esa es la ambiciosa hipótesis de trabajo de diversos equipos de científicos, empresas e instituciones que se han empeñado en combatir los engaños mediante la tecnología para, así, asegurar la seguridad de los ciudadanos de todo el mundo.
La discusión ética que se deriva de la innovación en cuestión es tan compleja como los mecanismos que hay que aplicar para lograr este objetivo. Sea como fuere, se están dando los primeros pasos en esta dirección a través de dispositivos tan prácticos y asequibles como los smartphones y las gafas inteligentes.
Las tradicionales máquinas de la verdad, es decir, los polígrafos, estudian la respiración, la presión sanguínea y otros indicadores fisiológicos para descubrir niveles de estrés en quienes se están sometiendo a los interrogatorios.
Como resultan muy controvertidos y no son absolutamente precisos, los resultados que ofrecen, siempre controlados por un experto en el uso de unos equipos que son bastante costosos, no son admitidos como pruebas irrefutables por la justicia de numerosos países. La alternativa digital se basa en gestos, movimientos oculares, entonaciones de voz, etc.
A diferencia de los complejos polígrafos, los experimentos se basan en dispositivos tan prácticos y asequibles como los smartphones y las gafas inteligentes
Si hay sistemas de inteligencia artificial capaces de averiguar cómo se sienten las personas que son grabadas por una cámara, ¿por qué no podrían desenmascarar a los embusteros? Human es una compañía británica que se dedica exactamente a esta actividad con los móviles. Su negocio se orienta hacia la localización de fraudes, el análisis de la satisfacción de los clientes y la contratación de empleados.
Otra firma similar, la norteamericana Converus, comercializa un artículo llamado EyeDetect, que observa la dilatación de las pupilas para saber cuándo alguien está mintiendo. Su índice de aciertos ronda el 90%.
—Human: https://wearehuman.io/#sectionone
—Converus: https://converus.com
Además de ciertos bancos y servicios de recursos humanos, ya hay cuerpos de policía que son clientes de esta firma. Su razonamiento es evidente. Por ejemplo, en el momento en el que un agente de aduanas le pregunta a un pasajero de un avión sobre la causa de su viaje, éste puede ocultar su auténtica motivación si teme ser considerado sospechoso de alguna infracción.
Sin embargo, si es escrutado por uno de estos aparatos, tal vez no pueda disimular o confundir a su interlocutor. De hecho, técnicamente es posible que este individuo ni siquiera se dé cuenta de que se le está examinando.
El método EyeDetect, que observa la dilatación de las pupilas para saber cuándo está mintiendo una persona, tiene un índice de aciertos que se aproxima al 90%
Investigadores del Centro Nacional de Seguridad Fronteriza e Inmigración de la Universidad de Arizona y el Departament de Seguridad Nacional de Estados Unidos han puesto en marcha un proyecto, el agente virtual automatizado para evaluaciones de la verdad en tiempo real (Avatar, por sus siglas en inglés), que consiste en colocar a los visitantes ante una estructura parecida a un cajero automático, formularles interrogantes y destapar sus engaños.
—Avatar: http://borders.arizona.edu/cms/projects/avatar-automated-virtual-agent-truth-assessments-real-time
La siguiente fase en la evolución será la incorporación de esta función a entornos o herramientas que no requerirán que quienes la utilicen tengan una formación específica. Uno de los fabricantes que colaboran con Apple, Quanta Computer, está en conversaciones con la empresa israelí Lumas Ltd. para producir lentes de gafas inteligentes.
Hasta ahora, ningún directivo del gigante de la manzana ha confirmado que vayan a explorar esta vía en breve. En cualquier caso, gestiones de este tipo proporcionan abundantes pistas sobre la relevancia y la trascendencia de este fenómeno.
Investigadores de Arizona han inventado una especie de cajeros automáticos que formulan preguntas en las aduanas y destapan los engaños de los viajeros.
Aleteia
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