El padre Julio César Grassi vivía libremente frente al orfanato donde ocurrieron los hechos, incluso cuando los tribunales lo declararon culpable en repetidas ocasiones. Comenzó a cumplir la pena tras las rejas en septiembre después de que la Corte Suprema provincial de Buenos Aires confirmara el veredicto.
El fallo publicado el lunes en el sitio web del sistema de justicia dice que el tribunal de apelaciones rechazó la solicitud de su abogado de liberarlo en espera de una apelación final ante la Corte Suprema nacional, diciendo que sus argumentos eran infundados.
Grassi era un sacerdote famoso que canalizó grandes donaciones de dinero a su Fundación Niños Felices hasta que fue acusado de abuso sexual en 1996. Fue condenado por primera vez en 2009 y aún mantiene que es inocente.
Global News
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