Afganistán, Congo, Pakistán, India y Somalía son considerados por la revista Foreign Policy como los 5 peores lugares del mundo para ser mujer.
Por Lourdes Romero
MADRID (Foreign Policy). El difícil acceso a la educación o a los servicios sanitarios, sumados a las agresiones sexuales, violencia física y discriminación hace que muchos países sean trampas diarías para las mujeres, incluso peores que los conflictos o guerras por las que, en la mayoría de los casos, han tenido que pasar. FP en español muestra los países donde nacer mujer supone un destino fatal.
1. Afganistán: 1 de cada 11 afganas mueren al dar al luz
Afganistán ocupa el primer puesto de los cinco, como el lugar del mundo más peligroso para ser mujer. Violencia, insalubridad o pobreza son los problemas a lo que se enfrentan diariamente las mujeres afganas. La guerra, el conflicto latente o los años vividos bajo el régimen Talibán han provocado algunas de las prácticas más aterradoras contra ellas. 1 de cada 11 afganas mueren durante el parto, según UNICEF, y el 80% de mujeres y niñas son forzadas a casarse, de acuerdo con datos publicados por la organización IRIN. Además, de ser víctimas de agresiones sexuales, violencia física o crímenes de honor; el 77% sufre discriminación laboral, el 94% están incapacitadas económicamente y el 91% reciben castigos físicos, según los datos extraídos de una encuesta realizada por TrustLaw.
Afganistán tiene uno de los mayores índices de mortalidad maternal en el mundo. El país alberga un contexto cultural, religioso y económico que concede a las mujeres escasas oportunidades para la educación o el acceso a la sanidad. Existe una falta extrema de esperanzas para un futuro mejor, lo que hace que las expectativas para las mujeres sean aún peores. Según las conclusiones extraídas de TrutLaw la violencia sexual y la falta de acceso a los recursos económicos y de salud representan una mayor amenaza para las mujeres que la inseguridad y la lucha que continúa en las fronteras afganas.
Su situación desde la caída del régimen Talibán en 2001 ha mejorado en algunos aspectos, pero estos logros que se han alcanzado en materias como educación, trabajo o código de vestimenta siguen siendo mínimos (el 87% son analfabetas según IRIN). En Afganistán, que es considerado como un Estado fallido, resulta impensable que por ahora pueda haber una ley contra los abusos sexuales.
2. República Democrática del Congo: 1.152 mujeres son violadas cada día
El nivel de agresiones sexuales en RDC es el más alto del mundo. 48 mujeres son violadas cada hora, unas 1.552 al día y aproximadamente 420.000 al año, según un informe presentado por American Journal of Public Health. En muchas ocasiones la guerra y los conflictos entre partes son el motivo principal para que se comentan estos crímenes, ya que las mujeres y las niñas son utilizadas como armas de guerra, tanto por los militares congoleños como por las tropas rebeldes, o reclutadas como soldados y a su vez como esclavas sexuales (67% según TrustLaw). No obstante, el estudio de la publicación estadounidense muestra que existen violencia y agresiones sexuales en el propio hogar.
En RDC el acceso a la educación y la salud es nulo para las mujeres y las niñas. El 57% de las embarazas padecen anemia, según datos publicados por el Banco Mundial. Además el hambre y la falta de recursos dificultan la situación, ya que en ocasiones los traslados para conseguir comida se conviertan en trampas, al ser asaltadas y agredidas en los caminos. La discriminación es otro factor que no mejora la vida de las mujeres, según el Social Institutions and Gender Index, un 0% pueden firmar documentos legales sin el consentimiento de los maridos.
La RDC sigue sufriendo las consecuencias de la guerra y el desastre humanitario sufrido entre 1998 y 2003, donde 5,4 millones de personas fueron asesinadas. La débil estructura política, económica y social que se ha formado y el hecho de que exista una amplia corrupción en el Gobierno no mejoran la situación del país y empeora, aún más, la de las mujeres, ya que no hay una organización jurídica que permita denunciar las agresiones. La mayoría de los delitos se quedan impunes.
3. Pakistán: Más de 1.000 mujeres y niñas son víctimas de crímenes de honor
La violencia y discriminación contra las mujeres en Pakistán es desmesurada. Las prácticas culturales, tribales y religiosas son los detonantes de que éstas sean víctimas diarias de agresiones en sus hogares. Muchas prácticas incluyen ataques con ácido (85%) o matrimonios forzosos (93% según TrustLaw). Según la Comisión de Pakistán para los Derechos Humanos 1.000 mujeres y niñas al año son víctimas de crímenes de honor; mientras que el 90% sufren violencia diaria en los hogares, según datos de la organización Human Right Watch.
En Pakistán la raíz del problema es la discriminación y la falta de leyes que amparen a las mujeres. La inexistencia de condenas judiciales o la impunidad de los crímenes exacerban aún más las agresiones a las que son sometidas diariamente. El país no reconoce la violación por parte del cónyuge y castiga severamente a las mujeres que tienen relaciones sexuales fuera del matrimonio.
La precaria situación femenina las expone a problemas muy graves. Una mujer gana un 82% menos que un hombre, según datos del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (UNDP). Además, no tienen derecho sobre las tierras o las propiedades. El 83% no tienen acceso a la educación y un 67% sufren discriminación en el reparto de las herencias. No obstante, en el país se han conseguido algunos logros legales, por ejemplo, está en proceso de aprobación una ley contra la violencia en el hogar y se han creado normativas que protegen a las mujeres trabajadoras contra el acoso sexual, el secuestro o la intimidación.
4. India: 100 millones de mujeres y niñas padecen el tráfico de personas
El tráfico de personas y la esclavitud sexual son dos de los mayores problemas que azotan al país. 50 millones de niñas han desaparecido durante el último siglo, víctimas de infanticidio, según el Fondo de Población de Naciones Unidas. Mientras que una estimación presentada por el ex secretario de Interior de India, Madhukar Gupta, 100 millones de personas, en su mayoría mujeres y niñas, están involucradas en el tráfico de personas. Según la Oficina Central de Investigación de India, hay 3 millones de prostitutas en el país de las cuales el 40% son menores. Y un elevado porcentaje está sometido a trabajos y matrimonios forzados (al 44,5% de las niñas las obligan a casarse antes de los 18 años, de acuerdo con datos presentados por el ICRW).
El gran problema es la falta de transparencia del Gobierno y la débil persecución que se hace de este tipo de delitos. La mayoría de los crímenes no son penados, por lo tanto no son erradicados. Otro problema es la falta de acceso a la educación de las mujeres, según TrustLaw el 90% es la cifra estimada. En India la discriminación viene incluso antes del nacimiento de las mujeres, de hecho se producen unos 12 millones de abortos cuando el sexo es femenino, en la mayoría de los casos esta práctica se realiza para evitar los costes de los matrimonios y las dotes femeninas.
5. Somalía: Apenas 9% de las mujeres dan a luz en condiciones óptimas
Somalia ocupa el último lugar en la lista, pero según palabras de la ministra para Desarrollo de las Mujeres y Bienestar Familiar del país, Maryan Qasim: “Si me preguntaran cual es el lugar más peligroso para ser mujer del mundo, yo diría, sin lugar a dudas, Somalia”.
Somalia es uno de los países más pobres, con mayor violencia y peor legislación en el mundo. Entre los múltiples problemas a los que se enfrentan las mujeres están el alto índice de mortalidad al dar a luz, las violaciones, los matrimonios infantiles forzados y la Mutilación Genital Femenina (MGF) a las que son sometidas todas las niñas entre 4 y 11 años en el país, según UNICEF el porcentaje es de 95% e incluso, está aumentando.
La ley desprotege totalmente a la mujer y la mayor amenaza a la que se enfrentan según Maryan Qasim, es a “quedarse embarazada, no la guerra”, ya que 1 de cada 14 mujeres mueren al dar a luz. La representación femenina en las instituciones gubernamentales es ínfima, sólo el 9,5% de las sillas del Parlamento están ocupadas por mujeres, según UNDP. El 100% no tiene acceso a la educación y el 86% no cuenta con una alimentación adecuada, según datos de TrustLaw.
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