En su ciclo de “catequesis sobre los vicios y las virtudes”, Bergoglio habló este miércoles 10 de enero sobre la gula durante la Audiencia General celebrada en el “Salón del Infierno del Vaticano”. Se basó en el texto de Proverbios 23:
Oye, hijo mío, y sé sabio, y endereza tu corazón al camino.
No estés con los bebedores de vino ni con los comilones de carne; porque el bebedor y el comilón se empobrecerán, y el mucho dormir los hará vestir de harapos.
Un hermoso párrafo del cual un verdadero Papa extraería enseñanzas muy positivas. Pero en fin... esta “meditación” es la que propone Bergoglio.
Queridos hermanos y hermanas:Buenos días. En nuestro camino de catequesis que estamos haciendo sobre los vicios y las virtudes, hoy nos detenemos en el vicio de la Gula. ¿Qué nos dice el Evangelio al respecto? Fijémonos en Jesús, su primer milagro en las bodas de Caná, revela su simpatía por las alegrías humanas, él se preocupa que la fiesta termine bien y regala a los novios una gran cantidad de buen vino. En todo su ministerio Jesús aparece como un profeta muy distinto del Bautista. Si Juan es recordado por su ascetismo, comía lo que encontraba en el desierto; Jesús, en cambio, muchas veces, lo encontramos en la mesa, su comportamiento suscita escándalo en algunos, porque no solo es benévolo con los pecadores, si no que incluso, come con ellos. Y este gesto demostraba su voluntad de comulgar con personas que eran rechazadas.
Bergoglio pretende emular a Jesús: una de sus habituales comidas con hombres disfrazados de mujer
Pero también hay algo mas, aunque la actitud de Jesús ante los preceptos judíos nos revela su plenitud y su plena sumisión a la ley. El se muestra comprensivo con sus discípulos, cuando ellos son sorprendidos in fraganti porque tienen hambre y recogen unas espigas el día sábado, Él lo justifica recordando que el Rey David y sus compañeros habían comido los panes sagrados. Y Jesús afirma un nuevo principio, los invitados a la boda no pueden ayunar cuando el esposo está con ellos.Jesús quiere que estemos en la alegría, en su compañía. Él, como el esposo de la Iglesia, pero también quiere que participemos en su sufrimiento, que son también el sufrimiento de los pequeños y los pobres. Jesús es universal.
Bergoglio nutricionista, psicólogo y místico
Otro aspecto importante es que Jesús hace caer la distinción entre alimentos puros y alimentos impuros, que era una distinción que se traía de la ley hebrea, y Jesús en este aspecto dice claramente que lo que hace la bondad o la maldad, digamos así, lo feo de un alimento, no es el alimento en sí, sino la relación que tenemos nosotros con ello.Y nosotros lo vemos. Cuando una persona tiene una relación no ordenada con los alimentos, lo vemos como come, come rápido, velozmente, con esas ganas de saciarse y jamás se sacia. Y no tiene una buena relación con los alimentos. Es esclavo de los alimentos.Y Jesús valoriza los alimentos, el comer incluso en la sociedad, en los eventos sociales, en los cuales se manifiestan diferentes desequilibrios y tantas patologías. O se come mucho o se come muy poco. Muchas veces se come en la soledad, muchas veces hay disturbios en la alimentación, como bulimia u obesidad; y la psicología y otras ciencias tratan de afrontar esta mala relación con los alimentos que produce todas estas enfermedades, tantas enfermedades. Se trata a menudo de enfermedades muy dolorosas relacionadas sobre todo con tormentos de la psiquis y del alma. Hay una relación en esto, entre el desequilibrio psíquico y el modo de comer, el modo de alimentarse.La alimentación es la manifestación de algo interior, la predisposición al equilibrio o la desmesura, la capacidad de dar gracias o la arrogante pretensión de autonomía, la empatía de quien sabe compartir la comida con los necesitados, o también el egoísmo de quien lo acumula todo para sí mismo.Esta pregunta es muy importante: dime como comes y te diré que alma posees. En el modo de comer se ve el alma interior, nuestras costumbres, nuestras actitudes psíquicas.
La medida de su abdomen, ¿habla de su alma?
La “locura del vientre”, ¿tendrá algo que ver con los sodomitas?
Los antiguos padres llamaban al vicio de la gula con el nombre de gastrimargía, un termino que se puede traducir como “locura del vientre”. La gula es una locura del vientre. También existe este proverbio: que nosotros tenemos que comer para vivir y no vivir para comer, la locura del vientre.Es un vicio que se injerta en una de nuestra necesidades vitales como la alimentación, estemos atentos a esto.
Bergoglio exagerado
Si lo leemos desde un punto de vista social, la gula es quizás el vicio mas peligroso que esta acabando con el planeta, porque el pecado de quien cede ante un trozo de pastel, después de todo, no causa gran daño, pero la voracidad con la que nos hemos desatado desde hace algunos siglos hacia los bienes del planeta, esta comprometiendo el futuro de todos.
¿Bergoglio imaginará que los católicos hacen esto?
Nos hemos abalanzado sobre todo para hacernos dueños de todo, cuando todo había sido consignado a nuestra custodia, no a la explotación.Este es entonces el gran pecado. La furia del vientre. Hemos abjurado el nombre de “hombres” para asumir otro: “consumidores”. Y hoy es así, se habla así en la vida social: “consumidores”. Ni siquiera nos dimos cuenta que alguien nos había empezado a llamar así. Estamos hechos para ser hombres y mujeres eucarísticos, capaces de dar gracias, discretos en el uso de la tierra, y en cambio, nos hemos convertido en depredadores, y ahora estamos dando cuenta que esta forma de gula nos ha hecho mucho mal y hace mal al mundo.Pidamos al Señor que nos ayude en el camino de la sobriedad, que todas las formas de gula no se apoderen de nuestra vida. Muchas gracias
Transcrito del sitio web oficial de Youtube de la Santa Sede, Vatican News en español
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