Por Luiz Sérgio Solimeo
“El Consistorio de un papa con prisas”
Al final de su pontificado, Francisco, en su afán por cambiar por completo la Iglesia católica antes de rendir cuentas al Creador, acelera las reformas y nombra prelados acordes con su ideario religioso.
Por lo tanto, el próximo consistorio para elevar a veintiún cardenales (siempre elegidos según su ideología) indica la prisa con la que está actuando. Como dijo un comentarista religioso, el consistorio del 30 de septiembre es el “consistorio de un papa con prisa” (1).
Un “Sínodo” para Transformar la Iglesia
El sínodo de la sinodalidad está acelerando los cambios institucionales, doctrinales, dogmáticos y morales que ha implementado a lo largo de su pontificado.
El mismo Francisco ha afirmado que, a través del sínodo, pretende transformar la Iglesia monárquica, tal como la fundó Nuestro Señor, en una democracia directa en la que los fieles decidan en lugar de la jerarquía (2).
“Sínodo sobre la Sodomía”
El nombramiento del jesuita James Martin como miembro del sínodo, así como la presencia del cardenal Jean-Claude Hollerich, también jesuita, al frente del evento como “relator general” designado por Francisco, ha hecho que el evento se denomine el “sínodo sobre sodomía” (3).
En una entrevista con la agencia de noticias católica alemana KNA, el cardenal Hollerich afirmó que la enseñanza de la Iglesia que condena este pecado contra la naturaleza es incorrecta y debe cambiarse:
“Creo que el fundamento sociológico-científico de esta enseñanza ya no es correcto... Creo que es hora de una revisión fundamental de la doctrina” (4).
El escritor fantasma de Amoris Laetitia nombrado Prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe
En la misma línea de revisión de la Doctrina Católica, Francisco nombró el 1 de julio al “arzobispo” Víctor Manuel Fernández, considerado su escritor fantasma (5), para encabezar la oficina doctrinal del Vaticano, el Dicasterio para la Doctrina de la Fe. También es presidente de la Comisión Bíblica Pontificia y de la Comisión Teológica Internacional.
Al nombrar al “arzobispo” Víctor Manuel Fernández para suceder al Cardenal Ladaria, Francisco escribió al “arzobispo” Fernández una carta presentando su concepción del Dicasterio:
“El dicasterio que presidirás en otros tiempos llegó a utilizar métodos inmorales. Eran tiempos en los que, más que promover el conocimiento teológico, se perseguían posibles errores doctrinales... Lo que espero de ti es ciertamente algo muy diferente” (6).Según explica monseñor Fernández, el pontífice escribió esa carta del 1 de julio para informar lo que quería que hiciera en el dicasterio. Obviamente, está completamente de acuerdo con el contenido de la carta y cree que el antiguo Santo Oficio y la Inquisición utilizaron métodos inmorales para perseguir a los teólogos (7).
Al comentar sobre los supuestos “métodos inmorales” empleados por el ex Santo Oficio, en una entrevista con una estación de radio argentina, el “arzobispo” menciona la reacción de un teólogo progresista que realizó un acto de venganza contra el ex Santo Oficio. Dicho sea de paso, ese acto fue de una bajeza más propia de un delincuente que de un teólogo. Dice el “arzobispo” Fernández:
“En la época del Concilio Vaticano II , hubo grandes teólogos a los que esta institución persiguió. Y hay un caso célebre de un gran teólogo que orinó una noche en la puerta del Santo Oficio como gesto de desprecio ante esta metodología persecutoria” (8).Ese teólogo progresista fue el “padre” Yves Congar, OP, uno de los principales redactores de los textos del Vaticano II (9). El periodista Robert Blair Kaiser, ex novicio jesuita enviado por Time para cubrir el Concilio, narra el episodio (10), que confirma el Prof. Roberto de Mattei, escribiendo: “El mismo Congar, dos veces, en 1946 y 1954, orinó en la puerta del Santo Oficio, en señal de desprecio hacia la suprema institución de la Iglesia” (11).
“Sáname con tu boca. El arte de besar”
Para conocer mejor al nuevo Prefecto del ex Santo Oficio, conviene recordar que siendo un joven sacerdote en 1995, el “arzobispo” Fernández escribió un libro erótico-místico titulado “Sáname con tu boca. El arte de besar” (12).
El libro está ilustrado con fotografías de esculturas de hombres desnudos y mujeres besándose. En la página 10 del capítulo inicial, la escultura muestra a una mujer de frente y totalmente desnuda, con la cabeza inclinada hacia un lado, siendo besada por un hombre también desnudo. La página 18 muestra otra escultura de aparentemente una pareja, también desnuda, abrazándose y besándose.
Junto a consideraciones erótico-místicas sobre los besos, da consejos prácticos sobre cómo besar y enumera los obstáculos que dificultan esta práctica, como el mal aliento (para el que ofrece consejos para evitar), bigotes sin recortar, etc.
Besos carnales, ¿un acto místico?
El autor parece darle al beso sensual entre hombre y mujer una nota mística, una fusión de personalidades.
“Todo tu ser, y no sólo tus labios, se compromete en un beso... Un beso es un encuentro de los dos en un momento en que no existe nada más que ellos, y nada más vale la pena” (13).Más adelante escribe:
“Si faltan esos besos lentos, pausados, temblorosos, puede ser que el amor haya dejado de ser un encuentro de dos que se admiran, se contemplan y se adoran” (14).
“El beso es el termómetro del amor. Por eso, cuando las cosas no funcionan entre los dos, hay que seguir los caminos que conducen al beso en lugar de pretender arreglarlo en la cama. ¿Cuáles pueden ser esos caminos? Las más importantes son cinco: hablar, mirar, tocar, crear, buscar” (15).Para él, el beso sensual fusiona tanto las personalidades que
“por entender esto, muchas prostitutas se prestan a todo tipo de juegos sexuales, pero no se dejan besar por cualquiera” (16).Toma el beso metafórico usado en las Escrituras y por los místicos para indicar la unión de un alma con Dios, como el beso carnal entre un hombre y una mujer. Él dice:
“¿Qué es ese beso infinito reflejado de Dios en nuestros besos?” (17).El último capítulo del libro se titula: “El beso supermístico” (18).
¿Un poeta?
El “arzobispo” Fernández también se considera “poeta”. Sin embargo, algunos de sus poemas en el libro nos dejan en duda, como este extracto:
“No te das cuenta / despistado [distraído] / Tus labios asesinos / Y tus ojos no advierten / Los ojos errantes / Que quedan detenidos / ante la carne divina / de tu boca. … Cómo Dios fue tan despiadado/ Para darte esa boca…/ No hay quien resista/ bruja.../ escóndela” (19).
Este es un libro único, más aún porque —como nos informa el “arzobispo”— lo escribió para su “trabajo pastoral” con los jóvenes. ¿Qué efecto tuvo este “trabajo pastoral” en esos jóvenes, particularmente en esta época de ignorancia religiosa y de deificación del placer sexual? El “arzobispo” tampoco explicó las normas morales que se deben seguir en este grave asunto.
Negar la Humanae Vitae
Tiene una noción errónea de la moral —ciencia normativa que orienta los actos humanos, prohibiendo el mal y permitiendo el bien— al considerarla sólo como expresión de la misericordia.
Uno lo deduce de su artículo, “La Dimensión Trinitaria de la Moral II: Profundizando el Aspecto Ético a la Luz de 'Deus caritas est'” (20). En nombre de la “misericordia”, acepta los anticonceptivos, contrariamente a la enseñanza constante de la Iglesia, como recuerda la Encíclica Humanae Vitae.
El “arzobispo” Fernández dice que cuando una pareja utiliza la abstención periódica para el control de la natalidad, y la esposa se imagina que impone una pesada carga a su esposo, “en ese caso, un rechazo intransigente a todo uso del condón haría que el cumplimiento de una norma externa tomara prima sobre la grave obligación de cuidar la comunión amorosa y la estabilidad conyugal que exige más directamente la caridad” (21).
Ahora bien, la Humanae Vitae afirma categóricamente:
“En conformidad con estos principios fundamentales de la visión humana y cristiana del matrimonio, debemos una vez más declarar que hay que excluir absolutamente, como vía lícita para la regulación de los nacimientos, la interrupción directa del proceso generador ya iniciado, y sobre todo el aborto directamente querido y procurado, aunque sea por razones terapéuticas” (22).
El “matrimonio” de personas del mismo sexo
El “arzobispo” Fernández también es ambiguo con respecto al pecado homosexual. Sobre la bendición de las uniones homosexuales, dice que no se pueden equiparar con el matrimonio.
“Ahora, si se da una bendición para no causar esa confusión, habrá que analizarla y confirmarla. Como verá, hay un punto en el que se sale de una discusión propiamente teológica y se entra en una cuestión más bien prudencial o disciplinaria” (23).
¿Está Francisco designando a su sucesor?
Cabe preguntarse si Francisco pretende hacer sucesor a su protegido y escritor fantasma, el “arzobispo” Víctor Manuel Fernández, nombrándolo prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe. ¿Espera que, así como el Cardenal Ratzinger sucedió a Juan Pablo II tras ocupar ese cargo, lo mismo suceda con el “arzobispo” argentino que lo sucede en la Cátedra de San Pedro? Eso garantizaría la continuidad de su transformación de la Iglesia.
Notas:
1) John L Allen Jr/ Crux, “The consistory of a pope in a hurry”, Catholic Herald, 10 de julio de 2023,
Tradition, Family, Property
2) Luiz Sérgio Solimeo, “Una 'Iglesia sinodal' confunsa y al revés”.
8) Idem, ibidem.
9) Cfr. Yves Congar, OP, “My Journal of the Council”, trad. Denis Minns OP (Collegeville, Minnesota: Liturgical Press, 2012), págs. 870-871.
10) Robert Blair Kaiser, “Congar orinó en la pared del Santo Oficio a principios de la década de 1960”
11) Journal d'un théologien (1946-1954), (Paris: Editions du Cerf, 2000), pp. 88, 293, en Roberto de Mattei, “Complessità e paradossi nella storia della Chiesa”
12) Editorial Lumen, Buenos Ayres, Argentina, 1995.
13) Sáname con tu boca. El arte de besar, pág. 13
14) Sáname con tu boca. El arte de besar , p. 15.
15) Idem, pág. 21
16) Idem, pág. 55.
17) Idem, pág. 69.
18) Idem. pág.. 71ss.
19) Idem, pág. 40. En el original en español: “No te das conta/ despistada [distraída]/ Tus labios asesinos/ Y tus ojos no advierten/ Los ojos divagantes/ Que quedan detenidos/ ante la carne divina/ de tu boca. … Como fue Dios tan desapiadado/ Para darte esa boca…/ No hay quien resista/ bruja/ escóndela”
20) Revista Teología, Tomo XLIII, No. 89, 2006.
21) Op. cit., pág. 150.
22) Humanae Vitae
Tradition, Family, Property
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