martes, 9 de mayo de 2023

BAUTISMO DE DESEO Y PRINCIPIOS TEOLÓGICOS

¿Qué principios deben seguir los católicos para llegar a la verdad?

Por el padre Anthony Cekada (✞)


A LO LARGO DE LOS AÑOS me he encontrado ocasionalmente con tradicionalistas, tanto laicos como clérigos, que seguían las enseñanzas del difunto reverendo Leonard Feeney y del Centro San Benito sobre el axioma “Fuera de la Iglesia no hay salvación”. Quienes abrazan plenamente la postura feeneyista, rechazan la enseñanza católica común sobre el bautismo de deseo y el bautismo de sangre.

Sin embargo, los católicos no son libres de rechazar esta enseñanza, porque procede del magisterio ordinario universal de la Iglesia. Pío IX declaró que los católicos están obligados a creer aquellas enseñanzas que los teólogos sostienen que “pertenecen a la fe”, y a someterse a aquellas formas de doctrina comúnmente sostenidas como “verdades y conclusiones teológicas”.

En 1998, fotocopié material sobre el bautismo de deseo y el bautismo de sangre de las obras de veinticinco teólogos anteriores al Vaticano II (incluidos dos Doctores de la Iglesia), y lo reuní en un dossier. Todos, por supuesto, enseñan la misma doctrina.

Detrás del rechazo feeneyista de esta doctrina se esconde un rechazo de los principios que estableció Pío IX, principios que constituyen la base de toda la ciencia de la Teología. Quien rechaza estos criterios rechaza los fundamentos de la Teología Católica y construye una teología peculiar propia, en la que su propia interpretación de los pronunciamientos papales es tan arbitraria e idiosincrática como la interpretación de la Biblia de un bautista librepensador. Es completamente inútil discutir con tal persona sobre el bautismo de sangre y el bautismo de deseo, porque no acepta el único criterio sobre el que debe juzgarse una cuestión teológica.

Lo que sigue son notas de una conferencia que di el 15 de julio de 2000 sobre los principios que deben aplicarse al examinar las cuestiones del bautismo de deseo y del bautismo de sangre. 


Sección I

¿Qué principios exige seguir la Iglesia?

I. Debes creer las enseñanzas del magisterio solemne y ordinario universal de la Iglesia (Vaticano I).
A. Principio General:
● “Además, por la fe divina y católica, deben creerse todas aquellas cosas que están contenidas en la palabra escrita de Dios y en la Tradición, y aquellas que son propuestas por la Iglesia, ya sea en un pronunciamiento solemne o EN SU PODER DOCENTE ORDINARIO Y UNIVERSAL [magisterio], para ser creídas como divinamente reveladas”. Concilio Vaticano I, Constitución dogmática sobre la fe (1870), DZ 1792.
B. El Código de Derecho Canónico impone la misma obligación (Canon 1323.1)

C. Por lo tanto, debes creer por fe divina y católica aquellas cosas:
1. Contenidas en la Escritura o en la Tradición, Y
2. Propuestas para ser creídas como divinamente reveladas por la autoridad de la Iglesia, ya sea a través de:
a. Pronunciamientos solemnes (por concilios ecuménicos, o papas ex cathedra) O

b. Magisterio ordinario universal (enseñanza de los obispos junto con el papa, ya sea en concilio, o difundida por todo el mundo).

D. Esto no es “opcional”, o “una cuestión de opinión”.

● Define el objeto de la fe - lo que estás obligado a creer.

● Además, es de fide definita - un pronunciamiento infalible, inmutable, y solemne.


II. Debes creer aquellas enseñanzas del magisterio ordinario universal que los teólogos consideran que pertenecen a la fe (Pío IX).

● “Pues aunque se trate de aquella obediencia que se debe concretamente a la fe divina, esta obediencia no debe limitarse a las verdades expresamente definidas por los decretos de los Concilios ecuménicos o de los Romanos Pontífices y de esta Sede Apostólica, sino que debe extenderse también a las verdades que por el Magisterio ordinario de la Iglesia, difundidas en todo el mundo, se transmiten como divinamente reveladas y, por tanto, por el consenso común y universal de los teólogos católicos, se tienen como cuestiones de fe”. Tuas Libenter (1863), DZ 1683.


III. Debes someterte también a las decisiones doctrinales de la Santa Sede y a otras formas de doctrina comúnmente tenidas como verdades y conclusiones teológicas. (Pío IX).
A. Principio general.
● “Pero si bien les rendimos los elogios por haber profesado la verdad que necesariamente se deriva de la obediencia a la fe católica, estamos íntimamente convencidos de que esa obediencia, a la que están sujetos los maestros y escritores católicos, no se refiere solo a las verdades que se proponen todos los fieles del magisterio infalible de la Iglesia como dogmas de fe. Y, por lo tanto, también estamos profundamente convencidos de que no querían declarar que la adhesión perfecta a las verdades reveladas, reconocidas por ellos como absolutamente necesarias para el verdadero progreso de las ciencias y para la refutación de errores, se puede obtener si se presta fe y obediencia solo a los dogmas definido expresamente por la Iglesia” Tuas Libenter (1863), DZ 1684.
B. Por lo tanto, hay que atenerse a lo siguiente
1. Decisiones doctrinales de las Congregaciones Vaticanas (por ejemplo, el Santo Oficio).
2. Formas de Doctrina sostenidas como:
a. Verdades y conclusiones teológicas.

b. Tan ciertas que su oposición merece alguna censura teológica censura teológica que no sea “errores”.

IV. Usted debe rechazar estas posiciones condenatorias sobre esta cuestión:
A. Los teólogos han “oscurecido” las verdades más importantes de nuestra fe. (Condenado por Pío VI.)
● “La proposición que afirma que “en estos últimos siglos, un oscurecimiento general se ha extendido sobre las verdades más importantes de la religión y que son la base de la fe y la moral de la doctrina de Jesucristo”;

HERETICO. Auctorem Fidei (1794) DZ 1501.
B. Los católicos están obligados a creer sólo aquellas cuestiones infaliblemente propuestas como dogmas. (Condenado por Pío IX.)
● “Y así todas y cada una de las malas opiniones y doctrinas individualmente mencionadas en esta carta, por Nuestra autoridad Apostólica las rechazamos, proscribimos y condenamos: y deseamos y ordenamos que sean consideradas como absolutamente rechazadas, proscritas y condenadas por todos los hijos de la Iglesia Católica...”

“22. La obligación por la cual los maestros y escritores católicos están absolutamente obligados se restringe a aquellas materias solamente que son propuestas por el juicio infalible de la Iglesia, para ser creídas por todos como dogmas de la fe”. PROPOSICIÓN CONDENADA. Encíclica Quanta Cura y Syllabus de los Errores (1864), DZ 1699, 1722.
C. Las encíclicas no exigen asentimiento, porque los papas no ejercen su potestad suprema. (Condenado por Pío XII.)
● “No debe pensarse que lo que se establece en las Cartas Encíclicas no exige asentimiento en sí mismo, porque en ellas los papas no ejercen las supremas potestades de su magisterium. Pues estas materias son enseñadas por el magisterium ordinario, respecto al cual es pertinente lo siguiente: “Quien a vosotros oye, a mí me oye”; y normalmente lo que se expone e inculca en las Cartas Encíclicas, pertenece ya a la doctrina católica”. Humani Generis (1950), DZ 2313.


Sección II

Por qué la Iglesia exige Creer o Adherirse a Doctrinas Comúnmente Enseñadas por sus Teólogos.

Resumen traducido por Fr. Cekada de Fr. Reginald-Maria SCHULTES OP, De Ecclesia Catholica: Praelectiones Apologeticae [Conferencias apologéticas sobre la Iglesia Católica], 2ª ed., París: Lethielleux 1931, pp. 667 y ss. Este libro fue utilizado por los estudiantes de Doctorado en Teología en las universidades romanas a principios del siglo XX. Fr. Schultes poseía el más alto grado teológico en la Orden Dominicana (OPS ThMagister), y era profesor en la Universidad Pontificia del Angelicum en Roma. Secciones marcadas con asteriscos (*) = comentarios adicionales de Fr. Cekada.


I. Conceptos introductorios.
A. Definición de Teólogo = “hombres doctos que después del tiempo de los Padres de la Iglesia enseñaron científicamente la doctrina sagrada en la Iglesia”.
1. en la Iglesia = en unión con la Iglesia, ya sea con: (a) una misión específica de la Iglesia o (b) el Consentimiento de la Iglesia, ya sea expreso o tácito.

2. doctrina = ya sea dogma o moral.
B. Tipos generales de teología.
1. Positiva = investiga y expone los contenidos de la Escritura y de los Padres.

2. 2. Escolástica = busca la comprensión de la fe mediante el uso de la Escritura, los Padres, la razón (silogismos), los principios filosóficos (al explicar la revelación, sacar conclusiones y formular definiciones). 
C. La formación y la carrera del teólogo *

● Seminario Menor: 6 años. Latín, artes liberales.

Filosofía: 2-3 años. Lógica, Metafísica, Cosmología, Psicología, Criteriología, etc.

Teología, estudiada en una Universidad Pontificia: Dogmática, Moral, Pastoral, estudiada por el clero ordinario, 4-5 años. (En 1er año, criterios para resolver las cuestiones teológicas). Licenciatura en S.T.L. Ordenación hacia los 25 años. Estudios de doctorado, 2-4 años. Investigación, disertación, defensa pública de la tesis ante examinadores de una Universidad Pontificia. Título S.T.D.

Primeros años de carrera: Docencia en cursos universitarios. Ayudante de investigación de profesores superiores. Redacción e investigación de artículos propios. Publicación de artículos en revistas. (Todos son examinados por los profesores y deben ser revisados por los superiores eclesiásticos y recibir un Imprimatur). Revisión por parte de los profesores superiores.

Carrera intermedia: (Si tiene éxito). Ayudantía en la Universidad Pontificia. Selección como autor asociado de una obra importante de un teólogo reconocido. Continuación de la investigación y publicación de artículos en revistas. (Todo ello con revisión por pares y aprobación eclesiástica).

Carrera posterior: (Si tiene éxito). Profesor titular en una Universidad Pontificia. Autoría de una obra considerada una contribución significativa en un campo particular. Continuación de la investigación y publicación de artículos en revistas. (Todo ello con revisión por pares y aprobación eclesiástica).

Los mejores: (Sólo los mejores). Director de un departamento en una Universidad Pontificia. Autor de un manual en varios volúmenes sobre teología dogmática o moral, considerado una contribución sobresaliente en su campo y utilizado en seminarios y universidades de todo el mundo. Nombramiento por el Papa como Consultor de uno de los departamentos de la Curia Romana. Invitación a redactar una encíclica o legislación papal. El sombrero cardenalicio. Canonización como santo. El título de "Doctor de la Iglesia".

Conclusión a extraer: Los teólogos que fueron reconocidos como los mejores en sus campos antes del Vaticano II poseían un conocimiento y experiencia en la doctrina católica que era abrumadoramente superior a la de un laico o el párroco promedio.
II. Opositores a la autoridad de los teólogos.
A. Humanistas. (Rechazaban los principios sobrenaturales. Ponían al hombre en el centro del universo).

B. Protestantes. (Rechazaron doctrinas que defendían los teólogos).
1. Lutero. La teología escolástica es “ignorancia de la verdad y falsedad inane”.

2. Melancthon. La teología escolástica es “el Evangelio oscurecido, la fe extinguida”.
C. Jansenistas. (Afirmaban que los teólogos “oscurecían la doctrina revelada”).

D. Modernistas, liberales racionalistas. (Rechazan la naturaleza inmutable de la verdad).

III. Doctrina de la Iglesia sobre el tema.
A. Pronunciamientos papales.
1. Pío VI. Condena las siguientes proposiciones del Sínodo de Pistoia (1794):

a. Que el método escolástico “abrió el camino para inventar nuevos sistemas discordantes entre sí con respecto a verdades de mayor valor, y que finalmente condujeron al probabilismo y al laxismo”. DZ 1576.

b. “La afirmación que ataca con cargos calumniosos las opiniones discutidas en las escuelas católicas acerca de las cuales la Sede Apostólica ha creído que nada hay todavía que definir o pronunciarse”. DZ 1578.

c. “La proposición que afirma 'que en estos últimos tiempos se ha difundido un oscurecimiento general de las verdades más importantes que pertenecen a la religión, que son la base de la la fe y de las enseñanzas morales de Jesucristo', herética”. DZ 1501.

2. Pío IX. Reprensión a los que rechazan las enseñanzas de la Teología escolástica:

“Tampoco ignoramos que también en Alemania prevaleció una falsa opinión contra la antigua escuela, y contra la enseñanza de aquellos Doctores supremos, a quienes la Iglesia universal venera por su admirable sabiduría y santidad de vida. Pero por esta falsa opinión la autoridad de la Iglesia misma es puesta en peligro, especialmente desde que la Iglesia, no sólo a través de tantos siglos continuos ha ha permitido que la ciencia teológica sea cultivada de acuerdo con el método y los principios de estos mismos Doctores, sancionados por el común consentimiento de todas las escuelas católicas, sino que también [la Iglesia] también muy a menudo ensalzó su doctrina teológica con las mayores alabanzas, y la recomendó encarecidamente como de la fe y un formidable arsenal contra sus enemigos". sus enemigos”. Tuas libenter, 1863, DZ 1680.

3. León XIII. Prescribe el uso de Santo Tomás y sus métodos
B. Práctica de la Iglesia.
1. Condena de las doctrinas contrarias a la enseñanza de los teólogos.

2. Aplicando la doctrina y los métodos escolásticos en sus pronunciamientos.

3. Declarar a los teólogos Doctores de la Iglesia. (Santo Tomás, Buenaventura, etc.)
C. El Código de Derecho Canónico.
● “Los instructores, al dirigir el estudio de las materias de filosofía racional y de Teología y en la formación de los seminaristas en estas materias, seguirán el método, doctrina y principios del Doctor Angélico, y se adherirán firmemente a ellos”. (Canon 1366.2)

IV. Tesis: La enseñanza unánime de los teólogos en materia de fe y de moral establece la certeza de la prueba de un dogma.
A. Primera prueba: La conexión de los teólogos con la Iglesia.
1. Como hombres que estudian la ciencia teológica, los teólogos sólo tienen autoridad científica e histórica. Pero como servidores, órganos y testigos de la Iglesia, poseen una autoridad a la vez dogmática y cierta.

2. La doctrina de la Iglesia en materia de fe y costumbres posee una autoridad dogmática y cierta. (a) La enseñanza unánime de los teólogos atestigua y expresa la doctrina de la Iglesia, porque la Iglesia acepta como verdadera y propia la enseñanza común de los teólogos cuando la aprueba tácita o expresamente. (b) Los teólogos, como ministros y órganos de la Iglesia, instruyen a los fieles en las doctrinas de la fe. Por lo tanto, de hecho las cosas que se predican, enseñan, sostienen y creen son las mismas que los teólogos proponen y enseñan.

3. Y así, por la conexión de los teólogos con la Iglesia de entonces, su acuerdo sobre una doctrina tiene una autoridad que es a la vez dogmática y cierta, porque de otro modo peligraría la autoridad de la misma Iglesia, por admitir, fomentar o aprobar la [falsa] doctrina de los teólogos.

4. Esta prueba se confirma porque la autoridad dogmática de los teólogos es negada por todos aquellos y sólo por aquellos que: (a) Se niegan a admitir la autoridad dogmática de la Iglesia; o (b) al menos se niegan a considerar la conexión de los teólogos con la Iglesia. No es de extrañar que todos los enemigos de la Iglesia o de la verdad católica sean también enemigos de la teología católica.
B. Segunda prueba: Principios falsos detrás de los argumentos contrarios.
● Los opositores niegan la autoridad dogmática de los teólogos por:

(1) Romper el vínculo entre la Iglesia y los teólogos, o al menos negando o disminuyendo la autoridad dogmática de la propia Iglesia. (2) Oponiéndose directamente a la Doctrina Católica que los teólogos proponen y defienden. (3) Intentando introducir filosofía errónea u otros conceptos falsos incompatibles con la enseñanza de la fe.
C. Tercera prueba: Los efectos
● La enseñanza de los teólogos, especialmente de los escolásticos, es la que mejor explica y defiende la doctrina de la fe, alimenta y engendra la fe, y ayuda y perfecciona la vida cristiana. Por el contrario, cuando y en la medida en que se abandona la doctrina de los teólogos, especialmente la de los teólogos escolásticos, surgen los errores teológicos, incluso las herejías, y decae la vida cristiana. Toda la historia eclesiástica da testimonio de ello, desde la Edad Media hasta nuestros días. Por un lado, la magnífica explicación y elucidación de la Doctrina Cristiana por parte de los teólogos escolásticos, aprobada y aclamada por la Iglesia -a la que corresponde juzgar la verdad de la Doctrina Teológica- y la fe y la vida cristiana ejemplar. En cambio, las herejías, los errores teológicos, la decadencia de la vida cristiana - todo lo prueba la historia de los protestantes, baianistas, Jansenistas, Modernistas, y otros oponentes de recientes escuelas teológicas.

V. Objeciones y respuestas. (A-C: P. Schultes; D-E: P. Cekada)
A. Los teólogos, entonces, “crean” doctrinas. “No es tarea de los teólogos determinar si alguna doctrina es 'de fide' o 'cierta' o 'católica'”.
● Respuesta: Los teólogos no 'determinan' si alguna doctrina es 'de fide' o 'cierta' o 'católica'. Ellos simplemente demuestran, o manifiestan o dan testimonio de que una doctrina particular es 'de fide' o 'cierta' o 'católica.'
B. Pero los teólogos erraron en el pasado... “A lo largo de la historia, los teólogos sostuvieron diversos errores, y luego disputaron sobre cuestiones graves entre ellos”.
Respuesta: Dejo pasar la acusación de que los teólogos escolásticos erraron en ciertas cuestiones de la fe. Sin embargo, ellos no defendieron unánimemente un error como doctrina de la fe.
C. No pueden explicar de manera fiable el significado de la doctrina definida. “Los teólogos son testigos fiables de una doctrina definida por la Iglesia. Pero no son testigos fiables del sentido de una doctrina que proponen. En esto deben ser considerados sólo que interpretan el dogma y lo aplican según su propia filosofía”. 
● Respuesta: Los teólogos son testigos no sólo de la definición de una doctrina, sino también de su significado. (a) Al explicar y determinar el significado de los dogmas, los teólogos son considerados maestros privados en cuanto a los métodos que utilizan (argumentos, etc.), pero no cuando proponen una doctrina como doctrina de la fe o de la Iglesia, aunque expresen su significado a otras personas utilizando otros conceptos y fórmulas. (b) La opinión contraria peca obviamente contra la enseñanza de la Iglesia sobre la autoridad de los teólogos. (c) Además, es absurdo afirmar que los Padres de la Iglesia y sus teólogos se equivocaron al exponer y explicar el significado de la doctrina de la fe. Esta opinión implica el error jansenista de que la fe ha sido “oscurecida” en la Iglesia.
D. Los teólogos y el Vaticano II *: “Las enseñanzas de los teólogos fueron responsables de los errores doctrinales del Vaticano II. Puesto que estos teólogos erraron y nosotros rechazamos sus enseñanzas, también somos libres, por lo tanto, de rechazar la enseñanza de teólogos anteriores si una enseñanza 'no tiene sentido' para nosotros”.
Respuesta: El grupo de teólogos modernistas europeos principalmente responsables de los errores del Vaticano II eran enemigos de la teología escolástica tradicional y habían sido censurados o silenciados por la autoridad eclesiástica: Murray, Schillebeeckx, Congar, de Lubac, Teilhard, etc. Cuando se suprimieron las restricciones bajo Juan XXIII, pudieron difundir libremente sus errores. En todo caso, el hecho de que hubieran sido silenciados previamente demuestra la vigilancia de la Iglesia contra el error en los escritos de la Iglesia.
E. Interpretación privada de los pronunciamientos magisteriales *. “Creo que los pronunciamientos infalibles de la Iglesia son todos bastante claros. No necesito 'interpretaciones' o explicaciones de los teólogos. Simplemente lo tomo todo al pie de la letra” 
● Respuesta: Las interpretaciones y explicaciones de textos por cuenta propia son para los protestantes, no para los católicos. La teología es una ciencia que opera bajo la atenta mirada de la Iglesia, no una batalla campal para cada católico con una traducción al inglés de Denziger. Como cualquier otra ciencia, la teología funciona según criterios reconocidos y objetivos que los expertos utilizan para llegar a la verdad sobre diversas proposiciones. Por lo tanto, si no estás formado en esta ciencia, no tienes nada que hacer con tus propias interpretaciones de los pronunciamientos del magisterio. En el mejor de los casos, acabarás pareciendo un ignorante; en el peor, un hereje.


Explicación adicional de otro teólogo

Resumen traducido por el P. Cekada del material en I. Salaverri SJ. Tractatus de Ecclesia, 3ª ed., Madrid, BAC 1955, 846ss. 

Tesis 21. El consenso de los teólogos en materia de fe y moral es un criterio cierto de la Tradición divina.

A. El valor dogmático de esta Tesis. Es:
1. Doctrina católica. (De la enseñanza de Pío IX citada anteriormente).

2. Teológicamente cierta. (De la práctica de Trento y del Vaticano I.)
B. Prueba de la tesis.
1. Premisa mayor. El consentimiento de los teólogos en materia de fe y moral está tan íntimamente relacionado con la enseñanza de la Iglesia que un error en el consenso de los teólogos conduciría necesariamente a toda la Iglesia al error.

2. Premisa menor. Pero toda la Iglesia no puede errar en la fe y la moral. (La Iglesia es infalible).

3. Conclusión. El consenso de los teólogos en materia de fe y moral es un criterio cierto de la Tradición divina.
C. Pruebas de la premisa mayor.
1. Cita de obras teológicas. Papas, obispos, etc., desde el siglo VIII en adelante enseñaron material que extrajeron de la enseñanza de los teólogos.

2. Supervisión. A partir de los siglos XII-XVI, la Iglesia fundó, dirigió y supervisó todas las escuelas teológicas.

3. Legislación. Desde la época de Trento, las obras teológicas se utilizaban en seminarios supervisados por obispos y papas.

4. Consulta. La Iglesia utilizó a los teólogos como sus consultores para asuntos doctrinales.

5. Aprobación implícita. La Iglesia aprueba implícitamente el contenido de las obras de los teólogos al no censurarlas, lo que está obligada a hacer en caso de errores teológicos. 

6. Recomendación. Los escritos de diversas escuelas teológicas son elogiados por los papas y presentados como ejemplos a imitar.

Sección III

Teólogos anteriores al Vaticano II que enseñan el Bautismo de Deseo y el Bautismo de Sangre. 

Del dossier con 122 páginas de material fotocopiado

La tabla adjunta contiene una lista de teólogos anteriores al Vaticano II que enseñaron el bautismo de deseo (=desiderii, flaminis, in voto, etc.) y el bautismo de sangre (=sanguinis, martyrii, etc.), junto con una referencia de página al dossier fotocopiado que preparé. Dos de ellos, San Alfonso de Ligorio y San Roberto Belarmino, son Doctores de la Iglesia. Se pueden encontrar fácilmente muchos más teólogos de este tipo. Éstas son sólo las obras de mi biblioteca privada.

También se da la categoría teológica (si la hay) que cada teólogo ha asignado a la enseñanza sobre el bautismo de sangre y el bautismo de deseo. Esta “categoría” en teología (también llamada “nota” teológica, “calificación”, etc.) indica cuán cerca está una enseñanza de las verdades que Dios ha revelado y nos obliga a creer - si es “teológicamente cierta”, “doctrina católica”, de fide (de la fe), etc,. (Algunos teólogos simplemente enseñan las doctrinas, y no asignan categorías).


Sección IV

Conclusiones de lo anterior sobre el Bautismo de Deseo y el Bautismo de Sangre

1. Los veinticinco teólogos enseñan el bautismo de sangre y el bautismo de deseo, y ninguno rechaza la enseñanza, por lo que ambas doctrinas son sostenidas de común acuerdo.

2. Algunos teólogos categorizan las doctrinas como teológicamente ciertas.

3. Algunos teólogos categorizan las doctrinas como doctrina católica.

4. Algunos teólogos categorizan las doctrinas como de fide (de la fe).


Sección V

Aplicación del Principio del Papa Pío IX a la Enseñanza de estos Teólogos

1. Principio General (de Pío IX, secc. I: II-III arriba):

Todos los católicos están obligados a adherirse a una enseñanza si los teólogos católicos la sostienen de común acuerdo, o la sostienen como de fide o doctrina católica, o teológicamente cierta.

2. Hecho particular (de las secs. III, IV anteriores, como se documenta en el expediente): Los teólogos católicos sí sostienen la enseñanza sobre el bautismo de deseo y el bautismo de sangre de común acuerdo, o la sostienen como de fide, o doctrina católica, o teológicamente cierta.

3. Conclusión (1 + 2):

Por lo tanto, todos los católicos están obligados a adherirse a la enseñanza sobre el bautismo de deseo y el bautismo de sangre.


Sección VI

Grado de Error y Gravedad del Pecado si Rechaza el Bautismo de Deseo y el Bautismo de Sangre

A cada “categoría” teológica le corresponde una censura teológica que expresa el grado de error en el que alguien ha caído al negar una enseñanza concreta.

A continuación se presentan las diversas categorías que los teólogos atribuyen al bautismo de deseo y al bautismo de sangre, junto con las censuras correspondientes y una nota sobre la gravedad del pecado cometido.


Sección VII

Conclusión general

Todos los católicos están obligados a adherirse a la enseñanza común sobre el bautismo de sangre y el bautismo de deseo.

Según las normas expuestas, la posición feeneyista representa o bien un error teológico, o bien un error en la Doctrina Católica o herejía.

Los católicos que se adhieren a la posición feeneyista sobre el bautismo de deseo y bautismo de sangre cometen un pecado mortal contra la fe.


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