viernes, 20 de junio de 2014

FRANCISCO RECIBE “BENDICIÓN” DEL “ARZOBISPO” ANGLICANO DE CANTERBURY

El lunes 16 de junio, Jorge Bergoglio (alias “papa Francisco”) invitó a su amigo Justin Welby, el llamado “Arzobispo de Canterbury”, y decidió recibir una “bendición” del clérigo imaginario. 


Como decretó definitivamente el Papa León XIII en 1896, las órdenes sagradas que posee el clero anglicano son inválidas , “absolutamente nulas y absolutamente inválidas”:

Entonces, considerando que esta materia, aunque ya decidida, había sido puesta de nuevo a discusión por ciertas personas, cualesquiera fueran sus razones, y que de ahí podría haberse fomentado un pernicioso error en las mentes de aquellos que podrían suponerse a sí mismos poseedores del Sacramento y los efectos de las Órdenes, que de ninguna manera podrían poseerlos, nos pareció bueno pronunciar en el Señor, nuestro juicio.

Por eso, adhiriéndonos estrictamente, en esta materia, a los decretos de los pontífices, nuestros predecesores, y confirmándolos más plenamente y, por decirlo así, renovándolos por nuestra autoridad, por nuestra propia iniciativa y certero conocimiento, Nos pronunciamos y declaramos que las ordenaciones llevadas a cabo según el rito anglicano han sido y son absolutamente nulas y sin efecto.

(Papa León XIII,  Constitución Apostólica Apostolicae Curae, nn. 35-36; subrayado añadido).

Aunque el sitio web del Vaticano de ninguna manera ha considerado apropiado publicar el final de esta “alegría ecuménica” pronunciada y declarada en Apostolicae Curae en su propio sitio web, incluso la enseñanza oficial del Novus Ordo afirma el decreto del Papa León:

En cuanto a aquellas verdades ligadas a la revelación por necesidad histórica y que han de tenerse por definitivas, pero no pueden ser declaradas divinamente reveladas, se pueden dar los siguientes ejemplos: la legitimidad de la elección del Sumo Pontífice o de la celebración de un concilio ecuménico, las canonizaciones de santos (hechos dogmáticos), la declaración del Papa León XIII en la Carta Apostólica Apostolicae Curae sobre la invalidez de las ordenaciones anglicanas.

(Congregación Novus Ordo para la Doctrina de la Fe, Comentario doctrinal  a la fórmula conclusiva de la  Professio Fidei, n. 11) En inglés aquí.

Al mismo tiempo, por supuesto, las bases para una “reevaluación” del veredicto del Papa León XIII sobre las órdenes anglicanas ya se sentaron en 1979, cuando una “comisión” conjunta anglicana/NovusOrdo descubrió un “nuevo contexto” en el cual discutir el asunto (en inglés aquí).

Seguramente no pasará mucho tiempo antes de que la secta del Novus Ordo cambie oficialmente su tono, porque el ecumenismo es tan difícil de mantener cuando tienes esto colgando sobre tu cabeza, y además, la Iglesia del Vaticano II ha aceptado durante mucho tiempo la validez de las ordenaciones anglicanas de todos modos.

Por ejemplo, además de la falsa “bendición” anglicana que Francisco acaba de aceptar, el “papa” Benedicto XVI en 2009 le dio al Archilago inglés —entonces Rowan Williams— una cruz pectoral, que significa autoridad episcopal (en inglés aquí), algo que también había hecho el “papa” Juan Pablo II en 2003 (en inglés aquí); y en 1966 el “papa” Pablo VI le dio su propio anillo episcopal al entonces “Arzobispo” de Canterbury, Michael Ramsey (foto aquí).

¿Captado el mensaje? ¡Los anglicanos ciertamente lo hicieron!

Al permitir que el “Arzobispo” Welby le otorgue una pretendida bendición, el “papa” Francisco está una vez más reconociendo implícitamente la validez de las órdenes anglicanas, en contra de la declaración definitiva e infalible del Papa León XIII, y está afirmando aún más en la mente de todos que existe algo sobrenatural y de valor en la falsa iglesia de los anglicanos. De hecho, dijo tanto, y más, en su discurso al Sr. Welby, a quien concedió el título de "Su Gracia":

Una vez más nos encontramos, Su Gracia, como colaboradores en la viña del Señor y compañeros de peregrinación en el camino hacia su Reino. Les doy la bienvenida a ustedes y a los distinguidos miembros de su delegación, y rezo para que la reunión de hoy sirva para fortalecer aún más nuestros lazos de amistad y nuestro compromiso con la gran causa de la reconciliación y la comunión entre los creyentes cristianos.

(“Papa” Francisco, Discurso al “arzobispo” Justin Welby y su séquito, 16 de junio de 2014)

Así que aquí lo tenemos: Francisco reconoce al jefe de la secta anglicana como un "colaborador en la viña del Señor", incluso un "creyente", como si los herejes anglicanos, cuya iglesia se originó en el deseo de una unión adúltera del Rey Enrique VIII, quien se declaró a sí mismo cabeza de la Iglesia y mandó ejecutar a los fieles católicos, hubieran recibido de Cristo la misión de difundir el Evangelio. Aquí Francisco está claramente, no solo en acciones sino también en palabras, renunciando a la pretensión de la Iglesia Católica de ser la única Iglesia verdadera y el único medio de salvación.

Todo esto está perfectamente en línea con el ecumenismo de la Secta del Vaticano II, que destruye la doctrina católica en aras de una falsa “unidad” que es contraria a la voluntad de Cristo porque viene a expensas de la verdad.

Verificación de la realidad católica sobre el ecumenismo:

Lejos, sin embargo, de los hijos de la Iglesia Católica ser jamás en modo alguno enemigos de los que no nos están unidos por los vínculos de la misma fe y caridad; al contrario, si aquellos son pobres o están enfermos o afligidos por cualesquiera otras miserias, esfuércense más bien en cumplir con ellos todos los deberes de la caridad cristiana y en ayudarlos siempre y, ante todo, pongan empeño por sacarlos de las tinieblas del error en que míseramente yacen y reducirlos a la verdad católica y a la madre amantísima, la Iglesia, que no cesa nunca de tenderles sus manos maternas y llamarlos nuevamente a su seno, a fin de que, fundados y firmes en la fe, esperanza y caridad y fructificando en toda obra buena (Col. 1, 10), consigan la eterna salvación.

(Papa Pío IX,  Encíclica Quanto Conficiamur Moorere, n. 9)

Incluso bajo el pretexto de promover la unidad, no se permite disimular un solo dogmaporque, como nos advierte el Patriarca de Alejandría, “aunque el deseo de la paz es una cosa noble y excelente, sin embargo, no debemos descuidar por ella la virtud de la lealtad en Cristo”. En consecuencia, el tan deseado retorno de los hijos descarriados a la verdadera y genuina unidad en Cristo no se verá favorecido por la concentración exclusiva en aquellas doctrinas que todas, o la mayoría, de las comunidades que se glorían del nombre cristiano aceptan en común. El único método exitoso será el que fundamente la armonía y el acuerdo entre los fieles de Cristo sobre todas las verdades, y el conjunto de las verdades, que Dios ha revelado.

(Papa Pío XII, Encíclica Orientalis Ecclesiae, n.16)

Si no ha escuchado esto de la Iglesia Novus Ordo en las últimas décadas, es porque no lo creen. Es así de simple. No hay un gran misterio aquí, solo un completo rechazo de la Fe.


Novus Ordo Watch


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