Por el padre T.J. Ojeka
Prólogo:
Hice la siguiente publicación:
El actual jefe modernista, Robert Prevost, con el nombre artístico de #LeoXIV, dice:
“Creo que tenemos que trabajar juntos para buscar una mayor unidad, el respeto por todas las personas y todas las religiones”.
Mientras tanto, el “respeto por todas las religiones” ya fue denunciado por el Papa León XIII en su encíclica Custodi di Quella Fede contra la masonería en 1892 con estas palabras:
“15. Todos deben evitar la familiaridad o la amistad con cualquier persona sospechosa de pertenecer a la albañilería [masonería] o a grupos afiliados. Conócelos por sus frutos y evítalos. Debe evitarse toda familiaridad, no solo con los libertinos impíos que promueven abiertamente el carácter de la secta, sino también con los que se esconden bajo la máscara de la tolerancia universal, el RESPETO POR TODAS LAS RELIGIONES y el anhelo de conciliar las máximas del Evangelio con los de la revolución. Estos hombres buscan reconciliar a Cristo y Belial, la Iglesia de Dios y el estado sin Dios” (énfasis añadido).
¡Piénsalo!
Aunque varios comentarios mostraban que se apreciaba el mensaje de la publicación, un comentarista escribió:
“¿Acaso has leído lo que has citado? ¿Es la MASONERÍA una religión o una secta?
Siempre te he dicho a ti y a los que te siguen que nunca dejarás de engañarlos hasta que se vean a sí mismos en el infierno.
El Papa que has citado hablaba de la MASONERÍA. El Papa actual simplemente habla de otras religiones. ¿Cómo se relacionan ambas cosas?”
¿Quién no ve en este comentario una combinación de los diferentes niveles de lamentable ignorancia que a menudo se manifiestan en muchos que se hacen pasar por defensores de la religión impostora modernista que ocupa los edificios católicos junto con la jerarquía responsable de ella: doctrinal, histórica y, más sutil, lingüística, es decir, la incapacidad de comprender un texto determinado antes de lanzarse a un frenético ataque?
Asaltadas por una especie de ignorancia impaciente, muchas de las lamentables víctimas de la impostura modernista están, por defecto, mal dispuestas a que se les ayude a reconocer la apostasía modernista y el engaño que las ha envuelto.
Para edificación de los hombres de buena voluntad, continuamos aquí desenmascarando el vínculo obvio que la ignorancia intenta ocultar.
1. Doctrina católica:
Por qué se condena el “respeto a todas las religiones”
El Papa León XIII condenó la masonería no porque fuera una organización especialmente malvada, sino por sus principios, y el principal error que identificó repetidamente fue:
El indiferentismo religioso: la idea de que todas las religiones son igualmente respetables o caminos hacia Dios.
Esto queda explícito en Humanum Genus y de nuevo en Custodi di Quella Fede, donde León XIII denuncia la afirmación masónica de que:
● Todas las religiones merecen el mismo respeto.
● Una religión es tan buena como otra.
● El Estado o el individuo no necesitan reconocer a la Iglesia Católica como la Verdadera Religión.
El catolicismo premodernista enseña que la Iglesia tiene el mandato divino de rechazar todas las religiones falsas y buscar su conversión.
Por lo tanto, cuando el comentarista dice:
El Papa que has citado hablaba de la MASONERÍA. El Papa actual simplemente habla de otras religiones.
Debemos responder:
León XIII condenó el principio de tratar a todas las religiones como merecedoras de respeto.
Es irrelevante si la fuente del principio es la masonería, el modernismo o el mismo diablo.
La doctrina es condenada sin importar quién la enseñe.
2. Error lógico n° 1:
Confusión de categorías
El comentarista comete una falacia lógica básica:
Trata el objeto (la masonería) como la razón de la condena, en lugar de la doctrina que enseña.
Pero León XIII afirma explícitamente que condena:
● los principios naturalistas de la masonería,
● los errores doctrinales,
● su enseñanza sobre la religión, no simplemente la organización.
Por lo tanto, la condena se aplica a cualquiera que adopte los mismos principios.
Es como decir:
● “La Iglesia condenó el arrianismo porque era arrianismo, no porque negaba la divinidad de Cristo”.
Esto es absurdo a simple vista.
La Iglesia condena los errores, no simplemente las etiquetas.
3. Error lógico n° 2:
Ignorancia de la teología católica sobre la religión
El comentarista asume un marco modernista:
● Que la Iglesia “respeta” todas las religiones.
● Que “respeto” se refiere a sus doctrinas.
● Que tratar las religiones falsas de manera positiva es aceptable.
Pero la teología anterior al concilio Vaticano II es inequívoca:
La Iglesia respeta a las personas, no a las religiones falsas.
Las religiones falsas son errores que deben corregirse, no dignificarse.
Pío XI (Mortalium Animos), Pío IX (Syllabus Errorum) y León XIII enseñan:
● Está prohibido alabar, estimar o legitimar las religiones falsas como si contuvieran la verdadera adoración a Dios.
● El indiferentismo religioso es un pecado grave.
Por lo tanto, cuando el impostor papal dice “respetar todas las religiones”, un católico tradicional oye:
● Un respaldo directo a un principio condenado.
● Un eco del indiferentismo masónico.
● Un repudio al deber de la Iglesia de evangelizar.
Así pues, el comentarista que demuestra ignorancia no comprende la enseñanza católica inmemorial.
4. Error lógico n° 3:
No ver la conexión entre los principios y las consecuencias
El comentarista dice:
“¿Cómo están relacionados?”
El católico intransigente responde:
“Están relacionados porque ambas afirmaciones promueven el mismo error doctrinal: que las religiones falsas poseen dignidad y deben ser respetadas”.
No importa si la fuente de la afirmación es:
● Una logia
● Un papa falso
● Un falso profeta
● Un pagano
● Un teólogo modernista
Si la doctrina es la misma, la condena es aplicable.
Esta es la lógica católica básica, arraigada en los principios tomistas:
El error no tiene derechos. Solo la verdad merece respeto.
“Respetar” una religión falsa es respetar un error, lo cual es incompatible con el catolicismo anterior al concilio Vaticano II.
5. Error lógico n° 4:
Malentender la palabra “respeto”
La teología moral y doctrinal católica tradicional utiliza “respeto” en un sentido estricto.
● Las personas merecen respeto porque están hechas a imagen y semejanza de Dios.
● Las religiones falsas, por el contrario, insultan al Dios verdadero y engañan a las almas.
Por lo tanto, decir “respetar las religiones falsas” es -para alguien que no es solo católico de nombre- blasfemo.
El comentarista adopta un sentido modernista de “respeto”, que significa:
● “Sé amable con todo el mundo”.
● “No juzgues”.
● “Todas las religiones tienen cosas buenas”.
Esto es precisamente el indiferentismo condenado repetidamente por el Magisterio.
Por lo tanto, su error no es solo lógico, sino también doctrinal.
6. ¿Quién corre realmente el riesgo de ser engañado?
Ahora bien, cuando un entusiasta y acusador modernista grita:
“Siempre te he dicho a ti y a los que te siguen que nunca dejarás de engañarlos hasta que se vean a sí mismos en el infierno”
la acusación revela más sobre el acusador que sobre el acusado.
¿Lo veis? No es la fidelidad a la doctrina inmutable de Cristo lo que pone en peligro el alma, sino la negativa a escucharla.
● El que descarta la verdad sin comprenderla,
● el que protege el error con indignación
● y el que ataca al mensajero en lugar del mensaje, se pone a sí mismo en grave peligro.
Los que se aferran a la enseñanza perenne de la Iglesia buscan la salvación; los que rechazan esa enseñanza en favor de innovaciones y contradicciones se arriesgan a la ceguera que conduce a la ruina. La cuestión, entonces, no es quién advierte, sino quién escucha, pues solo el amante de la verdad está a salvo del engaño.
7. Resumen
¿Qué revela el diagnóstico de este comentarista del Novus Ordo?
● Ignorancia doctrinal
Desconoce la enseñanza católica sobre las religiones falsas.
● Confusión lógica
No distingue entre condenar un principio y condenar una organización.
● Supuestos modernistas
Sin saberlo, adopta el lenguaje modernista del Vaticano II en lugar del lenguaje católico del pasado.
● Errores de categoría
Trata el “respeto a todas las religiones” como algo inofensivo, cuando se trata de una herejía formalmente condenada.
¡Cuán impaciente es su ignorancia e ilógica! Prefiere escuchar a los agentes de la revolución modernista en permanencia que a un sacerdote católico intransigente que simplemente hace su trabajo. ¡Ojalá se atreviera a ser un amante de la Verdad, entonces estaría a salvo del engaño modernista!
La necesidad de claridad al servicio de la Verdad nos impulsa a reiterar que:
● El Papa León XIII condenó la doctrina del respeto a todas las religiones.
● Un “papa” modernista que promueve la misma doctrina está repitiendo un error condenado.
● El comentarista del Novus Ordo, al atacarme a mí, un sacerdote que solo hace su trabajo, revela su ignorancia de la teología católica y comete múltiples falacias lógicas.
● El conflicto no es entre la masonería y el impostor papal, sino sobre un principio compartido que la Iglesia ya ha condenado.
Es insignificante que este comentarista en particular sea incapaz de ver la conexión, aquellos que tienen ojos para ver son capaces de verla. AMDG.
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