El falso “papa” Bergoglio ha emitido una nueva condena a quienes se negaron a inyectarse las inoculaciones experimentales, diciendo que la oposición a las inyecciones lo “angustiaba” ya que “estar en contra del 'antídoto' es un acto de negación casi suicida”.
Hablando como parte de sus “memorias” recién publicadas, en una serie de entrevistas realizadas por el periodista Fabio Marchese Ragona, Bergoglio destacó sus pensamientos y respuestas a la era PLANdémica, incluidas las inoculaciones experimentales.
El falso “papa” tuvo el descaro de reprender a aquellos que decidieron preservar su salud y eligieron no inocularse la “marca de la bestia”. El hereje jesuita dijo:
Decidir 'vacunarse' o no, es siempre una elección ética, pero sé que muchas personas se apuntaron a movimientos contrarios a la administración del 'medicamento'. Esto 'me angustió' porque, en mi opinión, estar 'en contra del antídoto' es 'un acto de negación casi suicida'.
Bergoglio también lanzó “una indirecta” contra el cardenal Raymond Burke, quien expresó una fuerte oposición a las inyecciones y que también fue hospitalizado, según dijeron los “expertos”, por “covid”.
“Había incluso algunos 'antivacunas' entre los obispos, y algunos estuvieron al borde de la muerte”, afirmó el apóstata argentino.
Refiriéndose a los confinamientos obligatorios que los gobiernos pro Nuevo Orden Mundial impusieron, el falso “papa” dijo:
“Este sombrío escenario 'comenzó a cambiar' con la llegada de las primeras 'vacunas'”.
El falso “pontífice”, ha sido desde el principio un abierto promotor de las farmacéuticas, y finge no tener conocimiento de la multitud de efectos secundarios relacionados con la puesta en marcha de las inyecciones experimentales, incluyendo el aumento de enfermedades cardíacas, cerebrales y sanguíneas, entre otras cuestiones.
En Agosto de 2020, el apóstata argentino “aconsejaba” la “vacunación universal para todos”, condimentando su declaraciones con su discurso politizado: “La 'pandemia' de 'coronavirus' ha revelado 'la difícil situación de los pobres' y 'la gran desigualdad que reina en el mundo'. El 'coronavirus' no hace excepciones entre las personas, sin embargo ha encontrado, 'en su camino devastador', grandes 'desigualdades y discriminaciones' e incluso las ha incrementado”.
El 25 de diciembre de 2020, en su discurso Urbi et Orbi, Bergoglio volvió a insistir con su promoción de las farmacéuticas: “Hoy, en este tiempo de oscuridad e incertidumbre debido a la 'pandemia', aparecen varias 'luces de esperanza', como el ‘descubrimiento de las vacunas’. Pero para que estas luces iluminen y traigan esperanza al mundo entero, 'deben estar disponibles para todos'”.
Particularmente durante el apogeo de los “confinamientos preventivos y obligatorios”, Bergoglio impulsó la “obligación moral” de recibir el veneno y hasta fue capaz de hacer un video diciendo que “vacunarse es un acto de amor”.
En enero de 2021, el Vaticano informó que Bergoglio y el difunto Ratzinger fueron de los primeros en recibir las “vacunas”, suministradas por Pfizer a la Santa Sede. También se informó que ambos recibieron posteriormente “refuerzos” en los meses siguientes.
El usurpador del Trono de Pedro destacó la iniciativa que emprendió con el limosnero papal, el cardenal Konrad Krajewski, de invitar a las personas económicamente necesitadas, así como a los “transexuales”, a recibir inoculaciones en el Vaticano.
Recordemos que Bergoglio se reunió dos veces en secreto con el director general de Pfizer, Francis Bourla, durante 2021, y Bourla también intervino en una conferencia sobre salud organizada por el Vaticano.
El hombre que se viste de blanco y dice ser “papa” también obligó a inocularse el veneno a los empleados, turistas y visitantes del Vaticano, eliminando la opción de hacerse el famoso “test” para detectar el “virus” que jamás fue aislado. Este injusto mandato decretado por el “el 'papa' dictador” hizo que tres guardias suizos perdieran su trabajo en 2021 por negarse a colocarse la inoculación experimental. Recordemos también la obligatoriedad de inocularse que había comenzado en febrero de 2021 para los reporteros que deseaban acompañar a Bergoglio en sus “viajes papales” y que se extendió hasta enero de 2023.
Desde que comenzó el circo PLANdémico a nivel mundial, numerosos estudios y miles de científicos y destacados profesionales de la salud, incluidos premios Nobel y médicos, han atestiguado el nivel sin precedentes de lesiones y muertes provocadas por las inoculaciones experimentales. La última estimación es que más de 17 millones de personas en todo el mundo murieron por recibir las inyecciones haciendo de esta la peor catástrofe médica causada por el hombre en la historia (informe en inglés aquí).
A fecha de 23 de febrero de 2024, el Sistema Federal de Notificación de Efectos Adversos de Vacunas (VAERS) de EE.UU. informó de 37.231 muertes, 214.906 hospitalizaciones, 21.524 infartos y 28.214 casos de miocarditis y pericarditis, entre otras dolencias.
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