Por Carlos Esteban
Hay algo que no acaba de funcionar en el “proceso de escucha”. Y es que mientras en el sínodo, cuya primera parte acaba de concluir, se hablaba de incluir a “todos, todos, todos”, las cuestiones que se plantean son, casi milimétricamente, el programa de la agenda clerical progre que lleva rondando por parroquias y hojas parroquiales desde los años setenta del pasado siglo. Sin embargo, quienes abanderan esa agenda tienden a peinar canas (si tienen algo que peinar), mientras que el clero joven ha dado de lado el “indietrismo” y quiere recuperar la Tradición, sin que se les oiga en los pasillos del poder, no digamos “escucharles’.
Así, un estudio realizado por The Catholic Project, un grupo de investigación de la Universidad Católica de América en Washington, DC, que pretende ser la encuesta nacional más grande sobre sacerdotes católicos realizada en más de 50 años revela, entre otras cosas, que los sacerdotes que se describen a sí mismos como “progresistas” están prácticamente “extintos” entre los graduados de seminarios estadounidenses, con la gran mayoría de los jóvenes ordenados que se describen a sí mismos como conservadores y ortodoxos.
Los sacerdotes que se describen a sí mismos como “liberales” o “progresistas” prácticamente han desaparecido de las cohortes más jóvenes de sacerdotes y que los sacerdotes que se describen a sí mismos como “conservadores/ortodoxos” alcanzaron más del 80% entre los ordenados después de 2020.
El informe muestra una “división significativa” entre la autoidentificación política y teológica de los sacerdotes mayores frente a la de los sacerdotes más jóvenes.
“En pocas palabras, la proporción de nuevos sacerdotes que se ven a sí mismos como políticamente ‘liberales’ o teológicamente ‘progresistas’ ha ido disminuyendo constantemente desde el Concilio Vaticano II y ahora prácticamente ha desaparecido”, afirma el informe.
“Más de la mitad de los sacerdotes ordenados desde 2010 se consideran en el lado conservador de la balanza. Ningún sacerdote encuestado que fue ordenado después de 2020 se describió a sí mismo como ‘muy progresista’”.
Los investigadores dijeron que un 85% de la cohorte más joven se describe a sí misma como “conservadora/ortodoxa” o “muy conservadora/ortodoxa” teológicamente, y sólo el 14% se describe a sí misma como “intermediaria”.
El informe también dice que casi el 70% de los sacerdotes ordenados entre mediados y finales de la década de 1960 se describían a sí mismos como algo o muy “progresistas”. Para 2020, menos del 5% de los sacerdotes se describen a sí mismos de esa manera.
InfoVaticana
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