miércoles, 4 de mayo de 2022

¿HACIA DÓNDE VA EL SÍNODO?

“El objetivo de este tiempo es que la Iglesia pueda aprender, a partir de este camino sinodal, qué procesos le pueden ayudar a vivir la comunión, realizar la participación y abrirse a la misión”, dice la página del Sínodo de la CEE.


Generalmente las palabras que acompañan al famoso “Sínodo para la sinodalidad” suelen ser huecas, vacías. Termina la fase diocesana y no son pocos los que todavía no tienen ni idea en qué consiste esta historia.

Otros, los más aventajados, hablan de la sinodalidad como una nueva forma de gobernar dentro de la Iglesia. “Todos juntos, pastor y pueblo, caminando hacia una misma dirección en comunión con toda la Iglesia” suele escucharse.

Sobre el Sínodo, el papa Francisco ha hecho referencia en numerosas ocasiones refiriéndose al mismo como que “no estamos haciendo un parlamento diocesano, no estamos haciendo un estudio sobre esto o aquello, no: estamos haciendo un camino ‘de escucha mutua’ y de ‘escucha del Espíritu Santo’, de discusión y también de ‘discusión con el Espíritu Santo’, que es una forma de orar” o “el Espíritu Santo nos necesita. Escuchadlo escuchándoos a vosotros mismos. No dejéis a nadie fuera o detrás”.

Es aquí, donde a no pocos católicos, les surge la duda. ¿Tiene sentido que tu vecino opine sobre cómo tienes que gestionar tu casa? Algo parecido sucede con este Sínodo cuando se invita a participar a todo el mundo, ya sean no católicos, ateos, agnósticos o de otras confesiones religiosas.

El ejemplo de Alemania sirve para ilustrar como el Sínodo está siendo utilizado por algunos para intentar colar sus herejías y darle la vuelta a las enseñanzas de la Iglesia como si de un calcetín se tratase. Dijo un santo del siglo pasado que de algunas organizaciones “salen ideas nocivas, errores que se propagan entre el pueblo y se imponen después a la autoridad eclesiástica como si fuera movimientos de opinión de la base”.


Asamblea de la Secretaría general del Sínodo

Recientemente ha tenido lugar en Roma la reunión plenaria de las comisiones que apoyan a la Secretaría General del Sínodo en el proceso del “Sínodo de la Sinodalidad 2021-2023”.

Al inicio de las jornadas de trabajo de las comisiones, el Card. Mario Grech, Secretario General del Sínodo, animaba a sus integrantes “a asumir, en primer lugar, un estilo sinodal, argumentando que “podemos hacerlo escuchándonos los unos a los otros, mientras nos miramos, reconociéndonos como miembros vivos de un cuerpo eclesial, al servicio del cual hemos sido puestos”.

“Con una metodología participativa e interdisciplinar, que incluyó momentos de ‘espiritualidad’ y de ‘discernimiento’, los participantes profundizaron en la Constitución Apostólica Episcopalis Communio, dejándose también ‘interpelar por las mociones del espíritu’ de cara al actual proceso sinodal, en el que es necesario entender cómo articular el ‘proceso sinodal’, de modo que manifieste la ‘naturaleza sinodal’ de la Iglesia”, como ha dicho el Card. Grech, recordando además las implicaciones de la Constitución Apostólica Praedicate Evangelium en la manera como ha de ser concebida la Secretaría del Sínodo”, afirma el portal oficial de la Santa Sede, Vatican News.


El Sínodo en España

Un dato relevante que ofreció la propia Conferencia Episcopal es que en España, de los pocos que han participado en el “proceso sinodal”, solo el 10% son jóvenes. Eso no quiere decir que los jóvenes no estén comprometidos con la Iglesia. Más bien al contrario. Los jóvenes comprometidos con la Iglesia son aquellos que, generalmente, frecuentan los sacramentos y desconocen casi por completo la propia existencia del Sínodo.

Aunque la CEE calificó la experiencia hasta ahora como positiva, reconocen que “a nivel interno destacan la falta de motivación, ‘el desconocimiento de lo que es e implica la sinodalidad’; la diferencias en los diálogos y la dificultad para llegar a los alejados”.

A nivel nacional el obispo auxiliar de Valladolid, Monseñor Luis Argüello, señaló en la rueda de prensa final de la Plenaria que “el subrayado principal es que estamos ante el comienzo de un camino. En el diálogo mantenido por los obispos en este día se ha dicho que en algunas diócesis el camino ha sido mas potente y en otras menos, pero en todas es el comienzo de un camino. Lo que no desearíamos es que el 11 de junio cerremos la carpeta y si te he visto no me acuerdo. La insistencia del papa es que no se trata de elaborar un documento o estudiar un asunto, sino que es un estilo, una espiritualidad, una forma de ser y de caminar juntos. Ese es el desafío mayor y afortunadamente se ha puesto en marcha y tenemos que hacer todo lo posible porque el camino continúe”.

Durante la Plenaria, el arzobispo emérito de Zaragoza, Vicente Jiménez Zamora presentó a los obispos los resultados de los trabajos de la comisión del Sínodo de la CEE. La Asamblea final, que ha sido aprobada por los obispos, prevé la participación de 600 personas en esa Asamblea que tendrá lugar el 11 de junio en la Fundación Pablo VI de Madrid.

Quien más y quien menos, prácticamente todos los obispos han escrito sobre el Sínodo en sus  cartas pastorales. Muchos de ellos se han encontrado con la sorpresa de ver como  su propio clero ha sido un primer obstáculo. Un clero en el que muchos de ellos han visto desde el inicio la poca utilidad práctica de esta consulta diocesana que tachan de “fracaso y peligrosa”.


Baja participación en Madrid

En Madrid, la archidiócesis informa que “han participado más de 600 grupos, con unos 11.000 participantes. Hasta el momento han analizado más de 450 respuestas y en ellas se constata que el ‘reto de la sinodalidad’ es un reto plenamente vigente, pues quizá en la diócesis sigue habiendo ‘excesivas islas’ y hay que tomar conciencia de que caminamos juntos”. Todo eso, en un territorio que abarca a cerca de 4 millones de madrileños en un total de 476 parroquias.

Además, la archidiócesis de Madrid detalla que entre los temas concretos que aparecen, destacan temáticas comodialogar con el mundo actual, como proponía el Concilio Vaticano II, es una tarea permanente”; la necesidad de dar “responsabilidad” a los laicos y de “pensar a fondo el papel de la mujer en la Iglesia, o la apuesta por “espacios de diálogo, escucha, comunión…”.

Como colofón final, el sábado 7 de mayo, a las 18:30 horas, la explanada de la catedral de Santa María la Real de la Almudena acogerá el acto final de la fase diocesana del Sínodo, con distintos testimonios, música y la Misa final presidida por el cardenal Osoro.


InfoVaticana


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