“Han pasado 37 años desde la recuperación de la democracia, un período que se inició con nobles auspicios pero al cabo de todo este tiempo creo que tendríamos que reconocer problemas serios, actuales y que, por supuesto, tienen sus raíces y que habría que afrontar con serenidad, con decisión.
En primer lugar: la Argentina no tiene moneda. Parece brutal decir esto pero es así. Por eso aparece la circulación de criptomonedas, cripto quiere decir escondidas, o la obsesión del dólar que tiene ya una larga historia entre nosotros. En definitiva se está revelando eso de que el peso ha sido destruido por las sucesivas devaluaciones, inflaciones y el peso no existe.
Otra cosa: tenemos Fuerzas Armadas. Sabemos que están cumpliendo una labor interesante de acción social pero pregunto: ¿esa es la misión de las Fuerzas Armadas? Algunos hasta dice que más que armadas son desarmadas cuando en realidad todo eso debe sustentarse en una política de defensa nacional. ¿Existe?.
Otro tema es el crecimiento del Estado. Se han multiplicado los ministerios, secretarías, subsecretarías, direcciones, comisiones, lo cual permite observar que el Estado se ha convertido en un monstruo elefantiásico y eso significa un costo fenomenal. ¿Quién paga todo eso? Nosotros los ciudadanos pagamos todo eso.
Ahora se habla del “costo de la política” y habría que diferenciar si es de la política o de los políticos. ¿Cómo es posible que haya legisladores que tienen 20 o 30 asesores? Realmente no era así en los mejores momentos de nuestra historia. Ciertamente no era así.
También este eso que genéricamente se llama “corrupción” Podemos decir que la corrupción es una enfermedad que recorre todos los estadios de la vida social pero en el orden político es muy serio. Conocemos casos de políticos corruptos, algunos que zafan fácilmente de la cárcel o estando condenados obtienen la prisión domiciliaria, etc. Este es otro problema que se debe atacar. Cómo los ciudadanos o el hombre común que trabaja, que se rompe la vida para sostener a su familia, va a preocuparse por ser honesto si aquellos que deben dar el ejemplo no lo son-
Otra cosa que vemos es que el ejercicio electoral no basta para que exista una democracia. Es un elemento importante por cierto pero votamos cada dos años y eso, ¿en qué queda finalmente?. Por otra parte los partidos políticos están acostumbrados a eso de que ganan una elección, comienzan el gobierno y ya están preparando la elección siguiente. Eso no es sano y pienso que hay que reacomodar la vida política pensando en las características de una verdadera democracia.
En 1944, el Papa Pío XII dedicó el mensaje de Navidad a hablar sobre la democracia y hacía allí una distinción fundamental entre pueblo y masa. Si lo que en verdad llamamos pueblo es en realidad una masa, la democracia no puede ser auténtica. La democracia requiere la organicidad de un verdadero pueblo y por tanto también la formación. Hoy día, la formación de los jóvenes, aún desde los chicos en la escuela, ¿es lo que debe ser? Sabemos que las familias huyen de la escuela estatal porque los chicos terminan el ciclo primario sin saber leer y escribir correctamente. Y el ciclo secundario ha sufrido tantas transformaciones, reformas y reformas, que finalmente no se sabe qué es.
Todo esto son problemas fundamentales que debemos resolver para que nuestra sociedad se encarrile de un modo verdaderamente democrático. ¿A quién le digo esto? Nos los decimos a todos, porque todos tenemos que hacernos conscientes de que esto es así y debemos difundirlo con serenidad, sin faltar el respeto a nadie, pero no tenemos que tener miedo de decir siempre la verdad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Usted puede opinar pero siempre haciéndolo con respeto, de lo contrario el comentario será eliminado.