EL PAPA FRANCISCO Y SU OMISIÓN CRIMINAL

¿Ha invocado el papa el silencio para evitar el enjuiciamiento penal, especialmente en Argentina, donde no ha vuelto desde su elección papal? 

Por Gene Thomas Gomulka

Una mujer divorciada con dos hijos adolescentes se volvió a casar con un hombre que con el tiempo comenzó a abusar sexualmente de su hija. Aunque la hija informó a la madre del abuso, la madre no hizo nada. Cuando la hija reveló el abuso a uno de sus maestros de secundaria, no solo condujo al arresto de su padrastro, sino que también provocó que la madre perdiera la custodia de su hija.

El abuso que la hija experimentó en este caso es similar al abuso sexual de muchos menores, seminaristas y adultos jóvenes en la Iglesia Católica. Por desgracia, la mayoría de los funcionarios de la Iglesia que no investigaron ni reportaron el abuso sexual clerical, continúan disfrutando de "custodia legal y física completa" de aquellos a quienes no supieron proteger.

La acción tomada por el tribunal contra la madre involucra lo que en derecho penal constituye "omisión".  Esencialmente, la omisión ocurre cuando una persona no interviene y toma medidas correctivas, cuando existe una presunción refutable de la responsabilidad del cuidado de la parte en peligro.

Tan pronto como la madre fue informada por su hija de que su padrastro estaba abusando sexualmente de ella, inmediatamente debería haber investigado la acusación. Al no investigar e informar el comportamiento a las autoridades, la madre misma se vio implicada y fue cómplice de las acciones criminales de su esposo.

Si bien este ejemplo de omisión involucró solo a una víctima, considere un caso que involucra a múltiples víctimas. Si usted es el arzobispo de una gran arquidiócesis y recibe varios informes de abuso sexual, ¿que le debería ocurrir a usted si no investiga e informa sobre esos depredadores sexuales a las autoridades civiles?

¿No es esto lo que sucedió cuando el arzobispo Jorge Bergoglio recibió informes de niños que involucran abuso sexual en el Instituto Antonio Provolo para niños sordos y con discapacidad auditiva en Mendoza, Argentina ? Se informó que una de las víctimas afirmó que el papa Francisco -antes de su elección- ya sabía sobre esos abusos sexuales en el instituto. Esa persona  declaró que muchas de las víctimas intentaron reunirse con el entonces cardenal Bergoglio, pero fue en vano . 

A medida que avanza el juicio contra el padre Nicola Corradi, el padre Horacio Corbacho, Armando Gómez y otros empleados del Instituto Próvolo que participaron en el abuso o no lo denunciaron, uno solo puede preguntarse ¿qué medidas podrían tomar las autoridades argentinas contra el papa Francisco a la luz de las acusaciones de posible omisión criminal de su parte?.

Claramente, el papa Francisco sabe que es culpable, de lo contrario nunca habría pedido perdón a las víctimas de abuso que se reunieron con él en el Vaticano por lo sucedido. Al pedir perdón y rezar con las víctimas, ¿pensó el papa que el asunto había terminado? 

Si tengo un perro a quien dejo correr libremente y muerde al hijo de un vecino, ¿es suficiente que simplemente le pida que me perdone por lo que mi perro le hizo a su hijo? ¿No debo pagar las facturas médicas en las que incurrió y cualquier daño psicológico que sufrió su hijo al ser atacado por mi perro? ¿Qué debería pasarme si ese vecino descubre que mi perro sigue corriendo libremente por el vecindario poniendo en peligro a otros niños?

Incluso si está claro que estamos lidiando con un caso grave de omisión por parte del papa Francisco, todavía hay que preguntarse: "¿Por qué?" 

En el caso de la mujer que se volvió a casar, podría no haber querido arriesgarse a perder el apoyo financiero que le proporcionaba su esposo, que habría perdido si hubiera denunciado el abuso de su hija. Pero, ¿qué habría perdido Francisco en la medida en que su omisión ocurrió tanto antes como después de su elección papal?

Si los cardenales que se reunieron en la Capilla Sixtina hubieran sabido que Jorge Bergoglio había estado encubriendo numerosos casos de abuso sexual en su arquidiócesis como se documenta en la película de Martin Boudot “Sex Abuse in the Church: Code of Silence”, ¿podría estar sentado donde está hoy?

Si él ha admitido encubrir el abuso no solo antes de su elección papal, sino también durante su pontificado, por la forma en que manejó con los depredadores sexuales como Theodore McCarrick, Gustavo Zanchetta y otros, ¿podría enfrentarse con la decisión "honorable" de tener que renunciar?

Cuando el difunto obispo Joseph Adamec fue llamado a declarar ante el gran jurado de Pensilvania por los casos de abuso dentro de su diócesis de Altoona-Johnstown, permaneció en silencio e invocó la Quinta Enmienda para protegerse de la autoincriminación cuando se le preguntó sobre qué y cuándo sabía respecto a una serie de casos de abuso relacionados con su sacerdotes

Si se hubiera incriminado a sí mismo y admitiera ser culpable de omisión criminal, sabía que podría haber sido condenado a prisión. ¿Ha invocado el papa el silencio para evitar el enjuiciamiento penal, especialmente en Argentina, donde no ha vuelto desde su elección papal?

El papa Francisco aprendió que mentir no siempre funciona, incluso si usted es el papa. Cuando Juan Carlos Cruz, una víctima chilena de abuso sexual, escribió al papa Francisco en 2015 pidiendo ayuda después de haber sido abusado sexualmente por el padre Fernando Karadima, Francisco negó haber tenido noticias de Cruz.

Durante tres años, Francisco ignoró las acusaciones de Cruz y defendió al obispo chileno Juan Barros Madrid, quien supuestamente era el amante homosexual de Karadima. Fue solo en febrero de 2018 cuando el cardenal Sean O'Malley declaró que personalmente colocó la carta de Cruz en las manos del Santo Padre en 2015. Posteriormente, Francisco se vio obligado a disculparse y admitir su mentira.

Durante una entrevista con la red mexicana de Televisa, el papa Francisco dijo  que "sobre McCarrick, no sabía nada, obviamente, nada, nada".

Sin embargo, si eso fuera cierto, entonces ¿por qué dijo anteriormente: "No recuerdo si [Viganò] me habló de eso"? 

Esta contradicción llevó a algunos reporteros de investigación a preguntar: "Si no recuerda, ¿cómo podría decir con confianza que no sabía nada?" ¿Cuántos abogados aconsejan a sus clientes que acepten la Quinta Enmienda y se nieguen a responder una pregunta potencialmente incriminatoria diciendo que "no recuerda"?

Se ha informado que el Vaticano ha comenzado a usar las redes sociales para reclutar un número suficiente de guardias suizos para proporcionar seguridad al papa y a los miembros de la curia romana. ¿Podría ser que la crisis de abuso sexual que ha llevado a muchos católicos a abandonar la Iglesia también está teniendo un efecto perjudicial en el reclutamiento y retención de guardias suizos?

¿Los devotos soldados católicos suizos quieren defender a prelados como el cardenal Francesco Coccopalmerio, quien estuvo presente en una orgía gay alimentada con cocaína dentro del Vaticano, organizada por su secretario, Monseñor Luigi Capozzi? Como guardaespaldas, no puede ser fácil dar la vida por prelados que se involucran en conductas inmorales o que encubren el abuso sexual de niños sordos y con discapacidad auditiva.

Durante años, los funcionarios de la Iglesia ignoraron las depredaciones sexuales de McCarrick con seminaristas. La participación sexual de Joseph Bernardin con los seminaristas también fue encubierta.

Cuando la Fiscal General de Illinois Lisa Madigan descubrió que el cardenal Blase Cupich y otros obispos de Illinois ocultaron los nombres de al menos 500 sacerdotes acusados ​​de abusar sexualmente de menores, concluyó que la Iglesia Católica es incapaz de investigarse a sí misma y los líderes de la Iglesia "no resolverán la crisis de abuso sexual del clero por sí mismos" .

Se necesitó el equipo "Spotlight" de The Boston Globe y el gran jurado de Pensilvania para impulsar algunas, pero no suficientes, medidas correctivas por parte de los líderes de la Iglesia para abordar el abuso sexual clerical en los Estados Unidos. También puede requerir informes de medios seculares y autoridades civiles en Argentina y otros países para exponer la omisión criminal por parte del papa Francisco y muchos de sus obispos.


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