Este viernes el candidato a la presidencia por el Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil, Fernando Haddad, fue denunciado por católicos en redes sociales y un analista político de cometer sacrilegio y un crimen electoral tras participar de una Misa.
Según un informe del diario Estadão, Haddad asistió a una Misa el 12 de octubre en la parroquia Santos Mártires de la Diócesis de Campo Limpo, ubicada en Sao Paulo, y discutió con una mujer «que dijo que el petista (partido PT) no pudo haber participado de la comunión por ser “un abortista”».
Durante la discusión con la mujer, Haddad dijo: «Yo soy nieto de un líder religioso. Usted debe ser atea».
El diario Estadão informó que «la discusión fue grabada en un reportaje del medio Broadcast Político».
«Al conversar con periodistas, la mujer no quiso identificarse y dijo que la presencia de Haddad en el lugar era un sacrilegio. La Iglesia Católica no lo permite, es un abortista, no tendría que estar aquí dentro», indicó el diario.
El episodio se agravó poco después cuando Haddad hizo un discurso a los fieles después de la celebración en las escaleras de la iglesia y recibió el apoyo explícito del sacerdote, lo que podría ser considerado como un «crimen electoral».
Según el reportaje del diario O Globo, en su discurso el «candidato se comprometió a seguir los principios planteados por la Iglesia Católica para los candidatos».
Sin embargo, contrariamente a las indicaciones de los obispos brasileños a los sacerdotes, el P. Jaime Crowe, pidió el voto para el candidato del PT. Así lo precisó el medio O Antogonista, especializado en temas de política.
Bernardo Pires Küster, periodista católico y analista político, quien además trabajó como un ayudante del Congreso, está de acuerdo en que Haddad y su adjunto, Manuela D'Ávila, ambos pro aborto y pro ideología de género, no debieron recibir la comunión y que, además, hubo un crimen electoral.
Consultado por ACI Digital, Bernardo dijo que los hechos contradicen el código electoral del artículo 244, que prohíbe las manifestaciones políticas frente a edificios públicos e iglesias en funcionamiento.
«Además de que el sacerdote incurrió en violación del código canónico, Haddad, Manuela y el propio sacerdote incurrieron en crimen electoral al trasgredir el artículo 244 del código electoral. Fue un acto de falta de respeto a la Eucaristía, los fieles y la ley», dijo el experto.
Según un informe del diario Estadão, Haddad asistió a una Misa el 12 de octubre en la parroquia Santos Mártires de la Diócesis de Campo Limpo, ubicada en Sao Paulo, y discutió con una mujer «que dijo que el petista (partido PT) no pudo haber participado de la comunión por ser “un abortista”».
Durante la discusión con la mujer, Haddad dijo: «Yo soy nieto de un líder religioso. Usted debe ser atea».
El diario Estadão informó que «la discusión fue grabada en un reportaje del medio Broadcast Político».
«Al conversar con periodistas, la mujer no quiso identificarse y dijo que la presencia de Haddad en el lugar era un sacrilegio. La Iglesia Católica no lo permite, es un abortista, no tendría que estar aquí dentro», indicó el diario.
El episodio se agravó poco después cuando Haddad hizo un discurso a los fieles después de la celebración en las escaleras de la iglesia y recibió el apoyo explícito del sacerdote, lo que podría ser considerado como un «crimen electoral».
Según el reportaje del diario O Globo, en su discurso el «candidato se comprometió a seguir los principios planteados por la Iglesia Católica para los candidatos».
Sin embargo, contrariamente a las indicaciones de los obispos brasileños a los sacerdotes, el P. Jaime Crowe, pidió el voto para el candidato del PT. Así lo precisó el medio O Antogonista, especializado en temas de política.
Bernardo Pires Küster, periodista católico y analista político, quien además trabajó como un ayudante del Congreso, está de acuerdo en que Haddad y su adjunto, Manuela D'Ávila, ambos pro aborto y pro ideología de género, no debieron recibir la comunión y que, además, hubo un crimen electoral.
Consultado por ACI Digital, Bernardo dijo que los hechos contradicen el código electoral del artículo 244, que prohíbe las manifestaciones políticas frente a edificios públicos e iglesias en funcionamiento.
«Además de que el sacerdote incurrió en violación del código canónico, Haddad, Manuela y el propio sacerdote incurrieron en crimen electoral al trasgredir el artículo 244 del código electoral. Fue un acto de falta de respeto a la Eucaristía, los fieles y la ley», dijo el experto.
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