Lo innovador de este combate, es que tiene lugar entre laicos modernistas y conservadores en la arena pública de Internet, donde la verdad es irreprimible, mientras que durante décadas se había reducido a unos pocos personajes de la élite eclesial sin trascender al pueblo católico.
Por María Ferraz
Después del contundente y multifacético golpe de Ouellet a Viganò en forma de carta, con permiso del "papa de la misericordia, el acompañamiento, los puentes y el diálogo", parece que el debate entre los católicos, lejos de quedar detenido vuelve de nuevo los ojos hacia Viganò, esperando una respuesta que alivie o que violente, bien porque los saca por fin de la postración del engaño bergogliano que ya dura cinco años, o porque les echa en cara seguir a un falso profeta enemigo de la Iglesia.
Lo innovador de este combate, es que tiene lugar entre laicos modernistas y conservadores en la arena pública de Internet, donde la verdad es irreprimible, mientras que durante décadas se había reducido a unos pocos personajes de la élite eclesial sin trascender al pueblo católico.
Los bergoglianos, miembros o no de la masonería eclesiástica, no quieren permitir esta puesta en escena que saca a la luz muchos de sus delitos, y se niegan a indagar los documentos que Viganò señala como comprobante de que él ha dicho la verdad. Todo lo que se les ocurre es intentar derribar dialécticamente al "gran- acusador-Viganò" y a todos los que defendemos la doctrina de Cristo, convocando cínicamente al Cielo para que proteja a la Iglesia de los divisores infernales, o sea, de nosotros.
Ya viene siendo habitual es este papado infame: cuando su delitos son demasiado obvios, acorralan y derriban a los defensores de la verdad. Numerosas son las víctimas de esta guerra, muchas que no conoceremos hasta el día del Juicio, pero los cardenales-dubia son un pequeño ejemplo de como la facción más siniestra incrustada en el Vaticano es capaz de despreciar, vilipendiar e incluso asesinar a algunas de ellas. No es en vano que Viganò teme por su vida o el padre Kalchik, amenazado de muerte por los matones de Cupich, también se halla en paradero desconocido.
Pero se les escapa, que Viganò ha abierto la puerta para que muchos otros den el paso y testifiquen aunque de forma anónima, y saquen a la luz todos los secretos viles que presionan sus conciencias. LifeSiteNews o Church Militant, han recogido numerosos testimonios de miembros fieles que se han animado a hablar después del acto de coraje de Viganò.
Así que no se hagan ilusiones, Bergoglio y sus aliados: serán derribados finalmente porque Jesús ha prometido que nada de lo que se trama en secreto va a quedar oculto, y su convocatoria a rezar el Rosario y a san Miguel, sólo servirá para acelerar su caída...
Religion, la Voz Libre
Por María Ferraz
Después del contundente y multifacético golpe de Ouellet a Viganò en forma de carta, con permiso del "papa de la misericordia, el acompañamiento, los puentes y el diálogo", parece que el debate entre los católicos, lejos de quedar detenido vuelve de nuevo los ojos hacia Viganò, esperando una respuesta que alivie o que violente, bien porque los saca por fin de la postración del engaño bergogliano que ya dura cinco años, o porque les echa en cara seguir a un falso profeta enemigo de la Iglesia.
Lo innovador de este combate, es que tiene lugar entre laicos modernistas y conservadores en la arena pública de Internet, donde la verdad es irreprimible, mientras que durante décadas se había reducido a unos pocos personajes de la élite eclesial sin trascender al pueblo católico.
Los bergoglianos, miembros o no de la masonería eclesiástica, no quieren permitir esta puesta en escena que saca a la luz muchos de sus delitos, y se niegan a indagar los documentos que Viganò señala como comprobante de que él ha dicho la verdad. Todo lo que se les ocurre es intentar derribar dialécticamente al "gran- acusador-Viganò" y a todos los que defendemos la doctrina de Cristo, convocando cínicamente al Cielo para que proteja a la Iglesia de los divisores infernales, o sea, de nosotros.
Ya viene siendo habitual es este papado infame: cuando su delitos son demasiado obvios, acorralan y derriban a los defensores de la verdad. Numerosas son las víctimas de esta guerra, muchas que no conoceremos hasta el día del Juicio, pero los cardenales-dubia son un pequeño ejemplo de como la facción más siniestra incrustada en el Vaticano es capaz de despreciar, vilipendiar e incluso asesinar a algunas de ellas. No es en vano que Viganò teme por su vida o el padre Kalchik, amenazado de muerte por los matones de Cupich, también se halla en paradero desconocido.
Pero se les escapa, que Viganò ha abierto la puerta para que muchos otros den el paso y testifiquen aunque de forma anónima, y saquen a la luz todos los secretos viles que presionan sus conciencias. LifeSiteNews o Church Militant, han recogido numerosos testimonios de miembros fieles que se han animado a hablar después del acto de coraje de Viganò.
Así que no se hagan ilusiones, Bergoglio y sus aliados: serán derribados finalmente porque Jesús ha prometido que nada de lo que se trama en secreto va a quedar oculto, y su convocatoria a rezar el Rosario y a san Miguel, sólo servirá para acelerar su caída...
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