Según informó CNA, unos 100 fieles se reunieron con el alcalde de Roma, Roberto Gualtieri, en el cementerio Laurentino, el tercer lugar de enterramiento más grande de la ciudad, para recibir a Bergoglio.
A su llegada, el falso papa depositó rosas blancas en una piedra conmemorativa que marca el Jardín de los Ángeles y oró en silencio durante varios momentos.
El jardín, creado en 2012, ofrece un espacio dedicado a las familias que sufrieron la pérdida de sus hijos, incluidos aquellos que padecieron abortos espontáneos.
Bergoglio fue recibido también por las madres de la asociación “Chispas de Esperanza” que han perdido a sus hijos. Todas ellas le regalaron un pañuelo blanco como abrazo simbólico de ellas y de sus hijos fallecidos.
La intención de oración del “papa” para el mes de noviembre es por aquellos que han perdido un hijo.
Esta fue la segunda visita de Bergoglio al Jardín de los Ángeles del Cementerio Laurentino, habiendo celebrado previamente allí la Misa del Día de los Difuntos en 2018.
El jesuita argentino no pronunció homilía durante la Misa pero antes de la bendición final, ofreció una oración especial por los difuntos, pidiendo a Dios que “abra los brazos de su misericordia y los reciba en la gloriosa asamblea de la santa Jerusalén”.
Después de la misa, Bergoglio realizó la tradicional bendición de las tumbas.
La elección del Cementerio Laurentino por parte del falso papa continúa su tradición de celebrar el Día de los Difuntos en diferentes cementerios romanos.
Para el Día de los Difuntos en 2023, se ofreció una misa en el pequeño Cementerio de Guerra de Roma, que contiene 426 entierros de la Commonwealth de la Segunda Guerra Mundial.
Durante la plandemia en 2020, Bergoglio optó por quedarse en la Ciudad del Vaticano y celebrar la Misa por los fieles difuntos en la Iglesia de Nuestra Señora de la Misericordia, que está rodeada por el Cementerio Teutónico, lugar de enterramiento de personas de ascendencia alemana, austriaca y suiza, y en particular de miembros de la Archicofradía de la Dolorosa Madre de Dios de los Alemanes y Flamencos.
En 2019, Bergoglio celebró la Misa en las Catacumbas de Priscila, mientras que en 2022 visitó en privado nuevamente el Cementerio Teutónico, pero ofreció la Misa por los obispos y cardenales fallecidos en la Basílica de San Pedro, otra costumbre “papal” durante la semana de Todos los Santos y los Días de los Difuntos.
El domingo 3 de noviembre, Jorge Bergoglio presidirá nuevamente el Ángelus en la Plaza de San Pedro, como hace cada domingo a las 12 del mediodía.
A la mañana siguiente, el 4 de noviembre, presidirá una misa en la Basílica de San Pedro por el descanso eterno de los obispos y cardenales fallecidos durante el año anterior.
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