Por John Horvat II
Durante mucho tiempo, arquitectos y propietarios han dado por sentado que la única forma de mantener las casas frescas y confortables es equiparlas con aire acondicionado central.
Sin embargo, con el aumento de las tarifas eléctricas, muchos propietarios buscan alternativas, sobre todo en zonas de clima muy cálido. Algunos han recurrido a las llamadas casas pasivas, que se basan en grandes cantidades de aislamiento, sofisticados sistemas de ventilación y un sellado hermético desde el exterior.
En busca de opciones naturales
No todo el mundo puede permitirse una opción tan cara. Por eso, los arquitectos buscan medios más naturales para mantener bajas las temperaturas y los gastos. El Wall Street Journal informó de sus sorprendentes hallazgos.
En efecto, están descubriendo técnicas naturales y arquitectónicas olvidadas que pueden mantener fresca una casa sin aire acondicionado, incluso cuando las temperaturas se disparan.
Muchas de estas novedosas formas de combatir el calor no son nuevas en absoluto. Algunas eran muy comunes en lugares con veranos calurosos. Estas formas tradicionales funcionan igual de bien hoy en día.
Tres conceptos definen estas técnicas de refrigeración.
Encontrar la sombra adecuada
Un concepto clave es la sombra. Enormes cantidades de calor entran por las ventanas, donde queda atrapado en el interior. Los constructores tradicionales comprendieron la necesidad de proteger las ventanas de la exposición al sol. A menudo construían terrazas cubiertas o porches en el segundo piso para alejar el sol de las ventanas, con lo que se conseguía una casa mucho más fresca.
Regulaban la luz para crear estados de ánimo y ambientes. Estos encantadores añadidos podían aparecer en distintos modelos y colores, realzando así la belleza de la casa.
Los arquitectos están redescubriendo las ventanas empotradas como otro medio de dar sombra. Al mantener las ventanas hacia atrás, la fachada de la casa sirve de escudo, y esta característica también añade encanto y estilo a la casa.
La ventilación refresca
Otro concepto tradicional es la ventilación. Las casas tradicionales utilizaban métodos de ventilación que mantenían la casa sorprendentemente fresca.
Las casas de Luisiana, por ejemplo, se construían sobre pilotes para protegerlas de las inundaciones y permitir que el aire fresco circulara por debajo del suelo. Estas mismas casas tenían corredores cubiertos entre las casas que proporcionaban sombra y ventilación.
Ventilador del ático
Los arquitectos diseñan casas con techos más altos, donde el calor sube de forma natural. Añaden ventanas más altas y rejillas de ventilación para que el calor fluya de forma natural hacia el exterior. Estas características también contribuyen a la belleza y ventilación de la casa.
La ubicación lo es todo
Quizá el concepto más importante para mantener el frescor sea la ubicación de la casa. Los constructores tradicionales solían fijarse en los patrones del sol, los vientos dominantes y la presencia de masas de agua a la hora de decidir dónde construir. Este posicionamiento hace que las casas sean únicas y acogedoras, contribuye al confort y la belleza de la casa y también es muy eficiente. Lawrence Scarpa, arquitecto de Cherokee Studios en Los Ángeles, dice: “Si orientas bien un edificio, puedes reducir la ganancia de calor en un 50%”.
Nivelación de la vivienda
Aunque el aire acondicionado tiene su papel en el confort, también tiene sus desventajas. En cierto sentido, el uso universal del aire acondicionado igualó todas las viviendas. Facilitó la construcción de viviendas prefabricadas que permitían colocar cualquier casa en cualquier lugar sin tener en cuenta la sombra, la ventilación o la posición. La refrigeración se convirtió en un problema mecánico que no tenía en cuenta el lugar ni la belleza, sino que podía instalarse en unidades idénticas en urbanizaciones sin carácter.
La buena noticia es que los arquitectos modernos miran cada vez más al pasado para averiguar cómo se diseñaban las casas para hacer frente al calor. Están encontrando muchos elementos, como toldos, contraventanas y patios, que no sólo eran frescos y refrescantes, sino también hermosos.
La arquitectura debe tener en cuenta no sólo las condiciones materiales de vida, sino también el aspecto espiritual. Las casas deben proteger el cuerpo e inspirar el alma. No hay contradicción entre estas dos funciones. A medida que se desarrolle esta nueva tendencia habitacional, ambas podrán encontrar su realización.
TFP
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