martes, 29 de octubre de 2024

LA LUZ DIABÓLICA DE LA “NUEVA IGLESIA SINODAL”

La “luz” que trae la “nueva iglesia sinodal” no recuerda a Cristo, la única Luz del mundo, sino más bien a la antorcha de la rebelión de Lucifer.

Por monseñor Carlo Maria Viganò


La “iglesia sinodal” desvirtúa el Papado y la naturaleza misma de la Iglesia Católica, afirmando con palabras que quiere “democratizarla”, pero en realidad, usurpando ese poder que pertenece sólo a Nuestro Señor Jesucristo, para usarlo con el fin opuesto a aquel para el cual Nuestro Señor lo ha establecido.

En la ficción bergogliana ya no existe el papado católico ni tampoco la Iglesia católica romana, sino un “papado ecuménico” y una “nueva iglesia sinodal” que lleva adelante lo que Bergoglio y sus cómplices imponen con fraude y chantaje.

La decisión de no promulgar una Exhortación postsinodal y de dar valor magisterial a un Documento final elaborado por laicos y no católicos sirve para instaurar la revolución permanente, en la que la Fe, la Moral y los Sacramentos pueden ser transformados, adaptados a los tiempos y lugares, y están sujetos a la discreción de los órganos asamblearios. La “colegialidad” del Vaticano II que extendía las prerrogativas del Papado a los Obispos y a las Conferencias Episcopales se extiende ahora con la “sinodalidad” a todo el cuerpo eclesial e incluso a los no católicos.

La nueva iglesia sincrética de la humanidad soñada por la masonería y todos los enemigos de la Iglesia Católica, en clave anticatólica y anticrística, ciertamente “subsiste” en la iglesia bergogliana. Su objetivo último es derrocar a Cristo Rey y Sumo Sacerdote, usurpando su poder temporal y espiritual.

La grotesca exposición de la Cátedra de San Pedro, que desciende de la gloria de Bernini para suceder a Bergoglio, es en este sentido emblemática, porque separa el símbolo del poder petrino de su sede natural (en sentido literal), haciendo evidente a todos que la cátedra está vacía. El “magisterio” de la Iglesia bergogliana ya no es “ex cathedra” sino “adversus cathedram”.

Esto debería provocar consternación y escándalo en aquellos que, bajo la ilusión de “defender el Papado”, colaboran en cambio con su disolución a manos de un tirano usurpador, contra la voluntad de Nuestro Señor y del cuerpo eclesial.

Sociedad abierta e Iglesia abierta: dos caras de la misma moneda de la dictadura globalista.


No es de extrañar que el anuncio publicitario del Jubileo 2025 ☝ (presentado con razón con el énfasis reservado al lanzamiento de un producto comercial) presente similitudes inquietantes, aunque solo sean cromáticas, con el icono del fraude climático, Greta Thunberg. La “luz” que trae la “nueva iglesia sinodal” no recuerda a Cristo, la única Luz del mundo, sino más bien a la antorcha de la rebelión de Lucifer.

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