The Pillar ha confirmado que el 1 de diciembre, Burke recibió una carta de la Sede Apostólica fechada el 24 de noviembre, en la que se le notificaba que se espera que empiece a pagar los alquileres a precio de mercado por su apartamento en el Vaticano, a partir del 1 de diciembre, o -si Burke no puede hacerlo- que entregue el apartamento antes del 29 de febrero de 2024.
Según fuentes cercanas al proceso, la carta no indicaba cuál sería el precio de mercado del alquiler del apartamento del cardenal.
Pero las fuentes afirman que es probable que Burke abandone el apartamento -situado cerca de la Basílica de San Pedro y en un edificio en el que viven otros miembros del Colegio Cardenalicio- y comience a buscar otro alojamiento en Roma.
La carta del Vaticano está fechada cuatro días después de que Francisco anunciara supuestamente medidas contra Burke, en una reunión el 20 de noviembre con los jefes de los dicasterios vaticanos.
El sitio web italiano La Nuova Bussola Quotidiana informó el 27 de noviembre (el articulo en español aquí) que Bergoglio “supuestamente había dicho” en la reunión del 20 de noviembre que el cardenal de 75 años era “mi enemigo” y que le iba a quitar su apartamento y su salario como cardenal retirado.
El sitio web dijo haber recibido la información de una fuente vaticana y haberla confirmado con otras fuentes.
Pero Austen Ivereigh, autor de una biografía de Francisco, ofreció una versión diferente el 29 de noviembre, en un ensayo en el sitio web Where Peter Is (en español aquí).
Ivereigh escribió que se reunió con el Bergoglio el día en que se publicó el artículo italiano.
“En el curso de nuestra conversación, Francisco me dijo que había decidido eliminar los privilegios cardenalicios del cardenal Burke -su apartamento y su salario- porque había estado utilizando esos privilegios contra la Iglesia”, escribió.
Ivereigh añadió que recibió una nota de Bergoglio el 28 de noviembre, diciendo: “Nunca utilicé la palabra 'enemigo' ni el pronombre 'mi'. Simplemente anuncié el hecho en la reunión de los jefes de dicasterio, sin dar explicaciones específicas”.
Associated Press informó el 28 de noviembre que un participante en la reunión recordó que Bergoglio había dicho que tomaba medidas contra Burke porque “era una fuente de 'desunión' en la Iglesia”.
En marzo, el Vaticano anunció que pondría fin a su práctica habitual de proporcionar alojamiento gratuito o subvencionado en propiedades vaticanas a cardenales, prefectos de dicasterios, presidentes de organismos vaticanos, así como a altos cargos de la curia, a la luz de la crisis económica del Vaticano.
Pero se cree que Burke es el primer cardenal conocido públicamente que ha sido informado de que los cambios entrarían en vigor con su propia residencia, y que podría ser obligado a desalojar su apartamento.
Y según Ivereigh, Bergoglio ha indicado que la decisión sobre el apartamento de Burke no era sólo una cuestión de economía, sino una decisión papal tomada a la luz del perfil público del cardenal en la Iglesia.
Por su parte, Burke ha dicho anteriormente que cree que tiene el deber de vivir en Roma.
Según fuentes cercanas al proceso, la carta del Vaticano del 24 de noviembre no mencionaba el estipendio mensual de Burke. Los cardenales residentes en Roma suelen recibir un estipendio de unos 4.500 dólares mensuales, en reconocimiento a su servicio regular al Vaticano.
Si Burke dejara Roma, probablemente no seguiría recibiendo el estipendio - pero no está claro si el Vaticano tiene la intención de suspender el estipendio de Burke, incluso si el cardenal se queda en Roma.
Burke, nacido en Wisconsin, fue arzobispo de Saint Louis (Misuri) de 2003 a 2008, cuando fue nombrado prefecto de la Signatura Apostólica, en reconocimiento a sus habilidades y experiencia como abogado canónico.
En un primer indicio de sus diferencias, Bergoglio declinó en diciembre de 2013 volver a nombrar a Burke miembro de la Congregación para los Obispos del Vaticano, cargo en el que influía en el nombramiento de obispos.
Burke, un erudito de gran prestigio en derecho canónico, fue prefecto de la Signatura Apostólica, el más alto tribunal de la Iglesia, hasta noviembre de 2014, cuando fue nombrado patrono de la Orden de Malta. El nombramiento fue visto como una degradación, aunque Bergoglio insistió en que no se trataba de un castigo, sino de que necesitaba un “estadounidense inteligente” para la Orden de Malta.
En su nuevo cargo, Burke se vio envuelto en una disputa que llevó a la dimisión en 2017 del Gran Maestre de la Orden, Frey Matthew Festing, y a una revisión de la institución de casi 1.000 años de antigüedad.
En junio de este año, Bergoglio nombró al cardenal Gianfranco Ghirlanda, de 80 años, sucesor de Burke como patrono de la Orden.
Burke fue uno de los cuatro cardenales que presentaron dubia, o “dudas”, a Bergoglio sobre la interpretación de Amoris laetitia, una exhortación apostólica de 2016 sobre la familia. Bergoglio se negó a responder a las dubia.
Burke también fue uno de los cinco cardenales que presentaron dubia a Bergoglio este verano antes de la primera sesión del sínodo sobre la sinodalidad. Bergoglio respondió rápido pero ambiguamente, y por eso, los cardenales volvieron a presentar sus dubia, que planteaban cuestiones sobre el desarrollo doctrinal, las bendiciones a personas del mismo sexo, el estado del sínodo sobre la sinodalidad, las mujeres sacerdotes y las condiciones para la absolución sacramental.
Burke ha expresado profundas reservas sobre el proceso sinodal global que concluirá con la segunda y última sesión del sínodo sobre la sinodalidad en octubre de 2024.
En un discurso pronunciado en octubre, dijo que el documento de trabajo del sínodo sobre la sinodalidad contenía afirmaciones que “se apartan llamativa y gravemente de la enseñanza perenne de la Iglesia”.
The Pillar confirmó el domingo que Burke sigue siendo miembro del Dicasterio Vaticano para las Causas de los Santos, y es miembro activo de la Signatura Apostólica.
El cardenal no ha hecho ningún comentario público sobre las informaciones relativas a su salario y su apartamento.
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