Strickland comenzó su discurso el 31 de octubre leyendo una carta que le envió un laico católico antes del viaje del obispo a la Ciudad Eterna para asistir a este evento fundado por el editor en jefe de LifeSiteNews, John-Henry Westen.
“El sínodo ha reunido a cobardes en Roma, aquellos que no sólo se niegan a morir por Nuestro Señor y Su Iglesia, sino que exigen que Sus verdades eternas sean cambiadas”, continúa la carta. “Y si juegas bien con ellos, entonces te burlarás de los mártires”.
“No es la sangre de los cobardes la semilla de la Iglesia, es la sangre de los mártires”, continúa la carta que leyó Strickland. “Y Roma ha sido literalmente consagrada por la sangre de los cristianos. Como escribió Tertuliano: “Nos multiplicamos cuando tú nos cosechas”. La sangre de los cristianos es semilla’”.
“Es fácil afirmar que el sínodo no ha causado ningún daño real a la Iglesia. Pero ha causado un daño incalculable al intentar rebajar lo que Cristo dijo que valía Su vida y por lo que de hecho derramó Su preciosa sangre. Jugar con aquellos que atacan la verdad no convierte a ningún hombre en discípulo”.
El propio Strickland continuó diciendo que no se quedaría callado ante los ataques flagrantes a la fe, sino que seguiría hablando en defensa de la Enseñanza Católica. “La imprudencia que prevalece hoy en nuestra Iglesia es no hablar inapropiadamente… Prefiero hacer eso a no hablar cuando es necesario, absolutamente necesario”, declaró, a lo que los oyentes respondieron con fuertes aplausos.
Hablando de la belleza de la “gloriosa Misa en latín”, que el obispo señaló que ha sido atacada por el Vaticano, Strickland dijo que se conmovió hasta el punto de derramar lágrimas la primera vez que celebró la Misa Tradicional en latín.
InfoVaticana
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