Como muchas personas en el mundo secular reducen este día a una simple exaltación del romance, en el calendario latino tradicional recordamos a un hombre que nos muestra el camino del amor verdadero, el sacerdote y mártir, San Valentín.
Nuestra Señora de Fátima nos advirtió que la Iglesia sufriría un tiempo de gran prueba, y muchos perderían de vista el bien de la castidad y la pureza.
La naturaleza y el propósito del amor, del matrimonio y de la familia se han malinterpretado profundamente o se han rechazado por completo en todo el mundo y tal caos ha causado un gran daño a millones de almas.
Entonces, si bien es innegablemente honorable tener un día dedicado al amor, es imperativo que tal dedicación esté guiada por una comprensión verdadera y profunda de la naturaleza del amor.
Así que en este día que tantos utilizan para justificar todo tipo de libertinaje, volvamos al origen de esta celebración y reflexionemos sobre la vida de San Valentín.
Si bien poco se sabe de él, lo cierto es que sirvió al Señor con devoción, tanto que hizo voto de celibato y estuvo dispuesto a dar su vida por su Rey.
En una sociedad obsesionada con los sentimientos de romance, tales actos de amor parecen completamente tontos.
Sin embargo, San Valentín entendió que el amor no es simplemente un sentimiento placentero, ni se trata de lo que el individuo puede obtener de una relación.
El amor se trata de reconocer el bien en el otro y desear el bien de esa persona, incluso si eso significa tu propio daño.
No se preocupa por el "yo", sino por el "tú".
No le preocupa lo que se siente bien, sino lo que es bueno.
Así, cuando vemos que Dios es bueno y la fuente de todo lo que es bueno, estamos dispuestos a entregar nuestros sentidos, nuestros deseos, nuestras propias vidas y todo lo que somos por Él, como Él lo ha hecho por nosotros.
Este es el amor que está por encima de cualquier otra virtud.
Este es el amor que Nuestra Señora de Fátima tiene por nosotros y al que Ella nos llama.
Este es el amor que acerca tanto a un hombre y a una mujer que, por la gracia de Dios, se convierten en una familia y comienzan una familia.
¡Este es el amor que debemos celebrar y vivir este día!
En los Corazones de Jesús y María,
Christopher Wendt
Director InternacionalCofradía de Nuestra Señora de Fátima
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