De acuerdo con el Informe sobre la Incidencia de la Violencia contra Ministros, Religiosos y Laicos de la Iglesia Católica en México, elaborado por el Centro Católico Multimedia (CCM), el país es por 14 años consecutivos uno de los más peligrosos para ejercer el sacerdocio.
El estudio indica que en 2022 se registraron cerca de 800 extorsiones, amenazas y amenazas contra sacerdotes en la República Mexicana, principalmente los móviles de estos delitos están vinculados al fraude y apropiación ilícita de recursos de las víctimas necesarios para el ejercicio de su ministerio.
En 2022, se destacaron las declaraciones de los mismos obispos que fueron impedidos en su derecho de circulación por retenes del crimen organizado en distintos estados del país.
Los detalles fueron proporcionados por el cardenal José Francisco Robles Ortega, arzobispo de Guadalajara, Sigifredo Noriega Barceló, obispo de Zacatecas, y Rafael Sandoval Sandoval, obispo de Autlán, quienes aseguraron que fueron detenidos y que los cárteles que operan en el norte de Jalisco y Zacatecas exigió una cuota a los párrocos.
Las cuotas podrían ascender a la mitad de los recaudos que se recaudan, producto de las fiestas patronales que son fuente principal de recursos para muchas parroquias y comunidades católicas del país”, dice el estudio de MCC.
Según el trabajo realizado por el sacerdote Omar Sotelo Aguilar, director del MCC y Guillermo Gazanini Espinosa, coordinador de la unidad de investigación del MCC, “es lamentable que no haya resultados concretos en las indagaciones correspondientes”.
De 2018 a 2022 se registraron alrededor de 24 agresiones semanales a templos y congregaciones católicas. Entre estos se registran robos comunes, ataques con fines de profanación y agresiones directas a sacerdotes y líderes de comunidades católicas, además de asesinatos perpetrados contra clérigos por diversas causas predominantemente las derivadas de su acción pastoral seguidas de robo u otras causas de carácter personal.
Hace una semana José Dorian Piña Hernández, seminarista de tercer año de Teología en el Seminario Diocesano de Zacatecas, fue asesinado a balazos.
Según el informe de MCC, en 2022, el sacerdote José Guadalupe Rivas desapareció la tarde del domingo 15 de mayo y fue encontrado muerto en un rancho cerca de Hacienda Santa Verónica en Tecate, Baja California. Era presidente de la Casa del Migrante ubicada en la colonia El Descanso en Tecate, a la que se había sumado en 2021.
Y este año, el caso más sonado fue el de los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, asesinados en el interior de una parroquia el 20 de junio en Cerocahui, localidad de la Sierra Tarahumara en Chihuahua.
The Yucatan Times
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