jueves, 27 de octubre de 2022

LOS PAPAS DE IZQUIERDA

La consideración del perfil de estos cardenales progresistas, de los que se nos dice que los estrategas de este movimiento, especialmente jesuitas, se preparan para empujar a uno de ellos hacia la elección de la Sede de Pedro, deja a uno soñando.

Por Don Pio Pace


Se han propuesto tres nombres: Tagle, Hollerich, Roche. Pero la lista no es exhaustiva. Por ejemplo, se podría proponer el nombre del flamante cardenal africano Richard Kuuia Baawobr, de 63 años, superior general de los Padres Blancos.


Luis Antonio Tagle, el cardenal que complace a la juventud


Luis Antonio Tagle, filipino de 65 años, no tiene una forma de pensar muy original, pero es deliberadamente progresista. Fue un brillante alumno de los jesuitas y obtuvo sus títulos teológicos en la Universidad Católica de Washington. Participó en los trabajos de la Historia del Vaticano II, editada por la Escuela de Bolonia (Giuseppe Alberigo, Alberto Melloni), que es una historia típicamente "según la hermenéutica de la ruptura".

Llegó a ser cardenal-arzobispo de Manila de la mano de Benedicto XVI, a quien le gustaba encumbrar a reconocidos académicos, aunque fueran partidarios de la "hermenéutica de la ruptura". Y el pontificado bergogliano le ha convertido en una figura destacada: en 2014 y 2015 fue uno de los copresidentes de las dos asambleas del Sínodo de la Familia, haciendo esas apariciones "juveniles" que tanto gustan: es un "buen tipo", dicen de él.

No tiene necesidad de crear redes: todas las tendencias del movimiento actúan por él. El cardenal Rodríguez Maradiaga de Honduras (del Consejo de Cardenales que preparó la famosa reforma de la Curia) lo ha promovido al título de "defensor de los marginados" como sucesor de Caritas Internationalis.

Considerado como un gran representante del "pensamiento teológico asiático", el 8 de diciembre de 2019 fue nombrado Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos. La reforma de la Curia ha agrupado esta Congregación y el Consejo Pontificio para la Nueva Evangelización en un solo dicasterio. Nombrado Pro-Prefecto de una de sus dos secciones, fue colocado en un pedestal. Pro-Prefecto sólo porque el papa, para significar la preeminencia de este Dicasterio, es su Prefecto, así como antes del Concilio los Papas, maestros de doctrina, eran ellos mismos Prefectos del Santo Oficio.

Pero las responsabilidades romanas y el ambiente más que tenso del mundo curial actual han mostrado los límites de Tagle y han afectado a su salud: ha sido víctima del famoso síndrome del agotamiento. Sonriente y enigmático, se mantiene sin embargo "en reserva".


Jean-Claude Hollerich, el cardenal sinodal


El cardenal Hollerich, luxemburgués de 64 años, es más que un amigo de los jesuitas, es un jesuita. Ordenado en 1990, se integró en la provincia jesuita de Japón, cuya lengua y cultura conoce (enseñó en la Universidad Sophia de Tokio). Arzobispo de Luxemburgo en 2011, se convirtió en cardenal bergogliano en 2019.

Sandro Magister escribió un artículo demoledor sobre él: "Si el cónclave quiere un Francisco bis, aquí está su nombre y su programa" [1]. En 2021 ha sido nombrado ponente general del gran sínodo plurianual sobre la sinodalidad, concebido en parte como un medio para hacer frente a los "excesos" del Camino del Sínodo alemán. En una serie de entrevistas tuvo la oportunidad de detallar una especie de programa moderado.

Se opuso a la declaración del aborto como derecho fundamental por parte del Parlamento Europeo, pero entiende que la gente esté preocupada por la dignidad de la mujer y cree que el discurso de la Iglesia en defensa de la vida ya no es audible y que hay que encontrar otras vías. ¿Cuáles? No lo dice. Le gustaría, "después de una cuidadosa consideración", ver a los hombres casados ordenados entre los viri probati, lo que cree que resolvería la crisis de las vocaciones. No considera útil que las mujeres sean ordenadas, en la medida en que el reconocimiento del potencial del sacerdocio común de los bautizados les permitirá ejercer muchas funciones importantes. En concreto, avala la medida transaccional que está en el aire en estos momentos: las mujeres no tienen que consagrar la Eucaristía, pero se les puede encomendar la homilía.

Sobre todo: "Tenemos que cambiar la forma de ver la sexualidad". En efecto: "Las posiciones de la Iglesia sobre la pecaminosidad de las relaciones homosexuales son erróneas. Creo que los fundamentos sociológicos y científicos de esta doctrina ya no son correctos. Esto se aplica a fortiori a los divorciados "vueltos a casar" e incluso a los protestantes: "En Tokio, daba la comunión a todos los que venían a misa. Nunca he negado la comunión a nadie. Suponía que si un protestante se acercaba a comulgar, sabía lo que los católicos entendían por comunión, al menos tanto como los demás católicos que asistían a misa". Pero para añadir: "Sin embargo, no concelebraría con un ministro evangélico". ¡Uf!


Arthur Roche, el cardenal que quiere acabar con la liturgia tradicional


El recién nombrado cardenal Arthur Roche no tiene la talla de un personaje histórico, ni pretende serlo: el Auream quisquis mediocritatem diligit de Horacio, Quien ama la dorada mediocridad... se aplica bien a su personalidad. Pero este gran humanista consiguió colarse entre las posibilidades post-Francisco. Y se convirtió en el hombre con una idea: aniquilar a los opositores de la reforma litúrgica.

Inglés de Yorkshire, de 71 años, debía su nombramiento como Secretario para el Culto Divino en 2012 por Benedicto XVI a que conocía mejor que nadie el dossier de las traducciones al inglés de la nueva liturgia (había presidido la Comisión Internacional del Inglés en la Liturgia, ICEL, el muy liberal órgano de coordinación entre las conferencias episcopales de habla inglesa).

Con el nuevo pontificado, se ha implicado activamente en la aplicación gradual de la ofensiva contra la liturgia tradicional: el motu proprio de 2019 que suprimió la Comisión Ecclesia Dei; la puesta en marcha, en 2020, por parte de la Congregación para la Doctrina de la Fe, entre todos los obispos de la Iglesia latina, de una investigación sobre la aplicación del motu proprio Summorum Pontificum; la publicación de Traditionis custodes, el 16 de julio de 2021, acompañada de una carta del papa a los obispos en la que se anuncia claramente la intención de los redactores: acabar con la antigua lex orandi. Se puso bajo la supervisión de la Congregación para el Culto Divino y los Sacramentos, es decir, bajo la supervisión de Arthur Roche, que se había convertido en su Prefecto.

Y el 18 de diciembre de 2021, en su Responsa, respuestas a preguntas supuestamente formuladas a la Congregación sobre el tema de la Traditionis custodes, el prefecto Roche añadió más. Sólo el misal tradicional, y por lo tanto la celebración de la Eucaristía, seguía siendo permitida como tolerancia. Prohibió el uso de los otros libros (Ritual de los Sacramentos y Pontifical del Obispo) y, por lo tanto, prohibió la celebración tradicional de todos los demás sacramentos: bautismos, penitencias, confirmaciones, matrimonios, extremaunción y ordenaciones. Teóricamente.


¿O es el bobo-cardenal Tolentino de Mendonça?


El Catholic Herald, que afirma con seguridad que la carrera previa al cónclave se juega actualmente entre el progresista Tagle, el conservador Erdö [2] y el indefinido Matteo Zuppi [3], señala, sin embargo, que la elección papal es por dos tercios de los votos y, por lo tanto, requiere un amplio consenso. En consecuencia, propone un nuevo nombre, el del nuevo cardenal José Tolentino de Mendonça, que sería "el tipo de figura aceptable para todas las facciones y capaz de atraer un amplio apoyo entre ellas" [4]. Portugués de Madeira, que pronto cumplirá 57 años, biblista de formación, ha tenido esencialmente una carrera académica y se convirtió en archivero y bibliotecario de la Iglesia romana en 2018, aunque con ligeros conocimientos archivísticos y paleográficos. Invitado ese mismo año a predicar el retiro de Cuaresma de la Curia, fue creado cardenal al año siguiente y, en la última reforma de la Curia, se convirtió en Prefecto del Dicasterio de Cultura y Educación.

Ya es autor de una obra muy importante en poesía, teatro, ensayos y oraciones, que le ha valido una colección de premios literarios. Poeta hastiado, mimado de los salones lisboetas y de la intelectualidad católica lusitana, fue nombrado Personalidad Portuguesa del Año en 2019 por el semanario Expresso.

José de Mendonça, como no podía ser de otra manera, es bergogliano: "Vivimos en medio de la ciudad, en este espacio lleno de fronteras y lleno de muros invisibles y bloqueos existenciales [...] Tanto los cristianos que se han vuelto a casar, heridos por experiencias conyugales naufragadas, o por la realidad de las nuevas familias, como los homosexuales, deben encontrar en la Iglesia un espacio de escucha, de acogida y de misericordia" [5].

Es más que bergogliano, porque está estrechamente vinculado a Sor Teresa Forcades, monja benedictina de Montserrat, feminista convencida: "Aceptar el aborto como un mal menor no contradice al Dios cristiano" [6]. Está a favor de la anticoncepción, de la coordinación de la mujer y viaja por el mundo para difundir sus ideas: "Creo que en el tema de la aceptación de la homosexualidad o de las minorías sexuales en general en la Iglesia, el papa Francisco no ha promovido cambios doctrinales, pero sí ha cambiado el ambiente en la Iglesia. [...] Puedo hablar por mí y por otros compañeros que trabajan por la plena inclusión de la homosexualidad en la Iglesia" [7]. El cardenal poeta hizo un prefacio muy elogioso a su libro “La teología feminista en la historia” [8].

Quien vive, verá. En muchas ocasiones y de muchas maneras Dios envió plagas para castigar los pecados de los cristianos. Sólo él sabe lo que permitirá mañana.


Notas:

[1] Si el cónclave quiere un Francisco bis, aquí está su nombre y programa | Diakonos.be.

[2] Péter Erdő, 70 años, arzobispo de Esztergom-Budapest y primado de Hungría.

[3] La candidatura de Zuppi, de 67 años, se ve lastrada en el lado conservador por el hecho de haber prologado la edición italiana del libro del "padre" James Martin, sj, director de la revista jesuita América, "Un ponte da costruire. Una relazione nuova tra Chiesa e persone lgbt" (Marcianum Press, 2018). En este tipo de literatura nunca se aclara que la persona que pide los sacramentos debe haber dejado de estar en situación pública de pecado para poder recibirlos. Es cierto que el prefacio propone "una docta pedagogía de la gradualidad". Una reserva que no es lo suficientemente clara, dicen los conservadores, para dar esperanzas de una enseñanza moral irreprochable.

[4] Entre el Cardenal Mendonça, recién promovido poeta del amor y posible futuro Papa - Catholic Herald.

[5] Radio Renascença, 22 de diciembre de 2016.

[6] TV5, 11 de marzo de 2016.

[7] Media-Presse-Info, 18 de octubre de 2019.

[8] La teología feminista en la historia, Fragmenta Editorial, 2007.


Res Novae


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