El obispado informa que esta decisión viene propiciada “tras la repetición a lo largo de los años de una serie de declaraciones públicas que no se ajustan al Magisterio de la Iglesia”. El pasado mes de diciembre de 2021, ya había sido avisado por el Obispo con acto formal que de no cambiar su conducta habría incurrido, latae sententiae, en la suspensión de la celebración pública de los sacramentos y sacramentales, y de la predicación.
“Desgraciadamente, en los últimos meses, el padre Giulio ha seguido haciendo más declaraciones y, por lo tanto, se ha debido declarar que ha incurrido en la citada suspensión”, añade el obispado.
Al conocer la noticia de su suspensión, el “sacerdote”, lejos de retractarse, ha declarado que:
“las posiciones que he tomado nunca han tenido la intención de ser ofensivas o polémicas hacia la Iglesia. Lo que siempre me ha movido es la preocupación de que la Iglesia pueda ser considerada cada vez más marginal y cada vez menos creíble en la sociedad contemporánea. Para obviar el peligro de que la Iglesia se encierre en una autorreferencialidad estéril, me parece que el camino es permitir que todos sus miembros, incluido el clero, puedan expresar libremente su deseo de cambio”.
Las polémicas del sacerdote Giulio Mignani
Durante el Domingo de Ramos del año 2021, el párroco italiano de Bonassola, padre Giulio Mignani, se negó a bendecir las palmas que habían traído a la iglesia los parroquianos en protesta por la negativa de Doctrina de la Fe a la bendición de parejas homosexuales.
“Si no puedo bendecir parejas formadas por personas del mismo sexo, entonces tampoco bendeciré las palmas ni las ramas de olivo”, desafió el “padre” Mignani a sus feligreses durante la homilía del Domingo de Ramos.
Mignani, que ya era conocido por su apoyo al “matrimonio” homosexual, calificó de “absurdo” el ‘responsum’ de la Congregación para la Doctrina de la Fe contra la bendición eclesial de uniones homosexuales.
En marzo de este año, este polémico “sacerdote” fue noticia por otras polémicas declaraciones. El cura llegó a afirmar que “creo que para un católico es legítimo tener una apertura hacia la eutanasia y por lo tanto la posibilidad de tener una ley que la regule”. Así lo dijo Giulio Mignani, párroco de Bonassola, hablando en el debate “Eutanasia y democracia. ¿Cómo obtener el respeto a la libertad de elección al final de la vida?”, organizado por la asociación Luca Coscioni.
InfoVaticana
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