Disposiciones remotas
I- Piensa en la muerte todos los días
1. La muerte es segura.
2. Está cerca.
3. Es el comienzo.
4. Es imponente.
5. Es dolorosa.
6. Sigue el patrón de la vida.
II- Vive una buena vida
1. Evita el pecado grave y el pecado venial deliberado.
2. Combate tu defecto dominante.
3. Ama la cruz.
4. Recibe los sacramentos con frecuencia.
5. Practica la oración mental y la obediencia.
6. Ten una gran devoción por la Santísima Virgen.
III- Haz tu testamento tan pronto como puedas
1. Que se digan misas antes de morir.
2. Presenta tu testamento en forma adecuada.
3. Devuelve todo lo adquirido indebidamente.
4. Paga tus deudas.
IV- Sigue las prácticas de los santos para recordarte la muerte y prepárate para ella
1. Cuando vayas a la cama, toma la posición de una persona muerta.
2. En cada comida recuerda que un día tu cuerpo será comida de gusanos.
3. Considera la enfermedad como la compañera de la muerte.
4. Guarda una calavera en tu habitación y medita sobre lo que esa persona, fue, hizo, dijo y pensó. Piensa en qué es ese cráneo ahora y qué será de él, y luego reflexiona sobre tu propia vida.
5. Prepara tu ataúd y tu tumba, y abrázalos en espíritu todos los días.
Disposiciones próximas
I- Soporta la enfermedad con paciencia por estas razones:
1. Dios te la envía.
2. Puede liberarte de este exilio en la tierra.
3. Te ayuda a expiar tus pecados.
4. Cree firmemente que morirás de esta enfermedad.
II- Recibe los Sacramentos de la Penitencia, la Sagrada Eucaristía y la Extremaunción
1. Recíbelos lo antes posible, y antes de lo que tus amigos y familiares deseen.
2. Recíbelos con contrición, humildad y gratitud.
3. Recíbelos con fervor.
III- Elige a dos buenos amigos para que te ayuden
1. Pueden mantener fuera de su habitación a familiares, amigos y otras personas que no puedan serte de ayuda.
2. Ellos te ayudarán a hacer actos de fe, esperanza y amor.
3. Ellos te ayudarán a recibir los Sacramentos.
4. Ellos te ayudarán a resistir la tentación.
IV- Resiste las tentaciones del Diablo
1. Si te sientes tentado contra la fe, di simplemente: "Creo en Dios" o "Creo en todo lo que enseña la Iglesia Católica".
2. Si estás tentado a desesperarte, pon toda tu confianza en los méritos infinitos de Nuestro Señor y en la intercesión todopoderosa de Nuestra Señora.
3. Si eres tentado con la impaciencia, piensa en los sufrimientos de Jesús, la recompensa que promete, los sufrimientos de la próxima vida, la gravedad de tus pecados.
V- Resiste cualquier tentación por la vanagloria y la presunción
1. Al considerar el número y la gravedad de tus pecados pasados en sí mismos.
2. Considerándolos frente a la infinita santidad de Dios.
VI- No te dejes engañar por amigos y familiares
1. No creas en las palabras de consuelo de sus amigos y familiares y manténlos alejados de ti tanto como puedas.
2. No compartas su dolor natural; no escuchéis sus ansiosos consejos ni sus engañosas seguridades.
Disposiciones Finales
I- Sigue el ejemplo de Jesús y perdona a todos tus enemigos desde lo más profundo de tu corazón.
II- Pide perdón a los que has ofendido y a los que has hecho ofender a Dios.
III- Encomienda tu alma en las manos de Dios.
IV- Encomienda tu cuerpo a la tierra, y acepta de buen grado que se convierta en alimento de gusanos.
V- Ora a Dios por ti y por los demás.
VI- Encomienda a todos tus familiares y amigos al cuidado de la Santísima Virgen.
VII- Exhorta a toda tu familia a la verdadera devoción a la Santísima Virgen.
VIII- Renueva tus promesas bautismales y despídete de todos los que están aquí abajo.
IX- Da gracias a Dios por su infinita misericordia y por todos sus beneficios, y luego confía solo en Él.
X- Adora el juicio de Dios sobre ti, no importa lo que sea.
XI- Ofrécete a la Justicia de Dios en unión con Nuestro Señor Jesucristo, dondequiera que Él te ponga, con tal de que allí puedas amar a Dios.
XII- Desea ardientemente la gozosa posesión de Jesús y de su Reino.
XIII- Haz rezar las oraciones por los moribundos y da las respuestas tu mismo. Haz leer la Pasión de Nuestro Señor o la Oración que ofreció antes de morir (Juan 17).
XIV- Recita, si puedes, el Magnificat y el Salmo: "Me alegré porque me dijeron: Subiremos a la casa del Señor" (Sal 122:1).
XV- Finalmente, en unión con Jesús y María, sin nada más de qué preocuparte, sin nadie más cerca de ti que tus dos amigos, espera la hora de la muerte con alegría. Repite a menudo las palabras "Jesús, María, José", para obtener las indulgencias de las cofradías a las que pertenece, besa su crucifijo, mira la imagen de la Santísima Virgen, haz la Señal de la Cruz y rocía tu lecho con agua bendita.
Tradition in Action
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