ÁNGELES CUIDÁNDONOS

La oración del Ángel de la Guarda es una de las oraciones más queridas y conocidas de nuestra fe católica. La breve oración nos recuerda el amor de Dios y cómo Él y sus ángeles nos cuidan. Pero, ¿qué es un ángel y, más concretamente, qué es un ángel de la guarda?


Vemos ángeles a lo largo de toda la Biblia: un querubín está estacionado en el jardín del Edén, los serafines adoran a Dios en la visión de Isaías, el ángel Gabriel se aparece a María y José, y así sucesivamente. De toda la evidencia bíblica, lo que queda más claro es que los ángeles son personas como nosotros, pero a diferencia de nosotros, son seres puramente espirituales.

Ser una persona significa que los ángeles son seres relacionales, capaces de amar u odiar. Tienen un intelecto y un libre albedrío, como nosotros. Muchos de los ángeles han elegido amar a Dios. Como son seres puramente espirituales, están fuera del tiempo y son incapaces de cambiar. Así que, al igual que los santos, son incapaces de pecar y siempre estarán con Dios en el Cielo.

Los ángeles son tan grandes en su santidad y poder que cuando los humanos los ven en las Escrituras se asustan o caen de rodillas en adoración (aunque los ángeles siempre les recuerdan que deben adorar solo a Dios y no tener miedo). De acuerdo, los ángeles son bastante sorprendentes, pero ¿qué son los ángeles de la guarda?

Los diferentes ángeles tienen todo tipo de llamados y habilidades diferentes. Cada uno de ellos está hecho por amor de Dios y tiene tareas especiales. Además de adorar a Dios y ser Sus mensajeros, algo más que vemos que hacen los ángeles en las Escrituras es protegernos del peligro tanto físico como espiritual.

De hecho, tan grande es el amor de Dios por nosotros que todos y cada uno de nosotros tenemos un ángel asignado para guardarnos en este momento. El ángel que te está custodiando en este momento, es tu ángel de la guarda, y ha estado y estará contigo toda tu vida.

Tal como siempre lo hacen en las Escrituras, nuestros ángeles de la guarda no quieren que tengamos miedo ni que los adoremos. En cambio, nos están llamando a poner toda nuestra confianza en el Señor, ¡y su presencia es solo otra señal de su amor infinito!

"Cuando seas tentado, invoca a tu Ángel. 

¡Él está más deseoso de ayudarte que tú de ser ayudado! 

Ignora al demonio y no le tengas miedo; 

él tiembla y huye a la vista de tu Ángel de la Guarda". 

San Juan Bosco

Christopher P. Wendt
Director Internacional
Cofradía de Nuestra Señora de Fátima