“Las pasiones desenfrenadas darán paso a una corrupción total de las costumbres porque Satanás reinará a través de las sectas masónicas, apuntando a los niños en particular para asegurar la corrupción general.
¡Desgraciados los niños de esos tiempos! Rara vez recibirán los sacramentos del Bautismo y de la Confirmación. En cuanto al sacramento de la Penitencia, sólo se confesarán cuando asistan a las escuelas católicas, que el demonio hará todo lo posible por destruir por medio de personas con autoridad.
Lo mismo ocurrirá con la Sagrada Comunión. ¡Oh, cómo me duele deciros que habrá muchos y enormes sacrilegios públicos y ocultos!
En esos tiempos, el sacramento de la Extremaunción será ampliamente ignorado.... Muchos morirán sin recibirlo, quedando así privados de innumerables gracias, consuelo y fuerza en el gran salto del tiempo a la eternidad.
El sacramento del matrimonio, que simboliza la unión de Cristo con la Iglesia, será atacado y profanado a fondo. La masonería, entonces reinante, aplicará leyes inicuas destinadas a extinguir este sacramento. Facilitarán que todos vivan en pecado, multiplicando así el nacimiento de hijos ilegítimos sin la bendición de la Iglesia....
La educación laica contribuirá a la escasez de vocaciones sacerdotales y religiosas.
El santo sacramento del Orden será ridiculizado, oprimido y despreciado, pues en él se oprime y se injuria tanto a la Iglesia como a Dios mismo, que es representado por sus sacerdotes.
El demonio trabajará para perseguir a los ministros del Señor de todas las maneras, obrando con astucia nefasta para destruir el espíritu de su vocación y corrompiendo a muchos. Los que así escandalizarán al rebaño cristiano atraerán sobre todos los sacerdotes el odio de los malos cristianos y de los enemigos de la Iglesia Una, Santa, Católica Romana y Apostólica. Este aparente triunfo de Satanás causará enormes sufrimientos a los buenos pastores de la Iglesia... y al Supremo Pastor y Vicario de Cristo en la tierra que, prisionero en el Vaticano, derramará secretas y amargas lágrimas en presencia de Dios Nuestro Señor, pidiendo luz, santidad y perfección para todo el clero del mundo, del que es Rey y Padre.
Vendrán tiempos infelices en los que los que deberían defender sin miedo los derechos de la Iglesia, en cambio, cegados a pesar de la luz, darán su mano a los enemigos de la Iglesia y cumplirán sus órdenes. Pero cuando [el mal] parezca triunfar y cuando la autoridad abuse de su poder, cometiendo toda clase de injusticias y oprimiendo a los débiles, su ruina estará cerca. Caerán y se estrellarán contra el suelo.
Entonces la Iglesia, alegre y triunfante como una jovencita, se despertará y se acunará cómodamente en los brazos de mi hijo más querido y elegido de aquellos tiempos. Si presta oído a las inspiraciones de la gracia -una de las cuales será la lectura de estas grandes misericordias que mi Hijo y yo hemos tenido con vosotros- le colmaremos de gracias y de dones muy especiales y le haremos grande en la tierra y mucho más grande en el Cielo. Allí le hemos reservado un asiento precioso porque, sin tener en cuenta a los hombres, habrá luchado por la verdad y defendido incesantemente los derechos de la Iglesia, mereciendo ser llamado "mártir".
A finales del siglo XIX y durante gran parte del XX, se propagarán muchas herejías en estas tierras....
El pequeño número de almas que salvaguardarán secretamente el tesoro de la Fe y de las virtudes sufrirá un cruel, indecible y largo martirio. Muchos descenderán a sus tumbas por la violencia del sufrimiento y se contarán entre los mártires que se sacrificaron por la patria y la Iglesia.
Para ser liberados de la esclavitud de estas herejías, aquellos a quienes el amor misericordioso de mi Hijo ha destinado a esta restauración necesitarán una gran fuerza de voluntad, perseverancia, valor y confianza en Dios. Para probar la fe y la confianza de estos justos, habrá momentos en que todo parecerá perdido y paralizado. Será entonces el feliz comienzo de la restauración completa....
En esos tiempos la atmósfera estará saturada del espíritu de impureza que, como un mar inmundo, envolverá las calles y los lugares públicos con una licencia increíble.... Apenas se encontrará inocencia en los niños, ni pudor en las mujeres.
El que debería hablar a tiempo permanecerá en silencio.
Apenas habrá almas vírgenes en el mundo. La delicada flor de la virginidad buscará refugio en los claustros..... Sin la virginidad, se necesitará fuego del cielo para purificar estas tierras....
Las sectas, habiendo permeado todas las clases sociales, encontrarán la manera de introducirse en el corazón mismo de los hogares para corromper la inocencia de los niños. Los corazones de los niños serán bocados delicados para agasajar al diablo....
Las comunidades religiosas permanecerán para sostener a la Iglesia y trabajar con valentía por la salvación de las almas.... El clero secular estará muy lejos de lo que se espera de él porque no perseguirá su deber sagrado. Perdiendo la brújula divina, se desviarán del camino del ministerio sacerdotal trazado por Dios y se dedicarán al dinero, buscándolo con demasiado ahínco.
Rezad constantemente, implorad incansablemente y llorad lágrimas amargas en el recogimiento de vuestro corazón, suplicando al Corazón Eucarístico de mi santísimo Hijo que se apiade de sus ministros y ponga fin cuanto antes a estos infelices tiempos enviando a su Iglesia el Prelado que restablezca el espíritu de sus sacerdotes”.
Tradition, Family & Property
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