Por la Dra. Natalia Prego Cancelo
Ésto quiere decir que deterioran el sistema inmune de las personas y su calidad de vida.
Los confinamientos han disminuido la aportación de la vitamina D a nuestro cuerpo, disminuyendo nuestro sistema inmunitario al impedir una exposición solar suficiente.
Las mascarillas han deteriorado el sistema defensivo corporal al disminuir el oxígeno celular, en una respiración alterada.
El distanciamiento social ha debilitado la salud física y emocional de los ciudadanos, por el aislamiento, inseguridad y desconfianza personal que ello ha provocado.
La cancelación de cirugías programadas y tratamientos médicos necesarios de otras patologías han provocado muertes que no se consideran y el cierre de negocios y los problemas económicos, derivados de ello, han provocado suicidios que se ignoran.
Finalmente se han inyectado unas vacunas sin suficiente tiempo, estudio e investigación de las mismas como para garantizar la protección de la vida y de la salud.
Por todo ello, debemos defender nuestra libertad, nuestra vida y nuestra salud, potenciando estilos de vida saludables, para así aumentar nuestra confianza y fortalecer nuestro bienestar físico, mental y emocional.
Sólo así podremos mejorar nuestra calidad de vida y reforzar nuestro sistema inmunitario.
Es fundamental auto-motivarnos con un proyecto de vida trascendente, para así poder vivir un momento humanitario trascendente.
Debemos hacer una acción conjunta y personal de fortalecimiento social y autoconfianza individual, desarrollando pensamiento constructivo y positivo para defender nuestros derechos, libertades y la salud de nuestra familia, nuestros niños, adolescentes y abuelos.
En nuestro día a día debemos crear una vida fortalecida con un buen dormir, ya que el sueño refuerza nuestro sistema inmunitario y equilibra nuestro organismo, una buena alimentación rica en productos frescos y sin condimentos químicos, aditivos, conservantes, etc, y una suficiente hidratación oral, ya que el agua ayuda, entre otras funciones, a eliminar toxicidad a nivel renal.
Una exposición solar suficiente también es necesaria para que nuestro sistema inmunitario se fortalezca con la vitamina D adquirida.
Y la actividad física adecuada de forma diaria nos refuerza nuestra maquinaria cardio-respiratoria y muscular.
Asimismo nuestras relaciones personales deben de potenciarse y deben estar basadas en el respeto, el compromiso y la defensa de la vida del otro.
Debemos de sentirnos seguros con un cuerpo físico saludable y una salud mental equilibrada y positiva para construir cada día un mundo mejor y una realidad deseada por todos.
Es necesaria nuestra firme convicción de que es nuestra responsabilidad defender la vida y conservar la salud.
En esa defensa de nuestra vida, defendemos la vida del otro.
Nuestro compromiso con la libertad del ser humano debe ser incuestionable, por ello debemos de crear un mundo, día a día, lleno de positividad y acción para poder desarrollar aquello que deseamos.
Vivenciar momentos de alegría y bienestar es fundamental para que nuestro cuerpo esté fuerte a nivel mental y emocional y de esa manera pueda crear una realidad mejor, aumentando nuestra consciencia y auto-consciencia en un mundo necesitado de una importante evolución a nivel humano.
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