El Gobierno húngaro respondió que está preparado para defender la ley con todos los recursos legales. Los primeros ministros de Polonia, República Checa, Eslovaquia y Eslovenia cerraron filas con Hungría.
El primer ministro húngaro, Viktor Orban, de visita en Belgrado, insistió en que el espíritu que sostiene su ley no es la homofobia, sino quien tiene derecho a decidir la educación de los hijos y «ahí, los burócratas de Bruselas no tienen nada que decir», afirmó.
El primer ministro húngaro, Viktor Orban, de visita en Belgrado, insistió en que el espíritu que sostiene su ley no es la homofobia, sino quien tiene derecho a decidir la educación de los hijos y «ahí, los burócratas de Bruselas no tienen nada que decir», afirmó.
«Da igual lo que hagan, nosotros no vamos a permitir propaganda lgbt en nuestros centros», añadió el mandatario húngaro en un mensaje directo a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que ha amenazado a Orban con recortarle los fondos europeos para la reconstrucción si no retira la ley, que calificó de «vergüenza».
Viktor Orban no se amilana ante los ataques a la soberanía que han desatado en la Unión Europea a causa de la ley impulsada por su Gobierno para proteger a los niños. Una ley que prohíbe el acceso y exposición a los menores de edad a la propaganda sobre homosexualidad y transgénero, incluido en los colegios.
«El Parlamento Europeo y la Comisión Europea quieren que los activistas lgbt tengan libre acceso a nuestros colegios y guarderías y eso no sucederá porque no es lo que Hungría quiere», ha declarado Orban coincidiendo con la entrada en vigor de la ley, y de la imposición de las primeras multas.
Presiones de algunos países de Europa
La Eurocámara, que no tiene competencias por mucha pataleta que despliegue, ha pedido reiteradamente a la Comisión Europea que desempolve el mecanismo sobre el Estado de Derecho que supedita el desembolso de las ayudas a frenar la deriva autoritaria, pero von der Leyen se ha inclinado a esperar hasta el otoño para resolver estos expedientes.
El texto sin valor vinculante y aprobado por 459 votos a favor, 147 en contra y 58 abstenciones define «esta nueva ley como una violación manifiesta de los valores, principios y el Derecho de la Unión» y ha contado con el apoyo de los principales grupos de la Eurocámara. En la delegación española, los eurodiputados de Vox votaron en contra y los del PP se han abstenido, desmarcándose de parte de su familia política que sí ha apoyado el texto.
El Gobierno respondió que está preparado para defender la ley con todos los recursos legales. «Hungría no permitirá que, en vez de los padres, sean los autoproclamados 'apóstoles de la democracia liberal' lo que se ocupen de la educación de los niños», ha advertido el Ejecutivo húngaro.
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